Ser mamá llevó a Fabi Mersán a empujar sus límites y a querer dejar un legado. Aquí cuenta qué la llevó a convertirse en emprendedora, de qué manera enfrenta sus desafíos y cómo ayuda a otras mujeres a emprender.

Texto: Jazmín Gómez Fleitas

Fotografía: Manuel Meza

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Fabi Mersán (28) supo, desde temprana edad, que quería ser emprendedora. De adolescente fue tenista de alto rendimiento, hecho que la llevó a enfocarse por completo en la disciplina y a decidir estudiar de manera libre para dedicarse al deporte en un 100%. Gracias a eso, pudo pagar sus estudios universitarios en Estados Unidos.

Ganó una beca deportiva que le permitió seguir la carrera de Emprendedurismo y también tomó diferentes cursos. “En esa parte de mi vida ya sabía que quería tener un negocio online para poder, el día de mañana, estar más tiempo en mi casa, con mis hijos, viajar y tener la libertad de trabajar desde donde sea”, explica.

Del deporte aprendió a trazarse metas claras, que una caída no es el final, a perseverar y a reflexionar. “La gran diferencia entre un jugador amateur y uno de las grandes ligas es que el segundo conoce exactamente con qué armas cuenta y cómo utilizarlas correctamente para ganar sus partidos”, afirma.

A su regreso al país trabajó en situación de dependencia durante un tiempo, con el fin de aprender sobre el mercado y las transacciones en línea, pero por sobre todo, para pagar las cuentas y ahorrar para lanzarse sola. Fundó La Mica en el 2014, una comunidad de mujeres emprendedoras en Paraguay donde realizaba talleres, charlas y eventos mensuales gratuitos.

Dentro de La Mica pudo conocer a las mujeres, conectarse con ellas, entender en qué estaban. Anhelaba ayudarlas a ingresar al mundo online, a que se posicionen en las redes sociales y que cuenten con un blog en sus páginas webs para que puedan explotar más sus emprendimientos.

“En Estados Unidos vi la importancia de tener un posicionamiento en línea. Si no estás online allá, no existís. Y quería compartir todo eso acá, así fue que lancé mi primer curso que se llamó Branding Personal 2.0. Era un curso básico sobre cómo tener un blog en tu página web. Sin embargo, ahí empecé a entender que no todas eran tan tecnológicas o que les faltaba definir quienes eran, para crear contenido en sus blogs”, relata Fabi.

Eso le dio el puntapié para investigar y hacer un postgrado en Personal Branding durante el 2016, el cual también le sirvió a ella misma para evaluar y desarrollar formalmente su marca personal, a “lanzarme como consultora para profesionales independientes, específicamente para mujeres”, recuerda. Y agrega: “así en el 2017 lancé mi curso insignia, que hasta ahora sigue en La Academia. Consiste en cuatro meses de desarrollo de marca personal. Quién sos, qué haces, cuáles son tus talentos, qué modelo de negocio te conviene y cómo proyectar ese sello personal para diferenciarte del resto”.

Las grandes ligas del emprendedurismo

Fabi considera que el mayor diferencial de cada una de las emprendedoras y sus emprendimientos, son ellas mismas. “El propio toque personal que le dan, es el diferencial. Hoy en día es como difícil inventar algo, todo ya está hecho. Entonces, se trata de encontrar esos toques personales que le podés dar a tu negocio para que la gente correcta se identifique contigo”, afirma.

Así es que nace fabimersan.com, de todo el proceso que vivió para brindar las herramientas necesarias, con su metodología propia. Si bien, recién llegada al país hacía consultorías para empresas en las cuales ayudaba en la planificación de estrategias de marketing, con La Mica se dio cuenta de que lo suyo era trabajar con las emprendedoras. Y hoy se dedica de forma exclusiva a ello.

“Cuando regresé a Paraguay no sabía cómo hacer, pero al ver la demanda, al ver que había tantas mujeres sedientas de surgir y no saber cómo hacerlo, me animé y encontré mi lugar”, asegura.

Después de la maternidad

Además del curso, en el 2018 Fabi realizó por primera vez el Personal Branding Day. ¿Cómo nace la idea? “Siempre tuve este sueño de tener un evento propio, algo como lo que veía que hacían los líderes que seguía en Estados Unidos. Bien estructurado y con impacto. Lo cierto es que después del nacimiento de mi primera hija, Milena, en diciembre de 2017, necesitaba volver a activarme”, detalla Fabi.

Y es que entre el postparto y el entendimiento de cómo ser madre, estuvo tres meses parada. En un emprendimiento, todo depende de una misma para seguir produciendo. Fue entonces cuando, sumado a su nueva visión como madre, Fabi decidió que sería un buen momento para probarlo.

“A raíz de que fui mamá, reflexioné sobre qué es lo que quiero hacer, qué legado quería dejar para que mi hija, el día de mañana, esté orgullosa y le sirva de inspiración. Además, de cómo estar tranquila sin pensar en quedarme sin dinero en caja, mientras le dedico más tiempo a ella. Algo que se vuelve inevitable al ser madre, los hijos demandan más tiempo”, describe.

La primera edición del Personal Branding Day fue en mayo de 2018 en Asunción y reunió a 115 mujeres. Tuvo tanto éxito que se hizo una segunda edición en septiembre —con 130 personas—, y en octubre, Fabi fue invitada a realizar el evento en Ciudad del Este, con 40 mujeres, aproximadamente. En ellos, la experta expone casos de mujeres emprendedoras y herramientas para poder vivir de lo que te apasiona.

“Soy muy partidaria de la crianza presente y consciente. Y algo que me costó muchísimo fue el cambio de mentalidad que tuve que hacer. Creía que le iba tener a mi hija e iba poder trabajar al mismo tiempo. Y no es así, tu tiempo al ser mamá ya no es tuyo en un 100%. Es súper demandante y yo no puedo hacer dos cosas a medias, estar con ella o trabajar”, señala.

La maternidad la ayudó a ser mucho más eficiente, a valorar más su tiempo y sobre todo, a aprender a pedir ayuda. “Soy una mujer muy independiente. Me gusta sentirme así, en todo sentido. Experimenté varios momentos de culpa porque en el emprendimiento todo depende de vos. Si no te movés, no generás. Había días en que me sentía cansadísima y quería ponerle pausa a mi hija. Me sentía culpable por 'no querer estar con ella', cuando en realidad es normal que te agote un ser humano que demanda tu energía las 24 horas. Logré entender esos momentos. De que si me siento así, no tiene nada de malo pedir ayuda, y que al recargarme voy a estar mejor con ella que si sigo en ese estado medio negro”, expone.

El perfil de las mujeres a las cuales ayuda mediante La Academia o el Personal Branding Day son mujeres que venden sus conocimientos, profesionales que quieren vivir de lo que les apasiona y desean saber cómo armar su negocio para ello.

“Emprender es un camino de mucha incertidumbre. Pasé muchas etapas en el proceso. Lo más importante es confiar en tu propia visión y perseguir eso. Si no tenés un entorne que te apoye, debés encontrar espacios con otras emprendedoras que te apoyen. Eso fue algo que me sirvió muchísimo”, puntualiza Fabi.

Este año, el Personal Branding Day se realizó en marzo y reunió a 350 mujeres. En mayo, le tocó a Ciudad del Este. De momento, Fabi planea una edición más para fin de año, la cual planea realizar poco después del nacimiento de su segunda hija —Cala—, a la que espera ansiosa. Con esta segunda maternidad, Fabi empuja aún más los límites ya que, en 2020, buscará llevar su evento al exterior.

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