La madre del suboficial Edelio Morínigo, secuestrado por el grupo criminal Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), la señora Obdulia Florenciano sostuvo que seguirá en la búsqueda del paradero de su hijo. Mientras tanto, cuestionó que el propio gobierno haya frenado la búsqueda paralela que estaba realizando la familia para tener indicios de dónde estarían los restos del suboficial secuestrado hace 8 años.
Doña Obdulia contó que la familia puso a una persona particular para indagar dónde se encontrarían los restos de Edelio y que incluso esa persona se reunió en una penitenciaría con una persona privada de su libertad que tiene vínculos con el grupo criminal. Sin embargo, el Gobierno a través de las autoridades responsables de la seguridad, prohibió que esta persona ingrese a la penitenciaría donde se encuentra el contacto.
“Nosotros al no saber más dónde recurrir pensamos y pusimos a una persona que se fue dos veces y habló con una persona que está privada de su libertad que tiene vínculo con esta gente. Después atajaron de nosotros las autoridades penitenciarias, ya no nos permitió ingresar para preguntar dónde está Edelio”, cuestionó la desesperada madre en entrevista a Unicanal.
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En este sentido, la señora Obdulia realizó un fuerte cuestionamiento a las autoridades penitenciarias que interrumpieron la labor de búsqueda. “Esa gente sabe y nosotros le buscamos para tener una información certera, un lugar positivo donde podemos encontrar su cuerpo y eso nos privaron, cerraron de nosotros las autoridades penitenciarias y esa es una gran injusticia”, lamentó.
La misma refirió además que, por un lado, a la familia las autoridades niegan el ingreso a la familia, mientras que dan la oportunidad que un guerrillero y criminal tenga el derecho de ingresar a una penitenciaría, en referencia al ingreso del féretro de Osvaldo Villalba a pedido de su hermana, también miembro del EPP, Carmen Villalba.
“Yo no sé hasta dónde nuestras autoridades llevan esta situación, nosotros no tenemos un 100 (guaraníes) para ofrecer para que nos den oportunidad de entrar ahí; sin embargo, a un gran criminal, un delincuente se le mete en la cárcel. Eso nos duele, nosotros vemos eso, a ellos se les mete, se les lleva y se les muestra a sus familiares, y nosotros entramos para buscar información y eso trancan de nosotros”, puntualizó.
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