El presidente de la Sociedad Paraguaya de Pediatría, Ernesto Weber, alertó sobre la varie­dad de virus en circulación en el país e instó a la vacuna­ción. El pediatra definió como una “calesita” la proliferación de influenza A y B, rinovirus, coronavirus y virus sincitial respiratorio en el ambiente.

Principalmente preocupa el aumento de casos de covid-19 con más 8.000 notificaciones hasta el momento, conforme expresó el doctor Weber. “Hace dos a tres semanas se nos sumó virus sincitial respiratorio que es un virus que ataca mucho a lactantes y menores de un año general­mente. Y a adultos mayores también. O sea que tenemos una calesita de virus dando vueltas”, señaló a la 1020 AM.

Otro problema que está apa­reciendo en los niños es una afectación de manos y pies que no está asociado al virus respiratorio. “Ese es un virus coxsackie o sea síndrome de pie, mano, boca puede dar cualquier virus, pero general­mente está más relacionado al virus coxsackie. También puede dar herpes u otro tipo de virus, pero es un virus tam­bién bastante frecuente en niños pequeños”, mencionó.

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GUARDERÍAS, AFECTADAS POR VIRUS COXSACKIE

En estos momentos las guar­derías están muy afectadas por la circulación de dicho virus, según indicó el profe­sional médico. Explicó que afecta las extremidades, boca, los pies, donde aparecen como lesiones tipo ampollitas que generan mucha moles­tia a los pequeños. El titular de la Sociedad de Pediatría hizo especial énfasis a los padres en acudir a los servi­cios de salud y no usar reme­dios caseros ni medicar por propia cuenta a sus hijos, a fin de evitar situaciones que puedan complicar su estado e inclusive provocar la muerte.

“Yo tengo mis conflictos de intereses ahí, soy itapuense donde se usa mucho las infu­siones caseras, mi abuela nos daba toda la vida. Nosotros somos una cultura donde se usa mucho las infusiones caseras, pero siempre hay que tener mucho cuidado en lo que uno administra”, dijo.

Weber señaló que parti­cularmente suele abordar este tema con las mamás de sus pacientes. “De ninguna manera yo le daría a nin­guno de mis hijos una infu­sión casera que yo no sé lo que contiene. Hay veces que uno compra o alguien te da una botella de gaseosa o algún frasquito que tiene una cosa turbia ahí adentro que no sabés qué tiene”, puntualizó.

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