Los casos de personas desaparecidas en el Paraguay han aumen­tado en los últimos años o al menos se han dado a conocer con más frecuencia. Existen casos de gente cuyo paradero resulta toda una incógnita a pesar de los años.

Si bien muchos casos se logran ubicar a la persona desaparecida, en algunos casos con vida y con final feliz, en otros se encuen­tra un cadáver, al menos se puede cerrar el ciclo y se puede llorar al ser querido. Sin embargo, cuando no hay noticias o no se sabe nada, la incertidumbre y la impoten­cia ganan terreno, haciendo que los familiares vivan siempre en la zozobra y en la eterna espera de saber algo.

Esta celebración por el Día de las Madres en muchas fami­lias se sentirá sombría, dolo­rosa, angustiante y será una fecha de dolor más que de alegría, pues la mujer que se convirtió en madre no puede celebrar la fecha porque el ser que le otorgó “ese título” no está, y lo peor, no saben nada de él.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Desde La Nación/Nación Media, y en homenaje a las madres que pasan por lo mismo, hablamos con Isabel Streski, quien relató cómo desde aquel momento en que se confirmó la desaparición de su hijo su vida se trans­formó en una pesadilla.

Augusto estudiaba la carrera de Medicina, en la Universidad María Auxiliadora (UMAX), de Loma Pytã, Asunción.FOTO: GENTILEZA

Isabel Streski nunca imaginó que el 4 de octubre de 2022 su vida cambiaría por com­pleto luego de que sea con­firmada la desaparición de su hijo Antonio Augusto Streski Manjinski, de 25 años.

El joven cursaba en nuestro país la carrera de Medicina, en la Universidad María Auxiliadora (UMAX), ubi­cada en el barrio Loma Pytã, de Asunción. Hasta hoy día esta madre no tiene noticias del paradero de su hijo y en fechas sensibles como estas solo puede desear volverlo a ver.

Ella nos cuenta cómo con el paso de los años se ha ido centrando cada vez más en seguir la búsqueda de su hijo y, pese al dolor a la par de la indagación, también encuen­tra lugar y espacio para ayu­dar a otras madres y familias que atraviesan por la misma situación.

“Con mucha tristeza e impo­tencia tengo que decir que después de tocar todas las puertas posibles e imposibles en este país, no hay ningún avance con relación a la desa­parición de mi hijo”, lamentó muy consternada por llegar otro Día de la Madre sin saber nada de Augusto.

“Yo sigo buscando y no voy a desistir porque esa es mi labor como madre. Ahora gol­peo las puertas de todas las instituciones internaciona­les, porque ahora mi pedido no es solo por mí, sino tam­bién por otras madres semi­muertas, como yo, a las que nadie hace caso”, dice Isabel al clamar una respuesta.

APOYO DE LAS AUTORIDADES

Teniendo en cuenta el Día de la Madre, Isabel subrayó la importancia de que las auto­ridades también reflexio­nen respecto al impacto que tiene en la sociedad los casos de desaparecidos.

Explicó que no solo se ve afec­tada la madre o padre de esa persona, sino toda la familia, en especial en casos donde no se encuentran motivos apa­rentes del porqué ocurrió el hecho, dejando un vacío que solo es llenado por la impo­tencia de no tener noticias sobre sus seres queridos.

“Quisiera pedir a nuestras autoridades que nos hagan caso, porque seguramente también tienen una madre, y vienen de una familia, y que no esperen pasar por lo que nos está tocando atravesar a nosotros para empezar a hacer algo”, solicitó.

Para aquellos que no creen en los números de desapareci­dos, Isabel comentó que ella puede dejar su teléfono para que vean cómo la gente le con­tacta. “Si piensan que noso­tros estamos agrandando los casos para llamar atención, yo me ofrezco a dejarles mi telé­fono por un día para que ellos mismos reciban las decenas de casos y sientan la impoten­cia de no poder ayudar”, fina­lizó Streski.

Con este relato de amor y búsqueda, Isabel deja firme una vez más la premisa de que para una madre no exis­ten límites cuando se trata de luchar por un hijo, ya que, a pesar de no contar con los medios necesarios ni el apoyo requerido, continúa en la afa­nosa búsqueda con la espe­ranza de encontrar la paz, al reunirse nuevamente con su amado Antonio Augusto.

ONG DE FAMILIAS DE DESAPARECIDOS

Isabel Streski es promotora de la organización de Familias de Desaparecidos en Paraguay, que actualmente cuenta con más de 80 clanes que tienen a un ser desaparecido. La asociación activa la búsqueda a nivel local e internacional de personas de diferen­tes edades reportadas como desaparecidas en Paraguay.

Destacó que el principal desafío con el que las madres con hijos desaparecidos deben de lidiar, según ella, es la falta de interés por parte de las autoridades estatales. Además de esto, deben intentar avanzar con las investigaciones casi por su cuenta, ya que los departamentos encargados de realizar este trabajo care­cen de presupuesto y no cuentan con las herramientas para darle seguimiento a los casos. Piden mayor apoyo de las autoridades para la búsqueda de sus seres queridos.

“El Día de la Madre dejó de ser para nosotras el día más impor­tante del año, primero porque lo que más nos importa no está entre nosotros y no sabemos si lloramos por un cuerpo o por una vida en sufrimiento”, comentó Isabel a LN/NM.

Déjanos tus comentarios en Voiz