Cada 25 de agosto, desde 1967, recordamos el Día del Idioma Guaraní” y hacemos memoria sobre la importancia de nuestra segunda lengua oficial, ya que nos identifica y diferencia del resto del mundo. Para conocer cómo evolucionó el guaraní a través de los años, La Nación/Nación Media conversó con Arnaldo Casco, director de Investigación Lingüística de la Secretaría de Políticas Lingüísticas.

El mismo indicó que la lengua guaraní es una de nuestras mayores herencias culturales, que hasta la actualidad se sigue recreando, evolucionando, reinventando para ser un idioma funcional para la comunicación coloquial, popular, expresando los sentimientos y emociones que nos acercan como paraguayos.

“Es el idioma que nos identifica y nos diferencia del resto del mundo, es la lengua que heredamos de nuestros ancestros, vehículo transmisor de nuestros principales elementos culturales, nuestra música, nuestras comidas típicas, una ronda de tereré, en los encuentros familiares, el guaraní sigue estando muy presente en los momentos emotivos de nuestra existencia como paraguayos”, expresó Casco a LN/NM. Sostuvo que aferrarnos al guaraní, buscar su reposicionamiento social en la vida cotidiana, es apostar a que Paraguay no pierda su identidad”.

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Un dato interesante que aportó Arnaldo Casco es que según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE), el idioma más hablado en Paraguay sigue siendo el guaraní. “Eso sí, y en detrimento de esta realidad lingüística; es decir, desatendiendo a la población mayoritaria guaranihablante, desde la administración del Estado siempre hemos tenido un uso hegemónico del castellano”, refirió.

Seguido mencionó que a partir de los avances en normativas que fueron favorables al guaraní, por ejemplo su condición de idioma oficial, la promulgación de la Ley 4251/10 De Lenguas, la creación de una Secretaría de Políticas Lingüísticas para trabajar la normalización de su uso oficial, además de la existencia de la Academia de la Lengua Guaraní, que se encarga de la normativización de la lengua, en los últimos años se han dado importantes pasos para que el guaraní vaya ganando espacios en ámbitos no habituales de uso.

“Hay antecedentes de leyes, decretos, resoluciones que se han expedido en guaraní; hay mayor visibilidad de su uso escrito, ya sea en cartelería, señalética, logos institucionales, etc.; y aunque exista aún un largo camino por recorrer, se están dando los primeros pasos y la cuestión está en no detenerse, ir avanzando para que el guaraní ocupe ese sitial que alguna vez ocupó, porque durante la época colonial, el uso escrito formal de la lengua guaraní fue algo normal en la provincia del Paraguay”, puntualizó.

LENGUA DE LAS EMOCIONES

Arnaldo Casco realizó un breve análisis acerca de porqué los paraguayos deciden expresar con más intensidad sus sentimientos, sean positivos o negativos, a través del guaraní. “El guaraní, y esto considero por nuestra condición de cultura oral, es una lengua que transmite muchas emociones, es muy expresiva, musical, tiene una tonada muy particular”, dijo.

“El chiste es más gracioso en guaraní porque es la lengua que mejor transmite esas vivencias jocosas que inventamos para reírnos de nosotros mismos. Es fácil sacar expresiones poéticas en guaraní por sus múltiples recursos en imágenes, metáforas, etc. Al mismo tiempo, tampoco es difícil herir hasta los tuétanos porque también tiene múltiples recursos para las groserías, insultos, etc.”, finalizó.

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