Durante la tarde del sábado pasado, una persona se topó con el cuerpo sin vida de una per­sona en un lugar despoblado del kilómetro 16 Acaray, en el departamento de Alto Paraná. El poblador dio aviso a las autoridades que confir­maron que aparentemente serían los restos calcinados de un hombre y que presen­taría rastros de tortura.

Según el reporte policial, el terrible hallazgo se registró en la ciudad de Minga Guazú cuando el poblador se encon­traba limpiando esta parte de su propiedad y se encon­tró con el cadáver. Enseguida llamó al Sistema 911 y agen­tes de la Comisaría 8ª de la ciudad llegaron al lugar para verificar el hecho, luego lla­maron a agentes de Crimina­lística y el Ministerio Público.

El médico forense Hugo Céspedes comprobó que el cuerpo sería de un hombre que estaba con alto nivel de descomposición porque apa­rentemente estuvo expuesto por mucho tiempo a la intem­perie. Además, presentaba signos de tortura, de que­maduras de tercer y cuarto grado, como heridas causadas aparentemente con un arma blanca y tenía un trapo atado en la cabeza.

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Hasta el momento no se pudo constatar la identidad de la víctima fatal por el alto grado de descomposición y se realizará un análisis com­pleto del cadáver para reco­nocer al difunto, en el labo­ratorio forense del Ministerio Público en la ciudad de Asun­ción. Al cuerpo no se le pudo realizar ningún estudio de huella dactilar.

Cabe destacar que según informes preliminares, el cuerpo podría pertenecer al joven Adrián Arzamendia, quien se encuentra desapare­ció desde el pasado 4 de enero y sus familiares están muy pendientes de los resultados de los estudios que realizará el Ministerio Público, para con­firmar la identidad del cadá­ver. El caso está a cargo del fis­cal Juan Daniel Benítez.

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