Los vendedores de pelotas de la ciudad de Quiindy, departa­mento de Paraguarí, aprove­charon estos días santos para vender, apostados en puntos de venta disfrazados de per­sonajes como Quico y el Cha­pulín, así como también de superhéroes como Batman y Spiderman.

Aseguran que esta es una estrategia de venta, ya que genera la atracción de las per­sonas que pasan por el lugar, sobre todo de los más peque­ños, quienes piden las pelotas o algunas fotos con los perso­najes. Ubicada a poco más de 100 km de Asunción, Quiindy es famosa por la fabricación de pelotas y los vendedores men­cionaron que actualmente, el precio de las mismas sufrió un aumento, pero cuentan con varias opciones, desde las más económicas de 20.000 guaraníes hasta las más caras de 130.000 guaraníes.

Jorge Barrios es Batman y Ariel Fretes es Spiderman.FOTO:JORGE JARA

LOS PERSONAJES

Alberto Quiñónez tiene 25 años y se dedica a la venta de pelotas, disfrazado de Quico. Resaltó ser el pionero de los disfraces para atraer la aten­ción de los clientes. “Decidí vestirme de este personaje hace 5 años por llamar la aten­ción de los niños, incluso de los adultos. Las personas que pasan se quedan a tomarse fotos con el personaje”, indicó a La Nación/Nación Media.

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Alberto comentó que el año pasado se recibió de docente, está en el último año de dere­cho, es concejal de la ciudad y en mayo recibe otro título, el de ciencias políticas. Así tam­bién, recordó que con el Chavo había empezado el tema de los disfraces, pero que después se sumó el Chapulín, Ariel Britos, de 17 años, con quien actualmente ejercen la dupla de Quico y Chapulín en el km 111, al lado de chipas Kati.

A unos metros, otro puesto de venta de pelotas ofrece la magia de los superhéroes como Batman y Spiderman. Jorge Barrios, de 29 años, disfrazado del caballero de la noche, cumplió un año con el disfraz y lo acompaña Igna­cio Fretes, de 17 años, como Spiderman.

Barrios dijo que la idea sur­gió con la pandemia. “Fuimos muy afectados y desarrolla­mos esto para llamar la aten­ción de la gente, para que los chicos puedan entretenerse de esa manera con nosotros y así tratar de vender. Algu­nas personas no compran las pelotas, pero se sacan fotos y dan propinas, siempre tenés una estrategia de entrada”, afirmó a LN.

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