• Por Paul Fernández
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Paraguay sigue con­tando con uno de los niveles más bajos de consumo de huevo per cápita en la región y, según refe­rentes del sector, esto esta­ría ligado a una falta de cul­tura. No obstante, a pesar de este factor negativo, se con­vierte en una oportunidad de crecimiento teniendo en cuenta el alto potencial en el país. “El huevo es el alimento de moda”, dijo a La Nación/ Nación Media Néstor Zarza, presidente de la Asociación de Avicultores del Paraguay (Avi­par); sin embargo, el consumo en el país sigue siendo bastante bajo. Según los datos del gre­mio, Paraguay estaría alcan­zando solamente un nivel de 170 huevos per cápita, ubicán­dose por debajo de los países vecinos e incluso en la región.

El referente del gremio indicó que existe una gran diferencia con los países de la región, lo que significa que existe gran margen de crecimiento que podría ser aprovechado por los productores. Los datos recolectados por La Nación indican que México ocupa el primer lugar en consumo con 378 huevos per cápita seguido de Colombia con 291, Argen­tina con 284, Uruguay con 247, Brasil con 242, Chile con 240, Bolivia con 204 y Paraguay, en el último lugar, con 170.

Por su parte, Gustavo Care­aga, presidente interino de la Asociación Paraguaya de Productores Pymes de Hue­vos (APPPH), señaló a LN que el problema del país radica en la cultura debido a que no se introduce el huevo en el desa­yuno o en otro alimento, como en los demás países. “En Para­guay tenemos bajo consumo por la cultura, no tenemos cultura de incluir huevo en el desayuno”, recalcó.

Añadió que en las naciones vecinas se instalaron institu­tos del huevo mediante los cua­les promocionan el producto, además de aplicar promocio­nes en fechas importantes con la intención de incentivar el consumo. Consideró que utili­zando dichas herramientas se podría potenciar la producción y alcanzar un mayor nivel de consumo de huevo en Paraguay.

Zarza sostuvo que en Para­guay existen al menos 6 gran­des industrias que se dedican a la producción de huevo, que en conjunto logran producir unos 3 millones de forma diaria, con una población de aves que ori­lla también los 3 millones. En el caso de las pymes, las mis­mas alcanzan 140 pequeñas granjas que aportan cerca de 600.000 huevos por día, con una población en torno a las 800.000 cabezas.

Para el sector, existe un amplio margen y potencial de creci­miento, ya que el consumo sigue siendo bajo y, de lograr un salto importante, repercu­tiría de forma positiva para las granjas. Teniendo en cuenta las complicaciones registradas durante el 2023 por los casos de influenza aviar, el titular de Avi­par afirmó que si bien no afectó de forma directa en la produc­ción, sí generó dudas en cuanto a las inversiones debido a que existían planes de ampliación de establecimientos o apertura de nuevas granjas.

Además del bajo consumo que podría potenciarse, Zarza añadió que hay importantes perspectivas de crecimiento en el segmento, ya que apa­rentemente se abrirían nue­vas granjas en el país que derivan, específicamente, de establecimientos que se dedicaban a la producción de pollo que pasarían al sector de huevo, debido a la baja rentabi­lidad de la carne. En tanto que Careaga coincidió con el titular de Avipar y aseguró que en el rubro de pymes también están experimentando un aumento en la cantidad de productores y este año prevén que seguirá aumentando, lo que contri­buirá a incrementar la oferta en el mercado local.

Según Avipar, la producción de huevo podría llegar a cre­cer en torno al 10 % durante este 2024, dado el traspaso de granjas de engorde a pro­ducción de huevos y la mayor inversión de parte de nuevos productores. Añadió que en el 2012 la producción diaria ori­llaba los 2 millones, mientras que en la actualidad alcanza los 3,5 millones, un aumento de más del 80 %.

Este sector es sumamente importante para la generación de empleos que, según los datos aportados por ambos gremios, la cantidad de mano de obra que emplea de forma directa supera los 8.400. En el caso del empleo indirecto afirma­ron que es difícil contabilizar debido a que incluye al perso­nal de logística, infraestruc­tura, entre otros.

Si bien durante este periodo el precio de este producto generó muchos cuestionamientos, Zarza mencionó que se man­tiene estable el resto del año. Explicó que generalmente, a inicios de cada año, los pre­cios suben y no solo se debe al aumento de la demanda sino, principalmente, a la menor producción registrada.

Aseguró que con las compli­caciones del clima, con un alto nivel de calor habitual de esta época, la producción se ve afec­tada en gran porcentaje, pro­vocando una menor oferta y mayores costos de producción. “No tenemos una temperatura estable, tenemos mucho calor, calor húmedo o seco y afecta la fisiología de las aves y entonces eso repercute en la producción haciendo que se reduzca la can­tidad de huevos”, dijo Careaga.