La cantante canadiense Céline Dion (56) fue el broche de oro en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024, este viernes último. La intérprete, que no se había presentado en el escenario desde 2020 debido a problemas de salud, interpretó el famoso “Hymne à l’amour” o “Himno al Amor” de Edith Piaf desde el primer piso de la Torre Eiffel.
Dion, quien ya había actuado en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, sorprendió a todos con su regreso. Ella se alejó de los reflectores porque sufre el Síndrome de la Persona Rígida (SPR), un trastorno neurológico incurable que le fue diagnosticado en diciembre de 2022. Y en el reciente documental “Je suis: Céline Dion”, se la muestra luchando contra el dolor y los espasmos.
A pesar de su diagnóstico, Dion se mostró decidida a regresar a los escenarios. En junio, comentó a NBC: “Voy a volver al escenario, aunque tenga que arrastrarme. Aunque tenga que hablar con mis manos, lo haré”. Y la famosa demostró que querer es poder.
Céline Dion, con su inconfundible voz, hizo vibrar París y al mundo entero durante la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos. Interpretando “L’hymne à L’Amour” bajo la majestuosa Torre Eiffel, tras su muestra artística su nombre fue tendencia global.
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Desafíos
Dion cuenta con una larga carrera, que abarca varias décadas, ha vendido más de 250 millones de álbumes y ha ganado dos Grammys por su interpretación de “My Heart Will Go On”, la emblemática canción de “Titanic” (1997).
La rara patología neurológica que padece ha obligado a Dion a retirarse de su carrera, pero su presencia en el evento olímpico fue un momento significativo. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, expresó en X: “Céline ha superado muchos desafíos para estar aquí esta noche. Es maravilloso verte cantar de nuevo”.
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