La nicaragüense Sheynnis Palacios se coronó este sábado como la mujer más bella del mundo en la 72 edición del certamen de Miss Universo, celebrado este año en San Salvador y que por primera vez incluyó a concursantes casadas, de talla grande y a dos mujeres transgénero. Flanqueada por la tailandesa Anntonia Porsild como primera finalista, Palacios, de 23 años, recibió la corona y la banda por parte de su antecesora, la estadounidense R’Bonney Gabriel.

Esta es la primera vez que Nicaragua gana el concurso, en la que la australiana Moraya Wilson quedó como segunda finalista. Palacios, que considera la humildad y la gratitud por las pequeñas cosas como sus principales cualidades, triunfó entre 84 concursantes que durante una semana estuvieron en competencias preliminares en traje de baño, vestidos de noche y tradicionales.

La representante de Nicaragua destacó en la pregunta final del jurado la importancia de la igualdad salarial para que las mujeres puedan “trabajar en cualquier área”. “No hay límite para la mujer”, dijo.

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Cada participante desfiló bajo el aplauso del público en un escenario montado en el recién renovado Gimnasio Nacional “Adolfo Pineda”, en el oeste de la capital salvadoreña. Durante la gala, a la que asistió el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, los organizadores anunciaron que la próxima edición se realizará en México.

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Una madre en el top 5

La colombiana María Camila Avella, de 28 años, se convirtió en la primera madre en la historia del certamen en quedar entre las cinco finalistas. Avella, quien tiene una hija, se mostró especialmente preocupada en evitar el abuso de menores y el embarazo infantil. Además de la colombiana, Michelle Cohn, de Guatemala, fue la otra madre que participó en el concurso de belleza, en un intento de la organización por hacer más inclusivo el certamen.

Al top-20 llegaron la representante de Portugal, la transgénero Marina Machete; y la concursante de Nepal, Jane Garret, la primera candidata ‘plus size’ en Miss Universo. Además de Machete, también participó una segunda mujer transgénero, la representante de Países Bajos, Rikkie Valerie Kolle.

El 9 de noviembre, mientras las concursantes estaban preparándose, se declaró en bancarrota la empresa que posee la marca Miss Universo, perteneciente a la magnate de los medios de comunicación y defensora de los derechos transgénero Anne Jakapong Jakrajutatip.

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¿Maquillaje”

Esta es la segunda ocasión en que El Salvador acogió un Miss Universo. La primera vez fue 1975. “El Salvador ha cambiado para siempre y lo hemos demostrado una vez más”, dijo Bukele, al referirse a los efectos de su ofensiva contra las pandillas, que antes aterrorizaban ciudades y comunidades enteras en todo el país.

La política de seguridad de Bukele goza de gran popularidad en el país y tiene como punta de lanza un régimen de excepción que permite detenciones sin órdenes judiciales, cuestionado por grupos de derechos humanos. “Gracias por elegir ser parte del renacimiento de El salvador, pero esto apenas comienza”, afirmó el presidente, quien buscará la reelección presidencial en las elecciones de febrero próximo.

Poco antes del concurso, unas 300 personas, familiares de detenidos bajo el régimen de excepción, se manifestaron en San Salvador para denunciar el concurso como un “maquillaje” para tapar violaciones a derechos humanos. Bajo el régimen de excepción, las autoridades han arrestado a más de 73.000 presuntos pandilleros. Más de 7.000 inocentes han sido liberados.

Fuente: AFP.

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