Como una de esas interminables novelas turcas, tal parece que el Wandagate aún tiene para rato. Tras estallar una segunda bomba, al revelarse que sí hubo un encuentro “face to face” entre Mauro Icardi y la China Suárez casi en las narices de Wanda, resulta que hoy el futbolista está de vuelta haciendo campaña para que su mujer lo perdone, una vez más.

En sus redes sociales, el jugador del PSG, quien reabrió su cuenta de Instagram, sube fotos con ella como si no pasara nada en la familia, como si todos estuvieran felices y contentos. Pero su esposa prefiere mantenerse cauta, reservada y no hacer por el momento ninguna referencia a la crisis matrimonial, al menos no en Instagram, y no sube ninguna imagen en la que salga Mauro. Sí comparte diariamente otro tipo de contenido, especialmente relacionado con su trabajo de modelo e influencer, con sus niños y selfies de ella sola dando las coordenadas sobre su ubicación y actividad.

¿Pero qué está pasando realmente en el seno de la familia Icardi-Nara en este momento?. Desde Argentina nos llegan a cada minuto detalles de este triángulo amoroso, tema central diario de los programas faranduleros del vecino país. La dueña por excelencia de las primicias relacionadas a este sonado caso es Yanina Latorre, con quien Wanda mantiene un diálogo permanente desde que se desató este escándalo a mediados de octubre.

La panelista de Los Ángeles de la Mañana relató lo que le dijo la rubia empresaria sobre su reencuentro con Icardi, tras retornar a París después de haber estado una semana sola en Milán: “Él no quiere separarse”, le contó Wanda a Latorre, explicándole que volvió a la capital francesa para ver a sus hijas. Como Francesca e Isabella son chicas y no están al tanto de la crisis de sus padres, ellos buscan mantener su rutina familiar, según señaló.

A juzgar por los últimos posteos de Mauro, al parecer la pareja estarían tratando de arreglar su situación, rodeada del afecto de sus hijos. El fin de semana, el jugador tuvo un día libre y toda la familia voló en avión privado hasta la casa de campo que tienen en Milán, al parecer buscando un refugio para encontrar paz en medio de la tormenta.

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Él subió una romántica foto con su esposa, junto al fuego, en una idílica tarde de otoño, una imagen que dejó más que confundidos a sus seguidores. Para Yanina Latorre, Wanda y Mauro sí están atravesando por un momento muy complicado, y opinó que “él es un inmaduro”, por seguir posteando fotos como si nada hubiera sucedido.

Por su parte, Wanda se dedicó a compartir solo algunas imágenes de su cálido pero lujoso hogar, asentado en un pueblo de 15 mil habitantes llamado Galliate, a 50 minutos de Milán. El precio de este inmueble en la campiña italiana rondaría los 2,2 millones de euros. “De los lugares que más paz me provocan… mi casa de campo”, escribió la modelo y empresaria en una de sus stories.

Al día siguiente el deportista retornó a París para entrenar con el PSG, mientras que ella se quedó en Italia junto a sus hijas, a quienes se sumaron los tres varones que terminaron sus vacaciones con Maxi López.

El futbolista y su esposa llamaron a la panelista ayer a última hora de la tarde y la comunicación duró dos horas: “Me confesó todo. Habló bien, sereno. Él tiene las cosas claras, quiere seguir con su matrimonio. Me dijo que la ama a Wanda”, dijo Yanina Latorre y reprodujo las palabras del futbolista: “Yo reservé la habitación a nombre del polista, le regalé la camiseta del PSG. Pero acá hay un problema: ¿si Wanda no te lo dijo a vos, esto lo está pasando la China y ella quiere seguir teniendo quilombo”, contó Latorre en la emisión de hoy, en LAM.

“Estaban preocupados”, reveló. Dijo que Mauro le pidió explicaciones y quería saber quién le había contado los detalles de aquel encuentro con la actriz el fin de semana del 25 y 26 de septiembre. La esposa de Diego Latorre había informado en el programa de televisión que la noche que Mauro fue al hotel Le Royal Monceau, su cuñado, Jakob von Plessen, marido de Zaira Nara, se quedó esperándolo en el auto.

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“La data que conté es absolutamente real. A Wanda y Mauro les preocupó porque solo lo sabían cuatro personas: la China, Wanda, Mauro y Jakob. Cinco conmigo. Es decir, que uno de ellos tiene que haber hablado”, aseguró la panelista quien dijo que pudo acceder a la información a través de un hombre que dijo ser petisero, un entrenador de caballos.

Lo cierto es que la historia está cada vez más confusa, pero tal vez la diva de la televisión, Susana Giménez, pueda arrojar un poco de luz en la entrevista exclusiva que le hará a Wanda Nara, el 18 de noviembre próximo. Será un especial de cuatro días en la mansión donde viven la empresaria y su familia en la Ciudad Luz, según cuentan los medios argentinos.