La reina Letizia fue a entregar un premio (que lleva su nombre) y se encontró con que una de las premiadas tenía un vestido idéntico al de ella y se rieron juntas. La madre de Elon Musk fue y es una bella modelo. Mónaco se vistió de moda con Chanel y Meghan fue cancelada por Netflix.

Si hay algo que todas las mujeres del mundo temen cuando se tiene un compromiso especial es coincidir con otra invitada en el look. Y más aún cuando las dos muje­res que llevan la misma vestimenta deben estar juntas en un acto o fiesta. Y ni siquiera nos atrevíamos a pensar en eso, además cuando una de las mujeres “mellizas de look” es nada menos que la reina Letizia de España que iba a entregar un premio que lleva su nombre en la ciudad de Mérida y se topó con que la premiada tenía puesto el mismo vestido de mango que además es particularmente llamativo por ser bicolor, en blanco y negro.

¿Cómo lo tomó la reina? Parece que muy bien, ya que al entregar los “Premios Reina Letizia 2021″, uno de los galardones era para la catedrática de Derecho Civil de la Universidad de Sevilla, Inmaculada Vivas, que iba exactamente igual vestida que ella. Así las cosas, aunque Letizia tiene un vestidor “de Reina”, ya vemos que cualquier mortal, como la catedrática, ha pagado los 49 euros que sale el vestido y Letizia la ha abrazado con ganas ante el gesto tímido de la profesora como diciendo “¡He metido la pata!” justo a ella se le habría ocurrido comprar el vestido y ponérselo para el acto. Sin embargo, la reina ha acercado riéndose a Inmaculada Vivas, que ha recibido una mención especial en la categoría de investigación por su trayectoria profe­sional en el trabajo de las personas con discapacidad, y ha festejado la coincidencia con muchas risas y alegría, qui­tándole al momento todo dramatismo.

Todos están hablando de Elon Musk (50) que no sólo es noticia por la com­pra de Twitter. Esta semana ha vuelto a ser noticia top pero por algo muy diferente. Es que apareció en la gala del MET orgulloso del brazo de la que para él es –como dice siempre– su “única heroína”. Se trata de Maye Musk, su madre. La mujer que a los 74 años se ve elegantísima y todavía la contratan para trabajar como modelo, es una mujer que ha sabido supe­rar difíciles circunstancias de la vida y criar sola a 3 hijos con los que huyó de Sudáfrica, escapando de un matri­monio violento y doloroso. Maye es de origen canadiense y llegó a Sudá­frica en 1950 con sus padres, Joshua y Winnifred Haldeman, quiroprácti­cos y aventureros, se establecieron en Pretoria con sus cinco hijos.

A los 15, empezó a trabajar como modelo en la agencia de una amiga de su madre y estudiaba Dietética. A los 20 años fue finalista de Miss Sudáfrica y se casó a los 21 con Errol Musk, un brillante ingeniero sudafricano que hizo dinero en los negocios de la construcción y la minería de esmeraldas. La pareja tuvo tres hijos en tres años: Elon, Kimbal y Tosca. La vida con él fue un infierno dice ella y hasta 1981 no pudo divorciarse luego de soportar palizas. Elon dijo de su padre que era un “ser humano malvado. Planeaba el mal”. Luego emigró a los EEUU donde sus hijos alcanzaron (especialmente Elon) un nivel impensado de fama y dinero.

“Nunca les traté como niños dependientes. Jamás les dije qué debían estudiar, no comprobaba si tenían debe­res o los habían hecho, porque esa era su responsabilidad”, dijo. Además de Elon, que la mima, tiene a Tosca (47) productora y directora de cine y TV. Y Kimbal (49) empresario, dueño de varias empresas, entre ellas Zip2, empresa de software que en 1999 compró Compaq por 307 millones de dólares. Maye dejó de teñirse las canas cuando tenía 59 años, mucho antes de que se pusiera de moda. A los 62 posó desnuda en la portada de la revista New York y ha aparecido hasta en videoclips de Beyoncé.

Una verdadera “cumbre de la moda” se vivió el jueves pasado en el icónico Monte-Carlo Beach Hotel, donde la Maison Chanel mostró en un desfile a orillas del Mediterráneo la colección Crucero 2022-23. Las dueñas del estilo fueron las bellas integrantes de la familia Grimaldi, con la siempre elegantísima Carolina, su hija Charlote, imagen de Chanel y, muy bien acompañada por su consuegra Carole Bouquet, la actriz francesa cuyo hijo se casó con Carlota. Carolina y Carole posaron juntas con su estilo particular, con prendas relajadas de la casa, pero con accesorios que lo hacen todo a la hora de brillar. Las perlas y cadenas características de la maison completaron el look de Carolina con una chaqueta de tweed y un pan­talón culotte original en blanco con calados.

Carole fue más clásica, con una camisa blanca y un pantalón de pata ancha original y aros, brazaletes y anteojos de Chanel. Carlota derro­chó glam con un con­junto de campera corta y pantalón de jean con el “acolchado” típico de la maison, que lucía impecable. No falta­ron su cuñada Tatiana Santo Domingo y la hija de Estefanía Pauline Ducruet apasionada de la moda ha aprove­chado la ocasión para asistir al desfile ofre­cido en ese entorno de ensueño. La colección, aplaudida por Sofía Coppola y muchas socialités europea, abundó en referen­cias a las vacaciones de medio tiempo de la época de madame Cocó en paseos en barco y baños de mar. Colores icónicos como el blanco y negro, fram­buesa, rosas de todas las tonalidades y deta­lles en tonos neutros sin olvidar el eterno jean tratado como si fuera género de alta costura.

Esta semana Netflix anunció que se cancelaba la primera serie de Meghan Markle para dicha plataforma debido a los recortes económicos implementados por la compañía a causa de las pérdidas por la baja de contratos. Reed Hastings, con­sejero delegado de Netflix, aseguró en setiembre del 2020 que el acuerdo de la duquesa y el príncipe Harry daría lugar a “algunos de los contenidos más emocionantes y más vistos del año que viene”. Nadie es inmune a los recortes de Netflix, el gigante del streaming que ha perdido 200.000 suscripto­res y cuyas acciones han caído el en abril pasado.

Ni siquiera Meghan Markle y el príncipe Harry. La plataforma ha can­celado Pearl, una serie de animación que sería la primera en estrenarse como resultado del acuerdo con Netflix de Meghan y Harry, según ha informado Deadline. Pearl fue creada por Meghan a través de Archewell Productions, la empresa creada dentro del marco de Netflix en otoño del 2020 para generar toda la programación de los Sussex para la plataforma.

La serie, anunciada como una serie familiar sobre las aventuras de una niña de 12 años que interactúa con algunas mujeres históricas destacadas, ha sido producida por Meghan junto con David Furnish, el marido de Elton John y amigo de Harry desde hace mucho tiempo. “Al igual que muchas niñas de su edad, nuestra heroína Pearl está inmersa en un viaje de autoconocimiento mientras trata de superar los desafíos de la vida diaria”, explicó Meghan el verano pasado a través de un comunicado. Por ahora, tendrá que esperar.