Por David Sánchez, desde Tallin (Estonia), X: @tegustamuchoelc (*).

En el marco del Festival de Cine PÖFF en Tallin, tuvimos la oportunidad de hablar con Boris Guts, director de “Deaf Lovers”. Su nueva película explora la compleja relación entre Sonya, una joven ucraniana, y Danya, un chico ruso, quienes intentan construir un futuro juntos en Estambul mientras lidian con los ecos de la guerra y sus propias contradicciones internas.

Boris nos compartió que la inspiración para “Deaf Lovers” vino de dos experiencias muy personales. “Una de mis mejores amigas, ucraniana, estaba casada con un ruso. Eran una familia hermosa con dos hijos, pero en abril de 2022, tras el inicio de la guerra, se divorciaron. Fue doloroso ver cómo el conflicto político destruyó algo tan íntimo. Quise salvar su relación, pero no pude”, confesó el director.

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Además, la película nació del impacto emocional que tuvo en él una canción turca de duelo que escuchaba cada semana en Estambul, su refugio tras huir de Rusia. “Esa melodía simboliza las vidas perdidas y la incapacidad de escuchar al otro, un tema central de la película”, añadió.

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Un proyecto internacional

La película, que no muestra directamente la guerra, pero la hace resonar en el fondo, fue un desafío logístico y emocional. “Tuvimos un equipo internacional: luces de Georgia y Armenia, sonido de Ucrania, actores de Rusia, todo hecho en Turquía. Fue un esfuerzo colectivo en medio de muchas dificultades”, explicó Guts. A pesar de su nacionalidad rusa, tanto él como su equipo enfrentaron críticas y amenazas. “Recibí mensajes como ‘quémate en el infierno’ solo por hacer esta película. Pero “Deaf Lovers” no toma partido; es un grito por la empatía y el diálogo”, expresó.

Estambul: ciudad de gatos y contrastes

La elección de Estambul como escenario no fue casual. “Es una ciudad de muchas capas, donde Oriente y Occidente se encuentran, un reflejo de los personajes. También está llena de gatos; ellos son espontáneos, como la vida misma, y eso aporta una naturalidad especial al filme”, comentó Guts. Esta autenticidad fue clave en escenas memorables, como aquella en la que un gato se roba el protagonismo en un momento crucial.

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Controversia y valentía

Estrenar en Tallin fue un acto de valentía, dado que “Deaf Lovers” enfrentó la oposición de varios sectores, incluido el Ministerio de Cultura de Ucrania. “El equipo del festival defendió la película con firmeza, algo que agradezco profundamente. La censura nunca es la respuesta”, declaró el cineasta. Sobre la recepción, Guts fue claro: “No hago películas para ser amado u odiado, sino para decir lo que no puedo callar. La reacción del público no es mi responsabilidad”.

Mirando hacia adelante

Finalmente, al preguntarle sobre sus próximos proyectos, Guts prefirió no dar detalles, aunque aseguró que no estará relacionado con la guerra. “Prefiero que el futuro hable por sí mismo”, dijo con una sonrisa. Mientras tanto, “Deaf Lovers” sigue abriendo conversaciones en festivales internacionales, demostrando que incluso en los tiempos más oscuros, el arte puede tender puentes entre lo aparentemente irreconciliable.

* David Sánchez es un periodista franco español afincado en Toulouse, centrado especialmente en cine iberoamericano, miembro de la crítica internacional Fipresci. Sitio: https://www.tegustamuchoelcine.com.

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