Por Carlos Miguel Giménez, carlos.gimenez@nacionmedia.com.
El artista español Rubén Mañás ofreció en Asunción una demostración de la técnica coreana de cerámica moon jar o jarrón lunar, que tiene más de 500 años y se ha convertido en un ícono nacional de Corea del Sur. La Embajada de Corea presentó ayer martes la “Noche de cerámica coreana” en el estudio de Hive Coworking, donde fue posible conocer el paso a paso del trabajo que convierte la arcilla en un espléndido y simétrico jarrón ancho, en apenas 20 minutos, sin incluir la cocción.
“La cerámica representa nuestros valores fundamentales, como la estética, la honestidad, porque la cerámica es una pieza honesta porque todo lo que uno hace con la mano se refleja de forma directa; y también refleja nuestra filosofía de hacer bien las cosas, en forma disciplinada, en forma estéticamente bella, pero también lo interior. Lo que se ve adentro es lo más importante, lo que vale es el interior. Tener fuerza interior para que eso se refleje después en lo exterior”, explicó Silvia Jung, asesora política y económica de la Embajada de Corea, al ofrecer una introducción en la velada.
El jarrón luna surgió en la era Joseon (1392-1910), tras finalizar la dinastía Koryo. Siglos después, inspiró la forma del pebetero de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang 2018, y este arte volvió a ponerse de moda. Por esa misma época, en el 2018, Mañás hizo caso a un amigo de Barcelona (España) para cambiar de profesión y acudir a una escuela alfarera. “Entonces, me dio la oportunidad, dije que sí, y ahí cuando empecé, quise empezar a formarme, me formé mucho”, comentó el artista en diálogo con La Nación/Nación Media.
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“Conecta mucho”
“En el 2020 hice mi primer viaje a Corea, y ahí fue que vi el moon jar por primera vez y dije: ‘Tengo que dominar esto, tengo que aprender a hacerlo bien’. En el 2022 fue ya mi primer viaje para aprender”, recordó Mañás, que estuvo en tres ocasiones estuvo en Corea y se formó bajo la tutela del prestigioso maestro de cerámica Yoo Sung en Corea del Sur, así como en otras instituciones alfareras en España. La cultura coreana también inspiró su nombre artístico: Rukoryo, que une la primera sílaba de su nombre con el de la dinastía coreana mencionada.
¿Qué fue lo que impresionó tanto del moon jar a Rubén Mañás? “Creo que la forma en sí, al principio, porque veía muy difícil hacer una arcilla muy grande, perfecta, y me constaba entender cómo se hacía. Fue eso lo que me atrajo más, y luego, en el primer año que fui a Corea, y me explicaron cómo era, ahí fue que me atrapó directamente, cuando me explicaron cálculos y todo eso”, comentó el ceramista.
“Conecta mucho porque se asemeja mucho con el cuerpo y se asemeja mucho con las matemáticas, o sea, el moonja perfecto tiene unas medidas que todas ellas se tienen que respetar, tanto internas como externas, y para hacer esa forma perfecta no se hace el jarrón y ya está, tiene unos cálculos que se tienen que hacer”, agregó el artista, que inició en Paraguay una gira que abarcará Argentina y México con esta misma demostración.
Arcilla paraguaya
Por otra parte, el visitante español comentó un poco sobre sus siguientes objetivos tras este tour, apuntando para navidades y en un año más. “Tengo una espinita en el corazón, que quiero hacer mi propia obra. Entonces quiero estar un tiempo, sea el que sea, trabajando en mis moon jar, dándoles cariño, y tomarme el tiempo para producir estas obras”, refirió a La Nación.
Durante poco más de una semana de estadía en el país, Mañás dio clases en el Taller Tessi Meraki, visitó el horno Noborigama de la Asociación de Artesanos Aregüeños, creó algunos moon jar que quedan acá y conoció Paraguay. “Visitando Noborigama en Areguá. Aquí se encuentra el horno más grande de toda Sudamérica. Impresionante ver lo gigante que es, las paredes por dentro y toda su estructura. Gracias a toda la gente que estaba trabajando y pararon para hacernos una visita guiada por todo el lugar, desde cómo hacen sus propias pastas, el reciclado, el trabajo en el torno, cómo funciona el noborigama, los eventos sociales”, compartió a través de Instagram.
Paraguay marcó la primera visita a Sudamérica de Rubén Mañás, luego de la demostración de moon jar, ofreció este balance a LN: “De verdad estoy encantadísimo, era una cosa que no me esperaba, cómo me han acogido, cómo me han cuidado. En general todo, todo muy bien. De verdad, me llevo un buen sabor de boca de Paraguay, es increíble, no tengo palabras. En Areguá también impresionante, conocer Noborigama, conocer cómo trabajan aquí, la arcilla me pareció bastante similar a España, pero es diferente. Y lo que es la gastronomía. Paraguay me ha encantado”.