La cantante irlandesa Sinead O’Connor, fallecida a los 56 años, era conocida por sus canciones apasionadas, pero también por su apego al escándalo y su temprana denuncia de los abusos sexuales en la Iglesia católica. A lo largo de una carrera que alcanzó su apogeo en los años 1990, la cantante, reconocible por su cabeza rapada, sacó 10 álbumes en solitario, desde “The Lion and the Cobra” (1987) hasta “I’m Not Bossy, I’m the Boss” en 2014. Tocó numerosos estilos, desde la música tradicional irlandesa hasta el blues, pasando por el reggae.

Sinead O’Connor nació el 8 de diciembre de 1966 en Dublín y tuvo una infancia difícil, víctima según decía de abusos “sexuales, físicos, psicológicos, espirituales, emocionales y verbales”. Aquejada de cleptomanía, fue detenida varias veces y enviada a un reformatorio gestionado por la Iglesia católica, donde una monja la animó a cultivar su pasión por la música y le compró una guitarra.

O’Connor empezó cantando en las calles y en los pubs de Dublín, donde la necesidad de hacerse oír en medio del ruido la ayudó a desarrollar una poderosa voz. A los 20 años se mudó a Londres y registró su primer álbum, cuando estaba embarazada de su primer hijo. Para su sorpresa, la casa discográfica le pidió que “feminizara” su aspecto.

“Me invitaron a almorzar y me dijeron que les gustaría verme con faldas cortas y botas, y que me dejara crecer el pelo”, contó al diario The Daily Telegraph en 2014. Poco después, la cantante pidió a un joven peluquero griego que le rapara la cabeza. “Él no quería hacerlo, estaba casi llorando. Pero yo estaba encantada”.

La cárcel o la música

Su primer álbum “The Lion and the Cobra” causó sensación nada más salir. Le siguió tres años más tarde “I Do Not Want What I Haven’t Got”, que contiene la canción que la hizo famosa: “Nothing Compares 2 U”, escrita por Prince. “Supongo que debo decir que la música me salvó”, reconoció la artista en 2013. “Era o la prisión o la música. Tuve suerte”.

La cantante se hizo también célebre por sus posicionamientos en favor de las mujeres y su denuncia de los abusos sexuales en la Iglesia católica irlandesa. En 1992 denunció los abusos contra niños en la Iglesia rompiendo una foto del papa Juan Pablo II durante la emisión estrella de la televisión norteamericana Saturday Night Live.

Por entonces aún no habían salido a la luz los miles de casos de niños y adolescentes víctimas de abusos sexuales cometidos por sacerdotes en Irlanda entre los años 1960 y 1990. En 1999 dio que hablar de nuevo cuando una iglesia irlandesa disidente la ordenó “sacerdotisa”. Años más tarde, en 2018, anunció que se había convertido al islam.

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A los quince años, mientras acudía a una escuela-reformatorio, Sinéad grabó una canción para una banda, aunque no prosperó. Foto: Archivo

Reggae

A partir de mitad de los años 1990, su éxito empezó a declinar, y sus álbumes ya no fueron tan bien recibidos. Y mientras luchaba por la custodia de su hija Roisin, sus problemas personales empezaron a hacer más ruido que su música. En 2003 decidió parar su carrera musical, pero dos años más tarde sacó un álbum reggae, tras una estancia en Jamaica: “Throw Down Your Arms”.

Casada en cuatro ocasiones, Sinead O’Connor tuvo cuatro hijos, el último de ellos nacido en 2006. Su último álbum salió en 2014. “I’m Not Bossy, I’m the Boss” fue saludado por la crítica, pero a mitad del año siguiente anuló todos sus conciertos por “agotamiento”.

En los últimos años se prodigó en las redes sociales, amenazando a sus antiguos socios con llevarlos ante la justicia y hablando de sus problemas de salud física y mental e incluso de sus pensamientos suicidas. En 2022, su hijo Shane, de 17 años, puso fin a sus días. Su muerte fue un tremendo golpe y la cantante fue hospitalizada tras decir en redes sociales que se planteaba también suicidarse.

“No sospechosa”

“La policía recibió una llamada a las 11:18 (10:18 GMT) del miércoles 26 de julio para informar de una mujer inconsciente en una dirección residencial en el área SE24″, un código postal del sureste de la capital británica, informó Scotland Yard.

“Una mujer de 56 años fue declarada muerta en el lugar (...) La muerte no se considera sospechosa”, agregó sin precisar su nombre, como dicta el reglamento policial en el Reino Unido. La familia de la cantante, nacida en el condado de Dublín y autora de 10 álbumes, había anunciado su fallecimiento la víspera a medios irlandeses.

“Con gran tristeza anunciamos el fallecimiento de nuestra querida Sinead. Su familia y amigos están devastados y piden privacidad en este momento tan difícil”, indicaron en una declaración difundida por la radiotelevisión pública irlandesa RTE. O’Connor alcanzó fama mundial en 1990 con la canción “Nothing Compares 2 U”, escrita por Prince. Sus dos primeros álbumes, “The Lion and the Cobra” y “I Do Not Want What I Haven’t Got” fueron grandes éxitos comerciales.

La irlandesa, que en 2018 anunció su conversión al islam, dio también que hablar con una serie de polémicas. Dijo que había sido maltratada por su madre durante su infancia y criticó enérgicamente a la Iglesia católica, a la que acusaba de no haber protegido a los niños víctimas de abusos sexuales a manos de religiosos. En 1992 rompió ante una televisión norteamericana un retrato del papa Juan Pablo II.

En 1999 protagonizó otra polémica cuando una iglesia irlandesa disidente la ordenó sacerdotisa. Reconocible por su cabeza rapada, la cantante desapareció después poco a poco de los focos, aunque en 2005 regresó con su álbum reggae “Throw Down Your Arms”, tras haber vivido un período en Jamaica y experimentado con las creencias rastafaris. Su último trabajo publicado fue “I’m not Bossy, I’m the Boss” en 2014.

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La artista grabó diez discos de estudios, desde "The Lion and the Cobra" (1987) hasta "I'm Not Bossy, I'm the Boss" (2014). Foto: AFP

“Compromiso valiente”

En los últimos años, O’Connor se explayó en redes sociales, amenazando a sus antiguos socios con llevarlos ante la justicia, y hablando de sus problemas de salud física y mental e incluso de sus pensamientos suicidas y su diagnóstico de bipolaridad. En 2022, su hijo Shane, de 17 años, se quitó la vida. O’Connor, que tiene otros tres hijos, tuvo que ser hospitalizada tras afirmar en las redes sociales que también ella estaba considerando el suicidio.

A principios de julio, se la pudo ver en un vídeo publicado en una cuenta de la red social Twitter, ahora rebautizada X, donde aseguraba querer demostrar que era la dueña de dicha cuenta y hablaba sobre su dolor tras el suicidio de su hijo. También mencionaba que se había mudado a Londres y, después de 23 años de ausencia, afirmaba querer terminar un nuevo álbum.

Desde líderes políticos hasta músicos de renombre, los tributos a la cantante no cesaron desde el anuncio de su fallecimiento. El presidente de Irlanda, Michael Higgins, elogió el “compromiso valiente de O’Connor con los temas importantes que llevó a la atención pública, sin importar cuán incómodas fueran esas verdades”.

“La música de O’Connor era apreciada en todo el mundo y su talento era inigualable y sin comparación”, afirmó por su parte el primer ministro irlandés, Leo Varadkar. El cantante Cat Stevens, que también se convirtió al islam, dijo de O’Connor que “era un alma tierna”, mientras que la escritora Bonnie Greer describió su voz como “Irlanda en esencia”.

La lista de personas que expresaron sus condolencias incluyó al rapero y actor estadounidense Ice T y la superestrella irlandesa de artes marciales Conor McGregor. “El mundo ha perdido a una artista con la voz de un ángel”, lamentó esta último.

Fuente: AFP.

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