El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS) debe buscar el mecanismo para llegar a la población con un mensaje de concienciación sobre la importancia de la vacunación y un hábito ceñido a medidas de prevención con­tra el contagio del covid-19. Los números en alza sobre la cantidad de infectados requieren de campañas más agresivas en las que intervengan todas las institucio­nes pertinentes, de manera que generen la seriedad en la ciudadanía sobre los proto­colos necesarios de adoptar.

Desde el comienzo de la cruel pandemia del covid, hemos realizado muchos esfuer­zos, pero todavía hace falta ese elemento comunicacional que haga razonar a la población sobre los nuevos tiempos que afronta la salud del ser humano y la necesi­dad de asumir estilos de vida, prácticas de cuidado contra esta y otras enfermedades.

En estos días volvimos a ver conferencias de prensa realizadas desde Salud aler­tando sobre una posible ola de contagios del covid y los repuntes que hay en can­tidad de infectados, problemática que de vuelta sacó al tapete el uso de mascarillas de manera obligatoria. En términos esta­dísticos, como es absolutamente válido el informe que surge desde la cartera sani­taria, seguimos sin acudir a campañas de comunicación estratégicas con mensa­jes que involucren una colaboración por parte del ciudadano, que finalmente es el perjudicado por los contagios masivos.

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Al cierre de la semana pasada, los infor­mes oficiales reportaron 4.381 casos nuevos de covid-19; de los cuales, el 57% corresponde a reinfecciones.

La cifra de personas diagnosticadas y hospitalizadas alcanza 215, de los cuales 9 están en unidades de cuidados intensi­vos. Además, se registraron 9 fallecidos en la última semana. Casi todos los falle­cidos presentan comorbilidad, diabe­tes, hipertensión, obesidad. “El 60% de los que mueren son no vacunados, el 35% tiene vacunación incompleta”, señalaba el director de Vigilancia Sanitaria de Salud Pública para luego reflotar la necesidad de usar mascarillas en lugares cerrados.

Ante esta situación, tenemos que la pri­mera dosis de refuerzo alcanza apenas 20% de vacunados. Desde el Programa de Inmunizaciones del Ministerio de Salud refieren que las cifras de vacunación con la primera dosis llegan a 4.005.686 (59%), con la segunda dosis 3.543.866 (53%), con el primer refuerzo 1.643.164 (20%) y con el segundo refuerzo o cuarta dosis 343.848 (5%).

La estadística indica que hay una débil disciplina en el cumplimiento de las dosis pertinentes, de los refuerzos que se requieren para que la vacunación resulte efectiva contra el mal.

No podemos esperar que haya un brote y contagio que arrasen de vuelta, arries­gando la vida de miles de personas, por ello es necesario educar sobre los proto­colos de protección, tanto en términos de vacunación como de higiene.

Apenas se habían disminuido los casos de contagio, nos hemos relajado en cuida­dos básicos como el lavado de manos y el uso de sanitizantes, cuando estos hábitos de higiene no solo nos ayudan contra el covid, sino contra todo tipo de enferme­dades. Los mismos médicos habían mani­festado en los medios que con el régimen obligatorio del lavado de manos en lugares públicos se logró amortiguar el brote de varios cuadros virales, gripales, etc.

Es más que pertinente que Salud lidere estrategias que eduquen a la población sobre los hábitos de higiene intensos. Lle­gar con un mensaje de comunicación de que los protocolos son necesarios en nues­tras vidas y enseñar que de ello depende gran parte de nuestro bienestar; es decir, nuestra salud.

No hay que escatimar recursos con esta meta. Hay que ser insistentes con el men­saje, la prevención de enfermedades no puede ya ser estacional para los ciudada­nos. Las medidas de protección deben ser continuas, no nos pueden seguir sorpren­diendo olas de contagio, sean de los males que fueren y vengan de donde vengan.

La vacunación es importante, imprescin­dible en el combate al virus. Los hábitos saludables también son imprescindibles de nuestras respectivas rutinas y la gente debe entender y adoptar.

Estas vacaciones, estos meses de receso donde la gente está menos acelerada, con mayor tiempo en familia, son ideales para llegar con toda la fuerza que se pueda sobre estos ejercicios tan fáciles de hacer hasta que se conviertan definitivamente en nuestro modo de vivir.

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