La nueva subvariante de ómicron, XBB.1.5, que se está propagando rápidamente en Estados Unidos, fue detectada en Sudáfrica, pero los científicos de ese país africano no temen que desemboque en una “gran oleada” de contagios.

“No creo que haya una gran oleada de contagios con muchas hospitalizaciones en Sudáfrica debido a la fuerte inmunidad de la población y a las oleadas precedentes de variantes de ómicron”, aseguró el viernes pasado en Twitter Tulio de Oliveira, el epidemiólogo estrella en Sudáfrica, conocido por haber descubierto las variantes beta y ómicron del COVID-19.

Sudáfrica -donde se detectó el primer caso de ómicron a finales de 2021- registró más de cuatro millones de casos del COVID-19 y más de 102.500 personas murieron a causa del virus, según unos datos oficiales que lo convirtieron en el país africano más afectado por la pandemia. La subvariante XBB.1.5 es “la más contagiosa que se ha detectado hasta ahora”, advirtió esta semana la Organización Mundial de la Salud (OMS).

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Según Oliveira, los primeros casos de esta subvariante en Sudáfrica fueron detectados en unos test hechos a finales de diciembre y desde entonces no se tuvo constancia de “un aumento del número de los casos, de las hospitalizaciones o de los fallecidos”. XBB.1.5 está presente en una treintena de países, sobre todo en Europa y Estados Unidos, donde ya es la subvariante dominante.

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Podría ser resistente al antiviral

La Administración de Fármacos y Alimentos (FDA) de Estados Unidos ha informado el viernes de que es probable que la variante XBB.1.5 del coronavirus sea resistente al fármaco Evusheld contra el COVID-19 del laboratorio británico AstraZeneca.

Según la FDA, el antiviral de la compañía farmacéutica de Reino Unido podría no proporcionar protección contra el desarrollo de COVID-19 para aquellos individuos que la reciban y se vean posteriormente expuestos contra la nueva variante.

Evusheld era el último anticuerpo de su clase que aún estaba autorizado en Estados Unidos para prevenir infecciones en personas de alto riesgo, ya que el resto de medicamentos habían sido descartados por la alta probabilidad de que no protegieran ante nuevas variantes.

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Las terapias con anticuerpos han sido esenciales para tratar y prevenir la enfermedad en unos siete millones de estadounidenses inmunodeprimidos para los que las vacunas y los antivirales pueden ser menos eficaces, según ha recogido la agencia Bloomberg.

No obstante, a medida que el virus del COVID-19 ha ido mutando, ha eliminado uno a uno los anticuerpos del mercado. Actualmente, XBB.1.5 -que proviene de ómicron-, representa el 28 por ciento del total de las variantes circulantes en el territorio estadounidense, según datos de FDA.

El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha detallado que el organismo sanitario internacional está evaluando el rápido aumento de la variante XBB.1.5, tanto en Estados Unidos como en otros 24 países.

Tedros se ha mostrado “realmente preocupado” por el panorama epidemiológico actual del COVID-19, “tanto por la intensa transmisión en varias partes del mundo como por una subvariante recombinante que se propaga rápidamente”. Al respecto, ha asegurado que la OMS “está siguiendo de cerca y evaluando el riesgo de esta subvariante e informará en consecuencia” sobre los nuevos datos que se obtengan.

Fuente: AFP/Europa Press.

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