Son un alimento muy popular y hay innumerables formas de disfrutarlas gracias a su versatilidad, además son una fuente de energía 100% natural.

Las papas se denominan solanum tuberosum y son originarias de Sudamérica. Actualmente se cultivan en casi todos los países del mundo y se las considera el cuarto cultivo más importante a nivel global.

Este alimento brinda importantes nutrientes al organismo al ser rica en carbohidratos y aportar energía con poca grasa. Entre sus propiedades se destaca la vitamina B1 que beneficia el crecimiento y el desarrollo humano, el folato que ayuda con la producción de glóbulos rojos y la vitamina B6 que beneficia muchas enfermedades, incluida la anemia.

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También son ricas en antioxidantes, una sustancia conocida por prevenir el daño celular que a su vez fortalece nuestra salud. Y a pesar de aún tener mala reputación por ser bombas de almidón, investigaciones médicas comprueban que es uno de los principales alimentos que apoya el rendimiento físico durante los entrenamientos.

Los carbohidratos y nutrientes que proporcionan las papas las convierten en una excelente fuente de combustible antes o durante las actividades físicas. Un estudio publicado en el Journal of Applied Physiology analizó el impacto del puré de papa frente a un gel comercial de carbohidratos durante el ciclismo prolongado y ambos arrojaron resultados favorables.

Los investigadores descubrieron que se mantenían estables los niveles de glucosa en la sangre y concluyeron que las papas son adecuadas para las personas con diabetes cuando se consumen como parte de una comida balanceada. También ayuda a mantener una mejor digestión y puede contribuir a controlar el peso.

De hecho, está comprobado que las papas tienden a ser más saciantes que otros carbohidratos ricos en almidón, como las pastas y el arroz, lo que significa que te sentirás más lleno cuando las consumes y no te darán atracones innecesarios en el intervalo alimenticio.

La mejor manera de cocinar papas

Un estudio del Plant Foods for Human Nutrition analizó el impacto de los métodos de cocción en el contenido de almidón de papas. Los investigadores encontraron una mayor retención de nutrientes en las papas cocinadas con métodos “secos”, como el microondas o la parrilla, en comparación con los métodos “húmedos”, como hervir o cocinar al vapor.

Además, cuando las papas se hierven, dejar la piel conserva más nutrientes, ya que evita que los minerales se filtren en el agua. El estudio también confirmó que enfriar las papas después de cocinarlas aumenta el contenido de almidón resistente, un tipo único de carbohidrato que influye positivamente en la salud intestinal

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