La DJ Natalia Doljak nos cuenta sobre los entretelones de sus pasiones favoritas en la vida: la música y ser madre.

Texto: Matías Irala

Fotografía: Manuel Meza

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Natalia Doljak es una de las DJ´s más conocidas de la escena musical nacional. Con varios años de trayectoria, se caracteriza por haber transformado su pasión por la música en su profesión principal, al punto de convertir su nombre en una marca registrada en lo que respecta a la escena del entretenimiento nocturno de Asunción.

Pero su oficio no solo se reduce a las pistas de baile. También en ese proceso se encontró con otra inesperada profesión: la de ser mamá. “Cuando nació Martina mi mundo cambió, supe congeniar ambos escenarios de manera muy espontánea”, comenta entre risas.

Doljak puntualiza que su pasión por la música no entró en conflicto al ser mamá, todo lo contrario. “Cuando estaba embarazada trabajé hasta los siete meses, tocaba de madrugada. Personalmente, creo que no fue un impedimento para dejar mi labor, lo extendí lo más que pude en su momento sin descuidar en ningún momento los cuidados básicos de lo que demanda el proceso de tener un hijo”, recuerda.

La DJ comenta que siempre se consideró poco ortodoxa en su manera de interpretar el mundo, de ahí nace su leiv motiv para abrirse paso en una profesión que anteriormente no se consideraba trascendental. Este modo de concebir la vida nació además gracias a su extrema melomanía.

Pero fuera de la pista, ¿se considera también una madre poco convencional? “Sí, considero que soy un poco fuera de lo convencional. Lo veo como algo positivo porque no atenta contra mis principios como persona y no quiere decir que no pueda ser mamá. En algún punto me había planteado ser madre, por lo que consideré que tanto mi mundo como mi deber fue balanceándose a medida que mi hija Martina iba creciendo”, señala.

A la hora de hablar de valores, considera que aplica los mismos que heredó durante su desarrollo: “trato de inculcar a Martina los mismos valores que heredé de mi familia, pero a la par, permitiendo entrever que ella tenga la posibilidad de elegir las cosas que le gustan, y quite sus propias conclusiones”, comenta.

¿Cómo congenia el papel de ser mamá con el DJ mujer en un ambiente musical dónde la disciplina es vista aún como algo particular? “Mi gusto por la música comenzó como hobbie, no dimensioné en su momento a lo que me enfrentaba, simplemente se dio. Hoy, mirando en retrospectiva y siendo mamá, me doy cuenta de que es bastante transgresor el hecho de poder congeniar todo estos factores detrás de una Mixer, mezclando música”, reconoce.

De los nueves meses de embarazo, guarda los mejores recuerdos. “Recuerdo que pasé súper bien durante mi proceso del embarazo. Usualmente las mujeres dicen que sufrieron toda una serie de antojos o ciertas complicaciones, pero en mi experiencia fue bastante relajado”, recuerda.

Como toda actividad laboral, la suya implica múltiples responsabilidades. Al ser consultada sobre si alguna vez se vio en la posición de escoger entre algún evento nocturno y la actividad escolar de su hija, señala que eso es algo de lo que como cualquier otra madre trabajadora, no puede escapar. “Obviamente, al tocar de noche, me encontré con varias situaciones donde me vi imposibilitada de asistir a cosas relacionadas a la escuela. Pero es un fenómeno que se da actualmente en cualquier trabajo, no simplemente por ser DJ. Martina entiende perfectamente mi labor”, indica.

Sin embargo, siempre supo hallar la manera de balancear ambos roles: “Cuando algo te gusta mucho, simplemente terminás por desarrollarte de manera natural. Aplico esta filosofía tanto a mi labor de DJ, como al ser mamá, dos pasiones que disfruto bastante”, finaliza.

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