En el momento más candente en que se destapaban los grandes fatos en licitaciones de compra de insumos médicos, el ahora ministro del Interior hizo de paño frío. Como excelente mediático que es, anunció profundas supervisiones e investigaciones y como en sus tiempos de fiscal su pomposa pesquisa en pandemia quedó en la nada.

En el 2020, ante la crisis sanitaria que sacudió al país por la pandemia de covid-19, se creó la Comisión Espe­cial de Supervisión de Com­pras Covid, la cual estaba integrada por represen­tantes de varias institucio­nes de control. Estaba pre­sidida por Arnaldo Giuzzio, en ese entonces ministro de la Secretaría Nacional Anti­drogas (Senad). La misión principal de la comisión era trabajar en la verificación de compras de medicamentos e insumos, para transparentar los procesos.

El primer gran escándalo de negociado en pandemia saltó luego de que en abril del 2020 arribara al país un car­gamento de insumos y medi­camentos hospitalarios que había sido liquidada en 72 horas. Las empresas adjudi­cadas habían sido Eurotec SA e Insumos Médicos SA (Ime­dic), ambas firmas termina­ron perteneciendo a la misma familia, los Ferreira.

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Los insumos médicos que habían llegado desde China e India no contaban con las especificaciones técni­cas requeridas por Salud y tampoco tenían los regis­tros para su comercializa­ción y nacionalización, por lo que terminó convirtién­dose en una millonaria com­pra fallida.

La comisión encabezada por Giuzzio fue la principal encargada de analizar las evidentes anomalías que se presentaron en el llamado y adjudicación de los equi­pos médicos. El 6 de julio del 2020, durante una con­ferencia de prensa, Arnaldo Giuzzio en compañía de otros integrantes de la Comisión, dieron detalles del resultado de su intervención. Conclu­yeron que no se detectan pér­didas económicas ni daños patrimoniales.

Indicios de contrabando, sobrefacturaciones, direc­cionamiento, falta de regis­tros sanitarios y otras irregularidades adminis­trativas no fueron vistas por la comisión de Giuzzio.

El caso fue motivo de escra­ches y manifestaciones donde la ciudadanía repudió la pér­dida económica en una com­pra que resultó un fracaso cuando la crisis estaba gol­peando fuertemente al país.

Unas semanas después, el 20 de julio del 2020, el Ministerio Público dispo­nía la imputación de Justo Ferreira, Patricia Ferreira y otras cinco personas, entre ellas personal aduanero, por la supuesta comisión de los hechos punibles de contra­bando, producción de docu­mentos no auténticos y aso­ciación criminal.

La Fiscalía había detectado las irregularidades de las que la Comisión de Supervisión se había desentendido.

La imputación de la Fiscalía ridiculizó la determinación de la comisión de Giuzzio, dejando en evidencia la inca­pacidad del equipo para sal­vaguardar el patrimonio público en plena pandemia.

La comisión presidida en ese entonces por Arnaldo Giuzzio obvió el sinfín de denuncias que llovieron desde ese momento. El caso de los tapabocas de oro de la Dinac también había sido ignorado por la comisión ase­gurando que no se adquirie­ron con fondos covid.

El blanqueo de compras covid es otra perla en el his­torial del ministro Arnaldo Giuzzio, ya caracterizado por sus shows sin resultados.

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