Desde el Partido Colorado confirmaron ayer por la mañana el fallecimiento de uno de los últimos grandes caudillos que tuvo la nuclea­ción política en los últimos tiempos. Se trata de Luis Becker Genes. La Comisión Ejecutiva de la ANR le rindió un homenaje ayer durante su reunión y declaró tres días de duelo partidario con el izamiento de la bandera partidaria a media asta en todas las sedes del país.

Al respecto, el miembro de la Comisión Ejecutiva, Darío Filártiga, lo recordó como un hombre soñador, humilde, servidor, que no dejó gran­des riquezas materiales, pero sí dejó una herencia de gran conducta partidaria. De su trayectoria política recordó que Luisito Becker, como era conocido, viene de una prosa­pia auténticamente colorada, hijo de Tercio Becker, uno de los más grandes caudillos de la llanura en la década de los 30, 40, 50. “Él es el hijo que honró la herencia de su padre porque toda su vida se dedicó a servir al Partido Colorado, ya sea como presidente de seccional de su querida ciu­dad de Ypacaraí, diputado nacional y convencional constituyente, pero sobre todo un gran servidor de su partido y del país”, expresó.

Filártiga lo recordó ade­más como uno de los últi­mos caudillos auténticos del Partido Colorado y que representa una pérdida muy sentida para el partido. “Es un dirigente emblemá­tico para todo el departa­mento Central, no solo de la ciudad de Ypacaraí. Lui­sito Becker era un hombre soñador”, concluyó.

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“Un hombre de roble”

El senador colorado Enrique Riera lo recordó como “un hom­bre de roble”, que mantuvo una gran amistad con su padre y los azarosos días que pasaron durante la dictadura estro­nista, ya que juntos levantaban la voz de protesta contra el gobierno de turno. Señalando que eran del grupo contesta­tario, si bien eran un grupo pequeño, salían en defensa de la institucionalidad.

“Papá y él, con largos e interminables mates o tereré, se pasaban conspirando de mañana, tarde y noche. Esa son­risa, esa actitud, esas canas que le vi crecer, fueron por levantar la voz una y otra vez. Por eso, hoy en tiempo, le rindo un homenaje y en su nombre a muchos que murieron en la indigencia. Paz en su tumba”, refirió en comunicación con radio Ñandutí.

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