El Ministerio Público de Colombia comunicó que Samuel Zuleta Márquez fue imputado por su presunta responsabilidad en la muerte de Francisco Luis Correa Galeano, el sicario que contrató a los asesinos del fiscal paraguayo Marcelo Pecci en 2022 y que luego se convirtió en testigo clave del caso. El sospechoso había admitido el crimen con un arma blanca, y la entidad fiscal estableció como motivación “un hecho de intolerancia”.
El antioqueño de 45 años apareció muerto el 3 de enero en una celda que no era la suya en la cárcel La Picota de Bogotá, tras en una riña con otras ocho personas -que habría ocurrido cerca de la medianoche entre el jueves y viernes-, en que fue apuñalado por un integrante del grupo criminal paramilitar “Los Paisás”, que Correa había integrado entre 2008 y 2010, por cuya intervención ya estuvo preso del 2010 a 2013. Anteriormente ya estuvo preso, entre 2004 a 2008, por un problema en el ejército.
Durante su paso por Los Paisás, que fue absorbida por otra banda criminal llamada Los Rastrojos, según el testimonio que había dado Correa a la Fiscalía colombiana, fue que conoció a Ramón Emilio Pérez Hoyos, quien tenía un cargo de comandante de los paramilitares, y con quien coincidió en prisión. De esa amistad fue que Ramón Emilio, junto a su hermano Andrés Felipe, habían encargado a Francisco Correa el asesinato de Pecci, debido a sus contactos con sicarios, a quienes contrató y entregó el dinero para el crimen.
Antecedentes
El criminal guardaba reclusión tras recibir, en mayo del 2024, una pena de 78 meses, es decir 6 años y 6 meses por los delitos de portación ilegal de armas en concurso con amenaza a funcionarios. Su condena se dio luego de que un juez aceptara el preacuerdo al que llegó el criminal con la Fiscalía General de Colombia.
Correa Galeano fue encontrado sin signos vitales por los encargados de la seguridad, médicos y enfermeros de turno. Su cuerpo estaba tendido en el piso de la celda con lago hemático alrededor de su cuerpo y varias heridas.