El Ministerio Público solicitó a la Contraloría General de la República (CGR), a cargo de Camilo Benítez, un examen de correspondencia de las declaraciones juradas que fueron presentadas por el ministro del Interior, Arnaldo Euclides Giuzzio Benítez.
La solicitud fue realizada el pasado 11 de febrero del presente año por el agente fiscal de la Unidad Especializada de Delitos Económicos y Anticorrupción, Juan Manuel Ledesma, en el marco de la causa N° 13/2022 sobre enriquecimiento ilícito y otros.
Al respecto, el organismo de control tendrá que remitir los datos en cuanto al patrimonio de Giuzzio desde su ingreso a la función pública hasta la fecha. También solicitó que se remitan copias de las declaraciones juradas de bienes y rentas y sus respectivas actualizaciones presentadas por el alto funcionario ante la institución.
Informe debe ser remitido en la brevedad posible
Por otra parte, el documento sostiene también que el informe tendrá que ser remitido en la brevedad posible a la sede de dicha unidad fiscal localizada sobre la calle Chile e/ Víctor Haedo. Semanas atrás, los abogados Eduardo González y Gerardo González denunciaron al titular de la cartera de seguridad por enriquecimiento ilícito en la función pública, declaración falsa y tráfico de influencias.
Los abogados habían puntualizado que la demanda ante el Ministerio Público incluye la declaración jurada del ministro del 2021, así como investigaciones periodísticas desde el 2020 que ya cuestionaban el aumento patrimonial dentro de la función pública de Giuzzio, incluyendo las recientes publicaciones de La Nación cuando deja el cargo de ministro de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) y pasa a ser ministro del Interior.
De acuerdo a una investigación periodística realizada por el diario La Nación, el funcionario de Estado, de tener un escarabajo y un patrimonio de G. 130 millones, pasó a contar con un activo de G. 2.478 millones que balancea con deudas.
Antecedentes
Giuzzio experimentó un gigantesco salto económico en el tiempo en que estuvo como titular de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad). No obstante, se valió de ciertas estrategias para justificar el interesante crecimiento patrimonial que hoy lo convierte en un potentado granjero y emprendedor agropecuario.
En las declaraciones juradas del ministro consta que en el tiempo en que era fiscal administraba un patrimonio de G. 130.300.000, del que por cierto ya formaba parte su tan preciado Volkswagen escarabajo del año 1974. En su más reciente manifestación de bienes, somos testigos de que ese modesto patrimonio se disparó a un activo de G. 1.182.445.500, lo que representa un crecimiento patrimonial de 810%.
En realidad, el total de bienes es el doble y asciende a G. 2.478 millones, pero equilibrado con una deuda de G. 1.375 millones con la que, en teoría, el ministro granjero compró tres inmuebles de 37 hectáreas en total, que le costaron G. 1.200 millones. En plena pandemia y en medio de una crisis sanitaria galopante con miles de personas que perdían la vida, en el 2020 el entonces ministro de la Senad amasaba fortuna, según su última declaración jurada presentada ante la Contraloría General de la República.