Por : Marycruz Najle
Fotos y datos: Legado del poeta del pueblo "Emilianore".
Tetâygua ñe'epapaára ohejapyre.
Centro Cultural El Cabildo
(Ed. por Servilibro)
De acuerdo a datos reflejados en la publicación editada por el Centro Cultural de la República, El Cabildo, con el apoyo de instituciones y el trabajo de especialistas, en el contexto de los festejos del Bicentenario de la Independencia Nacional, la figura de Emiliano R. Fernández, recibe un homenaje como uno de los máximos referentes de la cultura nacional.
Buscando en sus páginas, y en otros espacios y publicaciones, datos sobre la vida y obra de Emiliano Rivarola Fernández, el máximo poeta popular nacional, podemos decir sin temor a equivocarnos que sus versos resumen o dibujan como pocos, esa esencia de lo popular que siempre trasciende al tiempo y a todas las vicisitudes, para coronarse ante el pueblo como lo hacen sus inmortales, sin más razones que el sentimiento.
Relegado por mucho tiempo a los escenarios y espacios en donde lo popular no se mezclaba con lo "culto"; destinado a ser una partecita de lo que se decía y cantaba en las recordaciones de la epopeya del Chaco, de la que fue su juglar, hoy se yergue por encima de todos los prejuicios y derriba los muros de la injusticia, para alcanzar su verdadera dimensión como artista reconocido y merecedor de los más altos honores.
“HIJO DE HOMBRE”
Emiliano nació en Yvysunú, un 8 de agosto de 1894. En ese lugar se había afincado la familia formada por Don Silvestre Fernández y Bernarda Rivarola, que legalizaron su unión al mismo tiempo que a Emiliano. La historia de don Silvestre, es tan singular como la de un personaje de novela. Él, con apenas 13 años, había sido uno de los cuatro sobreviviente del holocausto de Acosta Ñu, aquél ejército de niños bajo el mando de Bernardino Caballero que escribió una de las páginas más trágicas de la historia de aquel genocidio en la Guerra de la Triple Alianza. Silvestre, que cuando nació Emiliano ya había tenido tres hijos con otra mujer en Guarambaré, donde se había afincado primero, al llegar desde Acahay, acompañó las tropas de López hasta Cerro Corá, sobreviviendo nuevamente a la matanza.
Se unió a doña Bernarda en Yvysunú. Ella era oriunda de Bejarano (distrito de la Recoleta en Asunción, hoy barrio San Pablo) adónde se trasladaron y vivieron hasta 1907.
Eran tiempos convulsos en el Paraguay y entonces las persecuciones políticas y las crisis obligaron a la familia a salir nuevamente de la zona y emprendieron camino hacia el norte, a Alto Paraguay.
SUS “DOS NACIMIENTOS”
Según relata el hijo, Norberto, las dudas que por muchos años se mantuvieron sobre el lugar real de nacimiento de Emiliano, fueron de alguna manera, alimentadas por el propio poeta popular. Un "misterio" que contribuía a crear esa imagen de "patrimonio de todo el pueblo" y no solo de la tierra que lo vio nacer. Así, el propio hijo refleja eso diciendo que decía frases como: "la artista ko ijapu sapy'amimiva-erâ" (el artista debe mentir de vez en cuando). Y , dice Norberto: "Emiliano tuvo dos nacimientos: el físico en Yvysunú, Guarambaré, en 1894 y el intelectual, el artístico, en 1907, a la tierna edad de 13 años, desde que vivió en el Norte. Allí aprendió a valorar todo aquello que lo rodeaba: sentimientos, naturaleza, costumbres, familia, amigos, Patria, valores humanos y divinos como así también el amor en todas sus facetas…" Así se consagra como el "poeta norteño" y por ello se tejieron tantas conjeturas sobre su lugar de nacimiento y los del Norte lo han considerado suyo desde siempre.
Lo que sigue en la vida del entonces joven Emiliano, que viaja a la capital del país a visitar a parientes, son experiencias difíciles y vicisitudes, como la ocasión en la que fue arrestado por orden del comisario Basilio Acosta, porque el joven impertinente había cometido el delito de "cantar en guaraní", aunque algunos hablaron entonces de que el apasionado poeta había tenido "problemas de polleras". Se incorpora al servicio militar, pero luego huye en febrero de 1914, debido a los maltratos recibidos en el batallón bajo el mando de Donato Alonso, viajando a Concepción, adonde se presentó a cumplir con sus obligaciones militares en la 2da. Compañía de Infantería el 25 de febrero de ese año. En los versos de su obra "Concepción jerére (agosto de 1925), habla de la movilización general ante la inminencia de la Guerra del Chaco. Escribió utilizando numerosos seudónimos, como Makagua Raído, Médico Ju'ái; Kurupi Rodante, Kurupi Saite; Guyrá Campana y La Cautiva. Dedicó versos en honor al Mariscal Francisco Solano López, entre las que se destaca "Primero de Marzo".
NANAWA DE GLORIA
El asesinato del teniente primero Adolfo Rojas Silva, en febrero de 1927 en el Fortín Sorpresa, a manos de bolivianos, desata su apasionado amor por la Patria y, ante la indiferencia de las autoridades de entonces, escribe "Rojas Silva recavo", en el que llama a la defensa del Chaco.
Desatada la guerra, su presencia en las trincheras, sus versos y sus cartas a su "madrina de Guerra", la "Señorita Matilde Victorina Ruiz", relatándole con perfecto castellano y excelente guaraní, los pesares y esperanzas de esos días, muestran además de la profundidad de sus pensamientos, la excelente caligrafía y prolijidad con la que redactaba.
Sus versos de inspiración patriótica, escritos en los campos de batalla, lo han convertido merecidamente en el juglar de Paraguay. Al igual que aquellos primeros relatores de las historias y sus héroes, tanto en la antigüedad como en la Edad Media, gracias a los cuales conocemos las aventuras de Odiseo regresando a Ítaca, o el valor del Cid Campeador, gracias a Emiliano R. Fernández, se relatan los hechos y se les da nombres y apellidos a los héroes de la contienda que enfrentó a Paraguay y Bolivia por el Chaco. En ese sentido, los versos de su "13 Tuyutí", inspirada un 10 de mayo de 1933, en la primera batalla de Nanawa, estremece los corazones de cualquiera que los escuche, especialmente a quienes han sobrevivido a la cruenta guerra, como los ex combatientes, de los que ya no quedan más que unos poquísimos representantes, pero sí sus descendientes y todo el pueblo paraguayo.
AMORES Y VERSOS A PEDIDO
El amor tampoco le fue esquivo a Emilianore. Su matrimonio civil con la bella Belén Lugo, "Belencita", la joven de Ysaty que había nacido en San Antonio, se realiza en agosto de 1933. Unos días después, el poeta vuelve al frente de batalla. Luego de ser evacuado en Asunción, el 24 de febrero de 1934, se casa en la iglesia de Caacupé. El 8 de abril, vuelve al frente de batalla.
El 31 de agosto de 1940, nace su hijo Ernesto Ramón Fernández Lugo, a quien conoce recién a los tres años, ya que se separa antes de Belencita desconociendo su embarazo. Luego, será de su matrimonio con Bárbara Ayala, que nacieron sus hijos : Laureano, Ignacia del Rosario, Norberto Amancio y Juan de Dios.
Sus versos de amor, fueron elogiados por el uso del guaraní más puro y también de un castellano refinado, como ocurrió con su obra "Oda Pasional", unos versos que escribió a pedido, de un enamorado novio. Fue Carlos Rojas, novio de Isahilda Marques, quien le pidió a Emiliano que escribiera unos versos para dedicarle a su amada. El hombre entonces, según relató en vida la propia Isajilda, era administrador del "Rancho Carambola" a 27 km de Pedro Juan Caballero. La propia joven dice que el poeta "escribió en cinco minutos" la poesía y lo hizo "sin corregir una palabra, y luego me regaló aquel poema". La misma señorita describe cómo la figura y personalidad de Emiliano, atraía a la gente, que lo rodeaba enseguida y lo admiraba. Tenía un carácter afable y un gran sentido del humor.
LA LEYENDA
La muerte de Emiliano, fue un misterio sobre el que hubo muchos comentarios y pocos datos fidedignos. Sin embargo, se conoce que el 3 de noviembre de 1948, era el atardecer, casi la noche cuando el vate popular, el ícono viviente del pueblo, sale de un bar en las inmediaciones del Cuartel de la Marina, donde había compartido un encuentro con amigos y otras personas, regado con bebidas espirituosas. Entonces, cuando el poeta ya estaba en la vereda, sonó un disparo. Es entonces cuando algunos dicen haber escuchado la voz de alto que un guardia de la Marina gritó tres veces , sin que Emiliano le hiciera caso, antes de tirar. El poeta resulta herido. Otros, dicen que no fue otra cosa que la desgracia de una bala perdida, de esas que a veces son lanzadas por manos invisibles, como cumpliendo un designio de los dioses.
Lo cierto es que Emiliano, herido, es llevado al Hospital Militar, en donde estuvo internado largos meses. Luego, tras una larga agonía, fallece el 15 de setiembre de 1949, como consecuencia de las complicaciones .
Las leyendas sobre su vida, los mitos creados alrededor de su figura; las anécdotas sobre su apego a la bohemia y todo lo demás, son sus mitos, sus historias, queda el recuerdo. Lo que sobrevive a todo ello, es la magnitud de su obra como el poeta que ha sabido expresar el sentimiento del pueblo, con el instrumento más valioso: el de su propia lengua. La que habla de lo que sufre, alegra y siente desde el corazón.
OBRAS MÁS CONOCIDAS
"Asunción del Paraguay"
"Las siete cabrillas"
"Adiós che paraje kue"
"Salud che paraje kue"
"La última letra"
"Siete notas musicales"
"Guavirá poty"
"Oda pasional"
"Tupasy del campo"
"Despierta mi Angelina"
"Che pochyma nendive"
"Nda che pochyi nendive"
"¿Por qué?"
"De lejos vengo"
"Tujami"
"Jagua rekove"
"Mboriahu memby"
"Reten pe pyhare"
"13 Tuyutí"
"Cerro Porteño" 2
"Soldado guaraní"
"1º de Marzo"
"Ñesuhame"
"Nde keguype"
"Nde juru mbyte"
"Farra chui che kepe guare"
"Causa nde ñaña"
"Ñe'ẽpoty ha pumbasy"
"Pyhare amangúype"