El alto número de niñas y adolescentes que se convierten en madres es una de las problemáticas que afronta el sistema sani­tario cada año, develando a su vez la vulnerabilidad en la que se encuentran muchas meno­res que en su mayoría llegan a esta situación luego de ser víctimas de abuso y violencia, principalmente en su entorno más cercano.

El doctor Vicente Acuña, direc­tor del Hospital Materno Infan­til San Pablo, comentó que la mayoría de los casos en los que interviene el centro asis­tencial para dar seguimiento al embarazo y parto de meno­res se encuentran judicializa­dos y ya cuentan con un algún tipo de respaldo por parte de las autoridades correspon­dientes, pero esto no evita que las niñas tengan que transitar por un embarazo peligroso que pone en riego no solo su vida, sino que la del bebé.

“Es una constante en la que, gracias a Dios, pudimos ver una disminución del emba­razo en adolescentes y niñas, en el hospital llegamos a tener un 25 % representados por menores de 18 años. Actual­mente, estaría alrededor del 15 %”, comentó el doctor en conversación con 1020 AM.

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Acuña precisó que el hos­pital atiende anualmente entre 3.600 a 4.000 par­tos, de los cuales entre 400 a 500 son partos de adoles­centes. Remarcó que si bien las cifras han disminuido en comparación a años anterio­res, los números siguen siendo alarmantes. Especificó que la edad más temprana en la que las menores quedan embara­zadas ronda entre los 11 a 13 años. “Cuando hablamos de estos casos, siempre hablamos de todos los posibles escena­rios, desde una interrupción del embarazo hasta la manera de dar a luz, pero siempre todo lo que hagamos va a ser otra vez una agresión a la menor que está embarazada”, explicó el director del hospital San Pablo.

EQUIPO ESPECIALIZADO

Acuña indicó que si bien en la mayoría de los casos las menores ya cuentan con respaldo de las autorida­des, desde el hospital tam­bién cuentan con un equipo especializado que se encarga de llevar un seguimiento de la evolución psicológica de la paciente durante el embarazo y luego de dar a luz, debido a que se debe de precautelar la seguridad integral tanto de la madre como del bebé.

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