Esta es la historia de superación de Marcela Sánchez Aguilera, de 46 años, que hace 11 años decidió instalar un puesto de comida para sobrellevar la triste partida de su hijo David y no fue cualquier puesto, se decidió por una parrillada. Ella es la primera mujer en cocinar y vender asados en Asunción y aclaró que no fue nada fácil, pero que apunta siempre para adelante.

Su local, “El rincón de David”, está ubicado en el barrio Sajonia, es muy conocido y visitado por los amantes del asado. Ofrece un menú variado en cuanto a cortes, saliendo totalmente de los tradicionales vacío y costilla, pero Marcela aclaró que no los deja de lado. “Comencé sola con una parrilla, nunca voy a olvidar aquel día”, reveló a La Nación/Nación Media.

Afirmó que poco a poco fue ganando terreno en este campo, que es muy masculino, pero que también puede ser dominado por las mujeres. Contó que pese a que tenía una sola parrilla, desde un principio decidió implementar los cortes conocidos solo en las churrasquerías. Además, empezó a darle nombre a sus cortes, como el “Brontosaurio”, que es una especialidad de la casa.

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“También ofrezco cupín a la cerveza, bondiola, punta de pecho, cordero y el ‘brontosaurio’, que es la costilla que más éxito tiene en mi rincón. La idea siempre fue rotar el menú todos los días”, detalló muy orgullosa.

ÚNICA PARRILLERA

Marcela explicó que si bien el asado es un rubro de hombres y que ella sabía que no sería fácil, en nombre de su hijo David tomó la decisión de avanzar en lo que tanto le gusta. “Es un rubro de varones, pero yo estoy buscando un nuevo asado, con mi estilo. Tengo un grupo de trabajo que respeta lo que hago y que aprende conmigo”, afirmó.

Indicó que tienen un servicio de catering que inició hace unos años, llevando sus especialidades hasta sus clientes, teniendo una muy buena aceptación. “Empecé con mucho éxito, yo digo que es porque mi local lleva el nombre de mi querido hijo. Tenemos muchos clientes y somos muy conocidos en Sajonia, estamos al costado del Poder Judicial”, manifestó.

La mujer explicó que con el tiempo fue creciendo y que de una parrilla pasó a seis. Con el crecimiento de su local tuvo la posibilidad de ofrecer trabajo a otras personas que, al igual que ella, también buscan salir adelante y aprender más del rubro del asado.

Marcela animó a otras mujeres a incursionar y a no temer hacer un rico asado. “Cuando empecé éramos dos personas con una parrilla. Hoy en día tengo seis tambores y 20 personales, tanto en el servicio de catering como en el local”, contó orgullosa.

Esta kuña guapa reveló que aprendió a hacer asado hace 25 años, con su tío, a cuya casa de campo viajaba y donde aprendió sobre los cortes. “Las cosas se hacen bien o no se hacen, a todo le pongo mucho amor y sale bien, por eso digo que las mujeres se deben animar a hacer parrilla, porque no es solo trabajo de hombre”, subrayó.

Marcela da nombre a sus cortes, como el “brontosaurio”, que es una especialidad de la casa

PASIÓN POR EL ASADO

En El Rincón de David se puede encontrar, de lunes a jueves, las tradicionales parrillitas, que tienen variedad de chorizos, costilla sin huesos, matambrito, bondiola, mandioca y chipa guazú, desde 50.000 guaraníes.

Los viernes se prepara una variedad de cortes, como cupín a la cerveza, costillón brontosaurio y rural, vacío, picaña, cerdo con ensalada, mandioca y postre desde G. 35.000 la porción. “Tenemos comidas para todos los bolsillos y todos los días hacemos asado”, puntualizó.

Su trabajo y su pasión por el asado le permitió a Marcela ser convocada a una competencia de asados que se realizará a nivel local. Ella es la única mujer y buscará el podio entre los parrilleros hombres. “Me sentí extraña entre tantos hombres, pero me integré a ellos y fui muy bien recibida. Estoy aprendiendo de cada uno, siempre estamos aprendiendo”, concluyó.


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