Las mujeres y las niñas representan casi la mitad de la población mundial. A pesar de ello, muchas veces no se toman en cuenta sus necesidades ni se aúnan esfuerzos para aprovechar todo su potencial.

La consecuencia es un mundo en el que se excluye y margina a una de cada dos personas del planeta, un problema que impedirá que todos nosotros, no solo las mujeres y las niñas, disfrutemos de un futuro más próspero, pacífico y sostenible. La raíz del problema no es otra que la desigualdad de género. En todo el mundo, esta injusticia generalizada priva a las niñas y a las adolescentes del acceso a la educación y a la salud, exponiéndolas al abuso sexual y a las uniones tempranas y forzadas.

“Pero lo que ellas quieren importa, y desde el UNFPA abogamos porque se las escuche y tome en cuenta. Cuando las sociedades otorgan a las mujeres y a las niñas la potestad para decidir sobre sus vidas, tomar sus propias decisiones y brindarles la posibilidad de desarrollarse, prosperan tanto ellas como sus familias. La consecuencia es un mundo mejor y más inclusivo, preparada para enfrentarse a cualquier dificultad o cambio demográfico que le depare el futuro”, expresó Rocío Galiano Marés, representante nacional del UNFPA, Fondo de Población de las Naciones Unidas, con motivo del Día Mundial de la Población, que se conmemora cada 11 de julio.

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En esta fecha, desde el Fondo de Población destacan la necesidad de avanzar en la igualdad de género para hacer realidad los sueños las ocho mil millones de personas que habitan este mundo. Recordó que en Paraguay las cifras indican que las mujeres trabajan más horas que los hombres, pero dedican mayor tiempo al trabajo no remunerado en la esfera no mercantil y al no contabilizarse su aporte como producción económica, ellas quedan invisibilizadas.

Si el trabajo doméstico en el hogar fuera contabilizado, su aporte al PIB representaría el 22,4 % en 2016. A esto hay que añadir que el 76 % del aporte del tiempo de trabajo no remunerado es producido por las mujeres.

Las evidencias del estudio Milena, entre 2018 y 2020, realizado por UNFPA, nos muestran que al Paraguay le supone un costo de más de 136 millones de dólares el embarazo adolescente; un poco más de 768 mil millones de guaraníes. La vida de más de 19 mil niñas y adolescentes, junto a sus hijos y sus familias, y la economía del Paraguay, se ve directamente afectada por esta problemática. A esto se suma que 4 de cada 10 niñas de entre 10 y 14 años de edad o menos refieren estar en pareja al momento del parto. Esto a pesar de que la ley permite las uniones legales a partir de los 18 años.

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