Verónica Giménez, veronica.gimenez@nacionmedia.com

Las últimas investigaciones sobre el sueño comprobaron que nuestra calidad de vida mejoraría notablemente si dedicáramos el tiempo suficiente a tener un descanso de calidad, ya que la falta de sueño trae como consecuencia daños irreparables a la salud, que actualmente afecta a un alto porcentaje de la población a nivel mundial.

Por estas razones, cada año, el tercer viernes de marzo se conmemora el Día Mundial del Sueño, con la finalidad de concientizar sobre la existencia de los trastornos del sueño y prevenirlos, además de visibilizar la importancia de un buen descanso en nuestro bienestar y promover la higiene de sueño. El lema de este año es “El sueño es esencial para la salud”, teniendo en cuenta que dormir bien podría disminuir el riesgo de padecer enfermedades.

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La falta de sueño aumenta el riesgo del deterioro cognitivo, advirtió el neurocirujano Miguel Ángel Velázquez, más conocido como doctor Mime, quien también explicó cómo afecta en nuestro cerebro. “Mientras dormimos sedimentamos lo que aprendimos durante el día, todo lo que uno aprendió se reubica de la zona de memoria inmediata hacia la zona de memoria a largo plazo”, señaló en conversación con el diario La Nación/Nación Media.

Se estima que una persona adulta requiere entre 7 y 8 horas de sueño para restaurar las funciones del organismo. “Lo que para una persona puede ser mucho para otra podría ser poco, siempre es relativo. Pero nunca dormir menos de 6 horas al día”, alertó y destacó que lo ideal para una buena higiene del sueño es dormir en una habitación cerrada, con la luz apagada, en una cama cómoda y sin ningún tipo de dispositivo electrónico.

“Para poder dormir no se debe tomar ninguna medicación, salvo suplementos naturales de ser necesarios o algunos con indicaciones médicas, no tomar café después de la 5 de la tarde, no hacer ejercicio después de las 8 de la noche, y acostarse y levantarse siempre a la misma hora”, recomendó. También aconsejó evitar sonidos, luz encendida, televisión y celulares, además indica que es mejor evitar cenar comidas pesadas, con glucosa o postres con mucha azúcar.

“Cuando no se duerme lo suficiente, se rinde menos. Hay irritabilidad y uno es propenso al consumo de sustancias. Recurrir a la medicación solamente bajo supervisión profesional, nunca sedantes ni las benzodiacepinas, ninguna son una opción para dormir”, indicó el conocido doctor Mime.

Sueño y la salud mental

En cuanto al impacto del sueño en la salud mental, la psicóloga Laura Cáceres explicó que la deficiencia de sueño hace que la persona esté cansada durante el día, que no se sienta renovada y alerta al despertarse. Esto puede interferir en el trabajo, la escuela o universidad, al conducir vehículos y también en las relaciones interpersonales, incluso podría causar problemas en el aprendizaje, concentración y reacción.

“Le costará tomar decisiones, resolver problemas, recordar cosas, manejar las emociones y conductas, y adaptarse al cambio. Puede que necesite más tiempo para terminar tareas, el tiempo de reacción será más lento y puede cometer más errores”, detalló en conversación con la redacción de LN.


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