Según un estudio, con base en la investigación hecha por profesionales del Departamento de Endocrinología y Metabolismo de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNA, un fármaco para hipotiroidismo acompañado de mate tiene menor absorción. En la ocasión, dieron detalles de los resultados del estudio “Efecto de la ingesta de yerba mate ilex paraguariensis en forma de mate y/o tereré en la absorción intestinal de la levotiroxina en tiroideos”.
El estudio consistió en un ensayo investigativo que estuvo a cargo de la doctora Daisy Ruiz Díaz, residente del posgrado, bajo la tutoría del doctor y docente Elvio Bueno, coordinador del citado departamento. El equipo concluyó que la levotiroxina acompañada de mate tiene una menor absorción para el paciente. El docente señaló que el objetivo principal de los estudios científicos es responder preguntas que tienen la población o la comunidad médica.
Explicaron que el proyecto de investigación se dio a raíz de preguntas concretas y frecuentes que hacían tanto los profesionales como pacientes en las consultas médicas de endocrinología. Los investigadores resaltaron que con esto pretenden optimizar el tratamiento de pacientes con diagnóstico de hipotiroidismo, no así prohibir el consumo del mate o tereré.
El doctor Bueno indicó al respecto que fue un ensayo clínico realizado con voluntarios sanos, en que se les daba una dosis grande de levotiroxina sódica, que es el tratamiento de reemplazo para el hipotiroidismo, patología más frecuente endocrinológica y que se maneja en el consultorio de endocrinología. Fueron 20 personas voluntarias que tomaron durante un tiempo establecido el producto con el agua; después de tres semanas con mate, consumieron la medicación con el tereré.
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Descubren que un medicamento contra la diabetes protege del Parkinson
Un medicamento para la diabetes ralentiza la progresión de los problemas motores asociados a la enfermedad de Parkinson, según un estudio publicado este miércoles en el New England Journal of Medicine.
El Parkinson es un trastorno del sistema nervioso que afecta a 10 millones de personas en el mundo, para el que por el momento no hay cura. Los síntomas incluyen temblores, lentitud de movimientos, alteraciones del habla y problemas de equilibrio, que empeoran con el tiempo.
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Los investigadores han explorado unos fármacos llamados agonistas del receptor GLP-1 -que imitan una hormona intestinal y se utilizan para tratar la diabetes y la obesidad- por su potencial para proteger las neuronas.
Hasta ahora las pruebas de beneficios clínicos en pacientes han sido limitadas y los primeros estudios no han resultado concluyentes.
En el nuevo trabajo, 156 pacientes con Parkinson en fase inicial fueron elegidos al azar en Francia para recibir lixisenatida, vendida como Adlyxin y Lyxumia y fabricado por Sanofi, o un placebo.
Al cabo de un año, la discapacidad motora del grupo que recibió el tratamiento, que se administra en forma de inyección, no empeoró, en comparación con el que fue tratado con placebo.
Según el estudio, el efecto fue “modesto” y sólo se observó cuando lo evaluaron profesionales “que les obligaron a realizar tareas como caminar, levantarse, mover las manos, etc.”, explicó a la AFP Olivier Rascol, neurólogo de la Universidad de Toulouse y autor principal del estudio.
Pero, añadió, esto puede deberse a que la enfermedad de Parkinson empeora lentamente, y con otro año de seguimiento, las diferencias podrían ser mucho más pronunciadas.
“Esta es la primera vez que tenemos resultados claros, que demuestran que tuvimos un impacto en la progresión de los síntomas de la enfermedad y que lo explicamos por un efecto neuroprotector”, dijo Rascol.
El fármaco provocó efectos secundarios gastrointestinales como náuseas, vómitos y reflujo. Un puñado de pacientes también perdió peso.
Tanto Rasol como Wassilios Meissner, neurólogo del Hospital Universitario de Burdeos y coautor del estudio, subrayaron que se necesita investigar más para confirmar la seguridad y eficacia antes de administrar el tratamiento a los pacientes.
Michael Okun, director médico de la Fundación Parkinson, dijo a la AFP que desde un punto de vista práctico, las diferencias en los resultados de los pacientes no eran clínicamente significativas, pero “estadísticamente y en comparación con otros estudios, este tipo de diferencia debería llamar nuestro interés y atención”.
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“Es probable que los expertos discutan si este estudio cumple con un umbral mínimo de neuroprotección y es probable que no lo haga”, continuó Okun.
Fuente: AFP
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Médicos alertan sobre efectos de fármaco que ayuda a perder peso
Recientemente, el medicamento Ozempic, que es usado para tratar la diabetes, se ha hecho popular entre quienes buscan perder peso, lo que pone en alerta a las autoridades sanitarias.
La semaglutida, el compuesto popularizado bajo su nombre comercial Ozempic, es un medicamento inyectable originalmente ideado para tratar la diabetes tipo 2. Sin embargo, en el último año, este tratamiento se ha convertido en una herramienta para combatir la obesidad y el sobrepeso. Aunque es efectivo, está lejos de ser un tratamiento milagro.
Al respecto, el Dr. Elvio Bueno, presidente de la Sociedad Paraguaya de Endocrinología y Metabolismo (SPEM), explicó en diálogo con HOY/Nación Media que el producto es relativamente seguro en muchos aspectos, pero no es aconsejable que una persona se automedique si no sigue un tratamiento médico para la obesidad.
”Lo que se debe entender es que la obesidad es una enfermedad crónica, que amerita consultar con profesionales médicos expertos en el tema y seguir un tratamiento como cualquier otra enfermedad crónica. No es bueno que una persona con obesidad se aplique este fármaco sin guía médica porque, por más seguro que sea el fármaco, ocasiona efectos colaterales”, aconsejó el endocrinólogo. En ese contexto, es eficaz y con límites, pero lo llamativo es que durante el último año este medicamento destinado a tratar la diabetes, Ozempic, se ha convertido en una promesa a la hora de evitar la obesidad.
A pesar de su efectividad demostrada en este sentido, hay que tener en cuenta que no se trata de un tratamiento milagroso. Como tantas otras formas de luchar contra la obesidad, la semaglutida presenta un pero importante: el efecto rebote.
“En el contexto de un tratamiento médico, la semaglutida es eficaz. Nadie con obesidad debe automedicarse con ningún tipo de medicamento. Si bien este remedio sirve para bajar de peso, porque produce un vaciamiento gástrico, saciedad, altera la sensación de hambre y reduce la glucosa en sangre, está diseñado para el tratamiento de la diabetes”, reiteró.
El doctor Bueno indicó que en Estados Unidos se comercializa una tercera lapicera con 2,4 mg de semaglutida, específico para tratar la obesidad, pero el producto no está disponible en nuestro país. “El laboratorio que fabrica el fármaco no importa a Paraguay, se consigue en la frontera ya sea Brasil o Argentina”, afirmó.
Un estudio realizado en este contexto y publicado en la revista Diabetes, Obesity and Metabolism, los pacientes tratados con semaglutida como forma de aliviar problemas de obesidad, recuperaron en promedio dos tercios del peso perdido durante el tratamiento. Otro de los problemas documentados con respecto a este uso alternativo del fármaco ha sido la falta de suministro. Esta se dio poco después de que algunos personajes famosos “viralizaran” este uso del tratamiento, y llegó a forzar la reacción de las autoridades sanitarias españolas, pese a que su uso aquí esté restringido al tratamiento de la diabetes.
EFECTOS SECUNDARIOS
Como cualquier otro medicamento, la semaglutida tiene también efectos secundarios. Los posibles efectos secundarios considerados “graves” de este medicamento se restringen a la enfermedad ocular diabética y, con poca frecuencia, a inflamación en el páncreas y posibles reacciones alérgicas. El tratamiento también provoca otros efectos adversos más leves, pero a la vez más habituales, como las náuseas, diarrea o, también en su uso prescrito para diabéticos, hipoglucemia. Náuseas y diarrea, eso sí, tienden a desaparecer con el tiempo. La semaglutida funciona como un análogo de la hormona GLP-1, esta hormona es segregada durante nuestro proceso digestivo; lo que hace este fármaco es ralentizar el tránsito intestinal, fomentando así la sensación de saciedad y, a la vez, pudiendo causar náuseas.
En resumen, Ozempic hace que aumente nuestra sensación de saciedad, con lo que hace que consumamos menos alimentos y así perdamos peso. Curiosamente, también existen algunos indicios de que este medicamento lleva a un menor consumo de alcohol.
“La obesidad es un problema de salud crónico que deriva a la diabetes, hipertensión o riesgos cardiovasculares, además de otros inconvenientes de salud. El paciente que tiene esta enfermedad debe consultar con un profesional y no tomar esto a la ligera o no darle la seriedad que corresponde. No se trata de ir a comprar un medicamento que haga magia que le resuelva su problema”, aconsejó el profesional.
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El fármaco retrasa 35% del alzhéimer
Washington, Estados Unidos. AFP.
El laboratorio estadounidense Eli Lilly anunció resultados prometedores de su medicamento experimental contra el alzhéimer, algo que los expertos calificaron de “notable”, a pesar de que algunos pacientes experimentaron efectos secundarios graves.
El ensayo clínico, que incluyó a 1200 participantes con formas tempranas de la enfermedad, mostró una reducción del 35 % en el deterioro cognitivo en pacientes tratados con donanemab, según un comunicado de la compañía.
Eli Lilly planea solicitar la aprobación de la agencia reguladora de los medicamentos en Estados Unidos, la FDA, este trimestre y en todo el mundo “lo más rápido posible”. Sin embargo, el tratamiento puede causar efectos secundarios graves, como edema o hemorragia cerebral. Tres participantes en el ensayo clínico murieron.
El ensayo clínico también midió la capacidad para realizar tareas cotidianas, como conducir, conversar, tener pasatiempos o administrar las finanzas. Durante 18 meses, los participantes que recibieron el tratamiento mostraron una reducción del 35% en cuanto al deterioro de su capacidad para realizar estas tareas.
Estos resultados fueron recibidos con entusiasmo por los expertos, que señalaron un punto de inflexión. “Estos resultados confirman que estamos entrando en la era del tratamiento del alzhéimer”, dijo Catherine Mummery, del Hospital Nacional de Neurología y Neurocirugía de Londres.
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Fármaco experimental retrasa 35% el deterioro del alzhéimer
El laboratorio estadounidense Eli Lilly anunció resultados prometedores de su medicamento experimental contra el alzhéimer, algo que los expertos calificaron de “notable” a pesar de que algunos pacientes experimentaron efectos secundarios graves. El ensayo clínico, que incluyó a 1.200 participantes con formas tempranas de la enfermedad, mostró una reducción del 35% en el deterioro cognitivo en pacientes tratados con donanemab, según un comunicado de la compañía.
Eli Lilly planea solicitar la aprobación de la agencia reguladora de los medicamentos en Estados Unidos, la FDA, este trimestre y en todo el mundo “lo más rápido posible”. Sin embargo, el tratamiento puede causar efectos secundarios graves, como edema o hemorragia cerebral. Tres participantes en el ensayo clínico murieron.
El ensayo clínico también midió la capacidad para realizar tareas cotidianas, como conducir, conversar, tener pasatiempos o administrar las finanzas. Durante 18 meses, los participantes que recibieron el tratamiento mostraron una reducción del 35% en la disminución de su capacidad para realizar estas tareas.
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Estos resultados fueron recibidos con entusiasmo por los expertos, que señalaron un punto de inflexión. “Estos resultados confirman que estamos entrando en la era del tratamiento del Alzheimer”, dijo Catherine Mummery, del Hospital Nacional de Neurología y Neurocirugía de Londres. Ahora será posible “esperar de manera realista poder tratar y estabilizar a una persona con enfermedad de Alzheimer, con un manejo a largo plazo, en lugar de cuidados paliativos y de apoyo”, agregó. La investigación en la lucha contra la enfermedad de Alzheimer estuvo estancada durante décadas.
Pero recientemente se aprobaron en Estados Unidos dos nuevos tratamientos, desarrollados por la farmacéutica japonesa Eisai y la estadounidense Biogen: Leqembi (cuyo ingrediente activo se llama lecanemab) y Aduhelm (aducanumab). La autorización del aducanumab fue controvertida porque algunos expertos señalaron la falta de evidencia sobre su efectividad, mientras el lecanemab fue el primero en demostrar una reducción del deterioro cognitivo (en un 27%) en el contexto de un ensayo clínico.
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En la enfermedad de Alzheimer, dos proteínas clave, tau y beta amiloide, se acumulan en placas que causan la muerte de las células cerebrales y conducen al encogimiento del cerebro. Esto provoca la pérdida de memoria y una creciente incapacidad para realizar las tareas cotidianas. Al igual que el lecanemab, el donanemab es una terapia de anticuerpos dirigida a la beta amiloide.
Los expertos dijeron que los resultados de ambas drogas validaron la teoría de que eliminar la beta amiloide mejora el curso de la enfermedad, y que las futuras terapias dirigidas a ambas proteínas podrían tener incluso mejores resultados. El alzhéimer afecta a más de 40 millones de personas en todo el mundo.
Fuente: AFP.