En la noche de la víspera en Asunción y ciuda­des del Área Metro­politana como, por ejemplo, Villa Elisa, Luque, Lambaré, Mariano Roque Alonso, San Lorenzo y Capiatá se sintie­ron temblores; en esta última supuestamente a consecuen­cia del seísmo el puente Pon­cho Pytã sufrió daños en su estructura; cientos de inter­nautas hablaban en las redes de haber sentido el temblor, que fue leve.

Así también, portales inter­nacionales confirmaron la detección de sismos en varios puntos de Sudamé­rica. Uno de ellos señala que el Instituto Geofísico del Perú (IGP) en su cuenta de Twitter indicó que en la fecha del 30 de marzo a las 20:01 local se sintió un sismo de 4,0 de magnitud a una profundidad de 162 kilóme­tros a una latitud de -8.03 y longitud -74.54, con referen­cia a 38 kilómetros al norte de Pucallpa en la provincia de Coronel Portillo, depar­tamento de Ucayali.

Por la hora señalada, el terre­moto en este epicentro posi­blemente es el que se habría sentido en el Paraguay.

Por otra parte, otros sismos se desarrollaron en Chile, en regiones de Atacama y Coquimbo con una magni­tud de 5,2 con epicentro a 37 kilómetros de Huasco. El hipocentro del temblor se situó a una profundidad de 27,2 kilómetros.

Estos puntos se encuentran precisamente en el denomi­nado “Cinturón de fuego del Pacífico”, donde se ubican las llamadas zonas de conver­gencia, que justamente son fronteras de placas tectóni­cas que colisionan entre sí con lo que ocurren los pro­cesos de subducción.