Este año no hubo procesión por Yvága Rape, tampoco las obras universales de iglesias famosas se reprodujeron con sus cuadros vivos. Tañarandy estuvo desprovisto de las multitudes de siempre en Semana Santa, obviamente por el tiempo de aislamiento que vivimos.
Pero el artista Koki Ruiz y sus colaboradores instalaron un símbolo que sonó como un clamor estentóreo desde la fe: el encendido de candiles con los nombres de las personas fallecidas en este año pandémico, al pie de la imagen de la madre María.
“Fue una sorpresa, no esperábamos una respuesta tan importante, queríamos que la presencia de la Virgen se dé entre la gente, hicimos más de mil velas este año para que allí en soledad poder prenderlas, ya que no nos podíamos juntar ni hacer la procesión”, comentó Koki Ruiz sobre el evento virtual que conmovió a los habituales concurrentes a la procesión de Tañarandy y la comunidad en general.
“Comenzamos con un primer nombre de un ignaciano que murió en el exterior, en Barcelona, e invitamos a la gente a pasarnos los nombres de sus seres queridos para ir agregándoles a los candiles preparados de apepús (naranja agria) y fue pasando lejos la cantidad que teníamos preparados, explotó la cantidad y hasta la mañana del sábado había gente pidiendo… no pudimos cumplir con todos, pero satisfechos de haber podido dar una caricia a quienes perdieron a sus seres queridos”, indicó el artista.
Con la mencionada actividad también se trató de contrarrestar la suspensión de la tradicional actividad religiosa de Tañarandy, que cuya procesión fue cancelada por segundo año consecutivo a causa de la pandemia.
La invitación para el homenaje, que se inició a las 17:00 en el patio de la casa de Delfín Roque “Koki” Ruiz Pérez (a puertas cerradas), fue hecha por el propio artista, que a través de su red social Facebook invitó a todas las personas interesadas a enviar el nombre de las víctimas del virus.
Ruiz comentó que los trabajos involucraron a unos 60 colaboradores, que se encargaron de la preparación de la escenografía, limpieza y todo lo necesario para que el lugar esté a punto.
“Hace un tiempo que asumimos que iba a ser así, Misiones es zona roja de la pandemia y teníamos pensado que no íbamos a poder juntarnos para esta Semana Santa, y gracias al apoyo que recibimos para este trabajo que hicimos con mi hija Almudena, pudimos mantener latente la presencia de la espiritualidad de la gente”, concluyó el artista.