Un 24 de mayo de 1983, Pilar se inundaba y empezaba la evacuación hacia la capital del país. El 26 de mayo con 9,82 metros anunciaban que el río superaba la barrera de protección. El 29 de mayo el nivel llegaba al pico máximo, 9,92 metros. En menos de 10 minutos se filtró el agua y permeó los muros hechos de bolsas de arena.
Damnificados de Alberdi y Pilar eran trasladados en buques de grandes bodegas, donde familias enteras iban rumbo a los denominados campamentos establecidos en La Rural de Mariano Roque Alonso, donde actualmente se desarrolla la Expo, el Km 21 de la Ruta 1 –en aquel entonces Policía Nacional–. Y los alberdeños se albergaban en el Centro de Instrucción Militar para Estudiantes y Formación de Oficiales de Reserva (Cimefor).
Ahí vivieron por tres meses a merced de la ayuda solidaria. Niños estudiaban en la zona y debían readaptarse a los parámetros de otra reforma educativa. “Estaban los galpones donde habitualmente se tiene a los ganados. Ahí cada familia tenía digamos un corral”, mencionó Oscar Sosa, quien vivió esa experiencia.
LA TRAGEDIA
“Llega a 12 metros y pilar desaparece”. Así se escucha el pesar típico del pilarense que vive con zozobra cada inundación, con cada avance del nivel del río. Como una situación de guerra en una época de gobierno militar, dicen unos. Toda la población quedó bajo agua.
El muro todavía estaba débil, pues solo eran bolsas apiladas de arena y arcilla, mal construidas por los mismos pobladores a pulmón, que ante la desesperación, pasaban madrugadas tratando de impedir el avance inminente del río Paraguay.
Luego de la tragedia, en 1985 se empezaron los intentos de ejecutar lo que hoy sirve de base a toda la ribera pilarense. Sin embargo, todos coinciden en que nunca se hizo en forma, pese a los presupuestos aprobados para llevar adelante las obras.
EL MURO PROVISORIO
Sosa rememora que en 1983 no había muro. El único muro de defensa se formó entre el 86 y el 87, y se hizo un primer tramo que cubre desde el Club de Pesca del Deportivo Pilarense hasta el puente que une con el Barrio Obrero. “Después se hizo hasta el fondo del Barrio Obrero. Se fueron haciendo por etapas. Seguía por la Plaza del Soldado Paraguayo y el actual barrio San Francisco y por último, se bordeó la empresa Manufactura Pilar”, expuso.
Los refuerzos no se han realizado con solidez. Actualmente la solución definitiva espera aprobación en el Poder Legislativo, que consiste en US$ 130 millones para la ejecución de una costanera y la adquisición de 32 estaciones de bombeo más modernos.