Docentes y padres de alumnos de la escuela San Miguel ubicada en el barrio Mbocayaty de San Antonio piden reforzar la presencia policial en la zona ante los constantes robos a la institución. Según los vecinos, los ladrones serían adictos a las drogas.

La directora Cristina Fernández lamentó que pese a las denuncias hechas, la Policía no toma acciones efectivas contra los delincuentes que tienen en zozobra a todo el barrio. “No hay respuesta y ya es muy a menudo, el sábado se robó una parte del aire y hoy encontramos que se robó el aire del segundo grado. Ya es muy constante y ya estamos cansados y no sabemos qué hacer”, se quejó la docente.

Dijo que lo poco que se pudo comprar para equipar la escuela es gracias al esfuerzo de la comisión de padres. “Realmente pedimos a las autoridades que hagan algo , ya estamos hartos de esta situación”, expresó en entrevista con Unicanal.

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El año pasado incluso los ladrones vaciaron una de las aulas, contó a su vez Blanca Libardi, presidenta de la Asociación de Padres. “Ya se robó también el comedor y como dice la directora se llevaron carne, frutas, verduras y todo lo que es para los chicos. Y realmente estamos muy cansados ya porque la escuela es muy humilde y todo el alrededor es de asentamientos y gente humilde que se levanta muy temprano para ir a trabajar. Y estos chespis no nos dejan en paz”, manifestó.

Según Gladys Bareiro, vecina del lugar, los adictos tienen muy preocupados a los pobladores porque “no se duermen” y por todos lados “ven de dónde sacar para comprar su vicio”.

“En todos lados están y en nuestras casas mismas roban cables, hasta la escoba que dejás afuera no amanece. Y eso nos molesta y no da gusto que la ayuda que le damos a nuestros hijos, vienen ellos a llevar todo para consumir después sus vicios”, indicó la señora.

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