“Lo más importante no es lo que damos, sino el amor que ponemos al dar”, es el lema de la feria de productos penitenciarios que ofertan las mujeres privadas de libertad (MPL) del Hogar Nueva Oportunidad, en la plaza José Asunción Flores de Asunción, ubicada en la avenida Mariscal López esquina Choferes del Chaco, por el Día de los Enamorados.
Los trabajos realizados por estas internas tras cursos de preparación y que hoy día son lanzados al mercado son parte de un programa de reinserción social. Entre las propuestas para los enamorados se encuentran productos de aseo personal, toallas, almohadones, tapabocas, entre otros.
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Por la compra de uno de los productos que ofertan estas mujeres, que confeccionaron con mucho amor lo que están presentando, uno se lleva también la satisfacción de estar dando una oportunidad de salir adelante a una madre, una hermana, una hija o una amiga, ya que a través de estos productos ellas buscan salir adelante.
Las MPL también prepararon productos alegóricos al Día de los Enamorados, como almohadas de emoticones de besos y sonrisas, así como de corazones rojos con bordados con frases dedicadas para el ser amado; hay peluches, flores de todo tipo, hechas a mano, así como objetos para decoración hechos de crochet.
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Los interesados en adquirir algunos de estos hermosos y únicos productos hecho por las talentosas artesanas del Hogar Nueva Oportunidad pueden pasar por la plaza asuncena, las mujeres privadas de libertad esperan clientes durante lo que resta de la tarde y mediados de la noche.
La directora del Hogar Nueva Oportunidad, Nelsi Centurión, explicó que el hogar tiene un régimen semiabierto, en el cual se encuentran mujeres privadas de libertad que cumplen con requisitos y normas establecidos en el Código de Ejecución Penal para desarrollar algunas actividades fuera de su lugar de reclusión, de manera controlada por agentes penitenciarios y judiciales.
Algunos de esos requisitos son: haber cumplido por lo menos la mitad de la pena, no tener otra causa abierta u condena pendiente, poseer buena conducta y merecer, por parte del organismo técnico-criminológico y del Consejo de Asesor del establecimiento, un concepto favorable respecto a su evolución.
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