Personas que los asisten hacen un llamado a profesionales de la salud para atender al niño y al padre. Aseguran que construcción y víveres están cubiertos.

La semana pasada conocíamos la historia de amor y solidaridad detrás de Miguelito, un niño de 13 años con parálisis infantil, y su papá, don Goyo, quien a pesar de haber sufrido hace un tiempo dos ACV cuida a su hijo que no camina, no habla y no puede valerse por sí mismo, luego de que la mamá del pequeño haya fallecido de cáncer.

La solidaridad de la vecina de ambos, Leonor, hizo que un grupo de personas de buen corazón se unan y los ayude a mejorar la vida que tenían. Esta semana empezaron la obra en la casa de Miguelito y don Goyo, la misma está a cargo del arquitecto Emilio Farina.

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Buscan ayudar a mejorar la calidad de vida de Miguelito y su papá, don Goyo. Foto: Gentileza.

“Desmantelamos el dormitorio, tiene 2,30 metros de ancho y de largo casi 5 metros. Tenían una puerta de terciada sin ninguna ventilación, para que se imaginen la gravedad de la situación”, empezó relatando Shirley Farina, administradora de la constructora Proyectos, empresa encargada de la obra.

“Nuestra idea es levantar más el techo de la pieza porque está bajito, se van a hacer como 7 hiladas más de ladrillo. Se va a cambiar todo el techo, va a volver a ser techo de chapa con tirantes de madera pero con chapas nuevas que fueron donadas, ya que las que tenían estaban todas descompuestas y con goteras. Todo será a través de donaciones”, agregó.

Shirley detalló la situación de las paredes que están humedecidas y rajadas en su totalidad, por lo que las mismas serán emparchadas y contó que no hay piso. Entonces nivelarán, harán contrapiso de cascote y colocarán piso cerámico. “Se va a poner puerta, una ventana y el pago de la mano de obra se hará a través de la donación de un equipo de arquitectos e ingenieros, quienes vendrán ellos mismos a mirar el trabajo y realizar el pago”, argumentó.

Mencionó además que vieron la necesidad de que cuenten con un baño privado y un señor realiza el pago del plomero.

Desmantelaron el dormitorio para trabajar y poner en mejores condiciones la vivienda de la familia. Foto: Gentileza.

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Colaboración de profesionales de la salud

En otro momento, Shirley contó a la La Nación que hasta ahora no consiguieron pediatras que puedan inspeccionar a Miguelito para saber su estado de salud. “Necesitamos que los mismos vayan hasta la casa a hacer la evaluación y digan cuál es la situación del niño, necesitamos la asistencia de un pediatra. Ver si está deshidratado, irritado o algo”, explicó.

Dijo que una fisioterapeuta ya asistió a ver a Miguelito y ya le hizo fisioterapia en sus bracitos. “Dice que están totalmente endurecidos, pero que es por falta de fisioterapia nada más y que en 2 o 3 meses sí ya podrá volver a moverlos”, refirió. También piden la colaboración de una peluquera para que pueda cortar el cabello del niño.

Según lo relatado por la entrevistada, don Goyo también recibió fisioterapia y dijeron que solamente necesita algún tipo de ejercicio y que muy rápido va a recuperar nuevamente el movimiento de su brazo.

Manifestó que una vez acudieron desde la Defensoría del Pueblo, pero más que nada para tomar unas fotos y hacer algunos relevamientos, no hicieron nada hasta el momento. “Nunca más aparecieron, ni le llamaron a don Goyo, esto fue hace 8 días”, aclaró.

La mano de obra será pagada mediante la donación de un grupo de arquitectos e ingenieros. Foto: Gentileza.

Atención psicológica

Con respecto a lo que necesitan padre e hijo, indicó que víveres tienen un montón, leche, nestum, cereal, pollo, verduras, todo fue donado, así como para la construcción también hay todo. “Le donaron una cama sommier, almohadas con edredones, se les donó un roperito, hay donación de juego de baño”, comentó.

Finalmente, Shirley refirió que don Goyo solicitó ayuda psicológica y que él está abierto, quiere hablar con alguien. “Me dijo que durante la cuarentena ellos casi no comieron y que él estaba en un estado depresivo y que ahora gracias a que nosotros le visitamos todos los días sale de ese cuadro depresivo. Pero sí se le nota muy depresivo. De repente necesita un clínico que le recete un ansiolítico, algún profesional que pueda un sábado o domingo hacerle una visita para que pueda hablar con él”, añadió.

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El pedido en sí es de gente profesional para que pueda asistir a Miguelito y Goyo. “Necesitamos pediatras, pueden ser 3 o 4 y que vayan turnándose para no cansarle a una misma persona, que vaya uno por mes a verle a Miguelito”, solicitó a la ciudadanía que pueda y quiera colaborar.

¿Cómo contactarlos?

Para colaborar pueden ingresar al link de un grupo de WhatsApp, contactar con don Goyo al (0971) 131-537 ó (0981) 296-434.

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