Productores de pueblos origi­narios del Chaco, dedicados a la producción apícola, buscan ingresar en la cadena de valor para la comercialización de la producción, en este caso de la miel de abeja. Para el efecto, empezaron a conformar comités, a modo de acceder a los programas y proyectos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), que tiene como eje principal de trabajo, lograr que los productores de los distintos rubros incursio­nen en la asociatividad.

Se trata de los productores de la comunidad de Pedro P. Peña, en el Chaco, quienes participaron previamente de jornadas técnicas para la formalización de comité de productores apícolas, espe­cíficamente en las comuni­dades de pueblos indígenas de Casuarina y San Agustín. Como puntapié inicial, se ofi­cializó la conformación de dos comités durante la primera reciente jornada, uno de ellos es el Comité de Apicultores Pilcomayo Poty, de Pedro P. Peña y el segundo es el Comité de Apicultores Acojeeh, de la comunidad de Casuarina.

Al respecto, desde el MAG informaron que en principio, cada asociación cuenta con 22 miembros, y con la con­formación legal de los comi­tés, los productores podrán ser beneficiados de los pro­gramas y proyectos de asis­tencia del MAG, destinados al rubro en cuestión para así lograr mejorar la producción tanto en cantidad como en calidad.

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Hay que señalar que la miel de abeja es un producto natural muy utilizado desde la anti­güedad, y muy valorado por sus propiedades que generan beneficios para la salud.

Según los datos oficiales, a nivel país al menos unas 15.000 familias se dedican al rubro, y se estiman unas 75.000 colmenas apícolas, con la peculiaridad de que la demanda interna llega incluso a las 3.000 tonela­das, pero la producción solo ronda las 1.000 toneladas, por lo que tiene un enorme poten­cial que no es aprovechado.

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