En la última semana, organismos internacionales coincidieron en que Paraguay caería este 2020 menos de lo que se esperaba a mediado de año, incluso siendo la economía menor golpeada por la pandemia. La consultora internacional FocusEconomics también prevé menor retracción este año, sin embargo, recortó el crecimiento económico para el 2021.
Los panelistas, que el mes pasado estimaban una retracción de 3,2% este 2020, ahora prevén que la economía se contraerá un 3,0%, un 0,2 punto de mejora. Sin embargo, para el 2021 se expandirá un 3,7%, que es 0,7 puntos porcentuales menos que la estimación en setiembre. “Este año, la economía sufrirá el golpe de la pandemia y sus restricciones asociadas, aunque el país debería desempeñarse mejor que sus pares regionales”, especifican los economistas.
El próximo año, el PIB debería recuperarse sólidamente, respaldado por la recuperación del gasto de capital y de los hogares y la reanudación del comercio internacional. Sin embargo, nuevas oleadas de infecciones por covid-19 nublan las perspectivas.
La economía se contrajo notablemente en el 2º trimestre, y el PIB cayó un 6,5% interanual, en contraste con la expansión del 4,4% del 1er trimestre. Tanto el gasto de los hogares como la actividad inversora se desplomaron en el trimestre, golpeados por la pandemia y sus medidas de contención asociadas, argumenta el reporte.
Dicho esto, el sector externo contribuyó positivamente al crecimiento, ya que las importaciones se desplomaron a un ritmo más pronunciado que las exportaciones, lo que amortiguó un poco la desaceleración, mientras que la formación de capital fijo y el consumo del gobierno continuaron creciendo, aunque tímidamente.
Los indicadores disponibles sugieren que la economía comenzó a recuperarse en el tercer trimestre, aunque solo de manera gradual. La actividad económica se expandió ligeramente en julio, mientras que las exportaciones continuaron contrayéndose en el trimestre, aunque a un ritmo mucho más suave que en el 2º trimestre.
En una nota menos positiva, el Congreso declaró una emergencia nacional el 1 de octubre debido a los incendios forestales prolongados, que podrían frenar la recuperación futura.