“Esta pande­mia nos está dejando lec­ciones importantes. Con una debilidad institucional como la nuestra, con altos niveles de informalidad, no se puede esperar mucha eficien­cia de las medidas de reacti­vación”, dijo el economista Carlos Carvallo, ex miem­bro del directorio del Banco Central del Paraguay (BCP).

Por ejemplo, un instrumento para la reactivación, más que paliativo, es el crédito que contemple las particulari­dades del momento. Pese a que desde el arranque de la pandemia se flexibiliza­ron fuertemente las nor­mativas, el financiamiento no llegó ni en la cantidad ni calidad que se necesitaban. Detrás de esto hay proble­mas de falta de información de las empresas, informa­lidad, entre otros, afirmó. “A partir de lo que surge de la conferencia de prensa y del portal del Ministerio de Hacienda, que es bastante general, habría que ver cómo se pretenden implementar, ya que tan importante como el diseño de las políticas es su implementación, que es donde muchas veces se falla. Dicho esto, entiendo que estas son medidas de miti­gación y, en ese sentido, son necesarias y en la dirección correcta”, alegó.

Para comenzar, porque mues­tran una preocupación y una voluntad para enfrentar el impacto de la pandemia sobre los grupos más afecta­dos, agregó.

Asimismo, al no conocerse con claridad dónde se están generando los problemas de empleo de la pandemia (por falta de información pública y privada), difi­culta atender estos grupos y focalizar eficientemente el dinero de los paragua­yos. Estos problemas no se resuelven en el papel, sino que surgen de acuer­dos nacionales amplios que contemplen cambios en los incentivos y las reglas de juego actuales, afirmó.

Por de pronto habrá que seguir apelando a medidas paliativas y apostar al diá­logo intersectorial, y trans­mitir señales que contri­buyan a la credibilidad y sostenibilidad de las medi­das, mostrando que existe una hoja de ruta donde se especifica en qué nivel se quiere estabilizar la deuda, en qué tiempo se quiere con­verger al equilibrio fiscal y, detalladamente, con cuáles medidas por el lado del gasto y de los ingresos, dijo.

En el escenario doméstico, los indicadores de actividad econó­mica verificaron un buen desempeño en junio, impulsado por la mejora de los subsectores de manufacturas, construcciones, ganadería y por la menor caída del sector terciario.

No obstante, al tener en cuenta el aumento en el ritmo de con­tagios de covid-19 y una prolongación de la cuarentena social establecida, representarían un riesgo a la baja para la actividad económica y para la demanda en los próximos meses, señala el comunicado del Comité de Política Monetaria, del Banco Central del Paraguay (BCP). En su reunión mensual, el Comité de Política Monetaria decidió por unanimidad mantener la tasa de interés de política monetaria en 0,75% anual.