• París, Francia. AFP.

La Justicia francesa imputó al fundador de Telegram, Pavel Durov, de origen ruso, con una serie de cargos vinculados al crimen organizado, pero lo dejó en libertad bajo control judicial y con la prohibición de abandonar el país. Al multimi­llonario de 39 años, detenido el sábado en el aeropuerto de Le Bourget al norte de París, se le acusaba de no actuar contra la difusión de contenidos delicti­vos en su servicio de mensaje­ría cifrada.

Los jueces de instrucción lo imputaron por “complicidad en la administración de una plataforma en línea por per­mitir una transacción ilícita, en banda organizada”, cas­tigado con hasta 10 años de cárcel. Entre los otros delitos imputados figuran el rechazo a cooperar con las autoridades en las interceptaciones auto­rizadas por la ley y blanqueo de crímenes en banda organi­zada. Los magistrados tam­bién lo investigan por “com­plicidad” en la distribución de imágenes de pornografía infantil, narcotráfico, estafa en banda organizada y aso­ciación de malhechores para cometer delitos, entre otros.

La compañía ya aseguró tras la detención que “cumple las leyes de la Unión Europea” y que “es absurdo afirmar que una plata­forma o su propietario son res­ponsables de los abusos”.

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