“¡A los presos por luchar, libertad, libertad!”: cientos de personas marcharon este miércoles hasta la embajada de Brasil en Caracas para pedir al presidente Luiz Inácio Lula da Silva que interceda en la liberación de 2.500 “presos políticos” en Venezuela.

El número incluye a los más de 2.400 detenidos en las protestas contra la reelección de Nicolás Maduro el 28 de julio, proclamada entre denuncias de fraude de la oposición, que reivindica la victoria de Edmundo González Urrutia, exiliado ahora en España.

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La manifestación convocada por activistas de derechos humanos llegó a la sede diplomática para entregar una carta dirigida a Lula, que encabeza, junto con su par de Colombia, Gustavo Petro, los esfuerzos por una salida pacífica a la crisis poselectoral.

“Le hicimos saber las condiciones en las que están estos familiares nuestros hoy en Venezuela, a quienes se le violentan todos los derechos humanos”, dijo Diego Casanova, familiar de uno de los detenidos en las protestas de julio. “Todos son presos de conciencia, ninguno ha cometido ningún delito”.

Maduro fue declarado victorioso para un tercer mandato consecutivo de seis años (2025-2031) por el Consejo Nacional Electoral (CNE), acusado de servir al gobierno.

Anunciado el resultado, miles de personas protestaron en todo el país, incluidos sectores populares tradicionalmente afines al chavismo, dispersadas con gases lacrimógenos y balas de goma. Unas 2.400 personas terminaron tras las rejas, incluidos menores de edad.

Lula, que ya tachó al gobierno de Maduro de “régimen muy desagradable” con “sesgo autoritario”, no reconoció la victoria a falta de un “escrutinio transparente”, al igual que otros países de América Latina, Estados Unidos y la Unión Europea.

“Lula intercede por Venezuela”, se leía en una de las pancartas. “Liberen a todos los presos políticos”, decía otra.

“El presidente Lula da Silva sabe lo que es estar en cautiverio”, dijo a la AFP una de las organizadoras de la marcha, Andreína Baduel.

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“La vida de los presos políticos está siendo sometida a un asesinato en cámara lenta en Venezuela solo por pensar distinto”, añadió la hija del general Raúl Baduel, viejo aliado de Hugo Chávez, que murió en prisión en 2021 tras romper con el gobierno.

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