“Machismo y religión, imponiendo estereotipos sexistas en nombre de Dios”, dijo el psicólogo paraguayo Osvaldo González, sobre los consejos que brinda la influencer y bailarina Jessica Torres, en su podcast. Recordemos que la mediática en su programa online aconseja a las mujeres cómo deben comportarse, según sus ideales religiosos; esta orientación podría ser peligrosa, de acuerdo al profesional de salud mental.

“Yo tenía que cambiar mi carácter, mi manera de ser como mujer, ahí cuando yo toqué fondo, y dije `yo quiero que me traten como reina, yo merezco alguien que me trate como reina, ¿Dios qué voy a hacer? Y me hace esta pregunta Dios ¿Y cómo vos sos? ¿Sos una reina? ¿O sos cualquier cosita?” y yo le dije `yo soy una reina`, entonces (Dios responde) `compórtese como reina”, narró Torres, en un episodio de su pódcast.

Según la mediática, una reina es delicada, amorosa, paciente, dulce, no alza la voz, tiene dominio propio, entre otros aspectos. Fue este el fragmento que empleó el psicólogo para analizar el mensaje de la bailarina, hacia sus seguidoras. “O sea que para tener un buen esposo debes comportarte como una reina, reina significa, en este contexto, ser una mujer, dulce, tierna y sumisa”, señaló el especialista de salud mental.

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✨ Machismo y religión: Imponiendo estereotipos sexistas en nombre de Dios ✨ ¿Alguna vez escuchaste que para tener una buena relación delante de Dios, la mujer debe ser dulce, tierna, no alzar la voz y controlar su carácter? 🤔 Este tipo de mensajes, a menudo disfrazados de lo que "Dios quiere", no solo buscan agradar a los hombres, sino también manipular y controlar a las mujeres. En un país como el nuestro, donde la violencia hacia las mujeres es alarmante, estos discursos son extremadamente peligrosos. Imponen comportamientos específicos a las mujeres, sugiriendo que deben actuar de cierta manera para ser valoradas y respetadas tanto por sus parejas como por Dios. Esto perpetúa estereotipos dañinos y mantiene a muchas en relaciones abusivas. Decir que una mujer debe ser sumisa para agradar a Dios es una forma de control y manipulación. Es imponer conductas que limitan su libertad y autonomía. Promover estos valores es ignorar la realidad de muchas mujeres que sufren en silencio. ❌ No está bien que se promueva este tipo de mensajes en una sociedad tan machista. Es crucial cuestionar y desafiar estas ideas para construir una sociedad más justa y equitativa. ¿Qué podemos hacer? 1. Cuestionemos: No aceptemos estos mensajes sin analizarlos. Preguntémonos si realmente reflejan el amor y respeto que merecemos. 2. Informémonos: Busquemos información sobre igualdad de género y derechos humanos. 3. Apoyemos: Si conocemos a alguien en una situación difícil, ofrezcamos nuestro apoyo y orientación. 4. Compartamos: Difundamos mensajes que promuevan la igualdad y el respeto mutuo. ¡Hablemos más sobre esto! Comentá abajo tus experiencias y pensamientos sobre este tema. Si te sentís identificado, identificada o conocés a alguien que necesite escuchar esto, compartí este post. Juntos y juntas podemos desafiar estos estereotipos y construir una comunidad donde todos y todas podamos vivir con dignidad y respeto. 🌟 ¡Vos tenés el poder de cambiar la narrativa! No dejemos que el machismo y la manipulación se disfracen de valores sagrados. 🌟 IgualdadDeGénero NoALaViolencia MachismoNuncaMás AmorPropio RespetoyDignidad

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El psicólogo indicó que lo peligroso de este discurso es que las mujeres deben comportarse de esta manera, no solo para agradar a un hombre, sino a Dios. “O sea, se le da un carácter sagrado, a conductas y pensamientos, que nosotros, los hombres, les imponemos a las mujeres, porque claro que a los hombres nos conviene que la mujer sea comprensiva, porque así son más fáciles de manipular y controlar”, explicó González.

El especialista señaló que aconsejar como debe comportarse una mujer bajo la etiqueta “es lo que Dios quiere” es peligroso e irresponsable, porque de esta manera, las mujeres que escuchen este mensaje, pueden permanecer en relaciones abusivas, donde sufren violencia física o psicológica. “No está bien que se promuevan este tipo de discurso en un país como el nuestro, supermachista”, apuntó el psicólogo.

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