El psicólogo Osvaldo González, conocido por hacer contenidos en TikTok, desmintió los estereotipos de género que Jessica Torres y su marido Óscar Portillo explicaron en un video a sus fans. Según la cátedra de la bailarina y el empresario, las mujeres y los hombres tienen un “rol” especifico de cómo comportarse, pero el especialista señaló todo lo contrario.

González presentó el video de la bailarina bajó el título: “Ideas pseudo religiosas que destruyen a las parejas”. En el material se escucha decir a Jessica Torres, que los matrimonios fracasan porque las personas están con “roles” diferentes. “Yo puedo llegar a ser un hombre sin querer siendo mujer y Óscar una mujer, siendo un hombre, hay roles que la biblia enseña, el hombre es así, cuando empezás a ser, como dice la biblia, decís ´wow, que fácil´”, dijo la profesora de danzas.

“El hombre debe comportarse como hombre, no podés vos estar comportándote como nena”, agregó la mediática. Para este punto, el psicólogo indicó que no existen comportamientos específicos para cada género. Según González, creer que la dama debe ser sumisa ante un varón con “carácter”, es sinónimo de que las mujeres sigan sometidas a los hombres.

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¿Qué tienen en común un video de una pareja cristiana evangélica y las personas que hablan de energía masculina y energía femenina? Ambos son ejemplos de discursos que normalizan y justifican la violencia de género, basados en ideas preconcebidas sobre cómo deben ser y actuar las mujeres y los hombres. En el video, de esta conocida pareja, la pareja afirma que la Biblia establece roles diferenciados para el hombre y la mujer en una relación, y que si los cumplen, serán buenos cristianos y tendrán una buena relación de pareja. El hombre debe ser el líder, el protector y el proveedor, y la mujer debe ser la ayudadora, la sumisa y la cuidadora. ¿Te suena familiar? En otros discursos que hablan de energías masculina y femenina, se dice que una mujer debe estar conectada a su energía femenina, que se manifiesta en la sensibilidad, la intuición, la receptividad y la ternura, y que un hombre debe estar conectado a su energía masculina, que se expresa en la razón, la acción, la fuerza y la seguridad. Si lo hacen serán deseables como pareja y tendrán una buena relación de pareja. ¿Qué hay de malo en estos discursos? Estos discursos son forma de perpetuar los estereotipos de género, que son construcciones sociales que asignan roles y comportamientos a las personas según su sexo biológico, sin tener en cuenta sus capacidades, deseos o preferencias individuales. Los estereotipos de género son dañinos porque limitan las posibilidades de desarrollo personal y profesional de las personas, las encasillan en roles rígidos e inflexibles, y generan desigualdades y discriminaciones. Además, los estereotipos de género son una de las causas principales de la violencia de género, que es toda aquella violencia que se ejerce contra las mujeres por el hecho de ser mujeres. ¿Qué podemos hacer para desafiar y transformar estos discursos? Podemos empezar por cuestionarlos, analizarlos y denunciarlos. Podemos educarnos y educar a otras personas sobre la igualdad entre el hombre y la mujer y el respeto a la diversidad. Podemos apoyar y acompañar a las víctimas de violencia de género y exigir justicia. Podemos crear y difundir nuevos discursos que promuevan la equidad.

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“¿Qué tienen en común un video de una pareja cristiana evangélica y las personas que hablan de energía masculina y energía femenina? Ambos son ejemplos de discursos que normalizan y justifican la violencia de género, basados en ideas preconcebidas sobre cómo deben ser y actuar las mujeres y los hombres”, señaló el especialista.

El profesional indicó que este tipo de discurso son dañinos para la sociedad. “Limitan las posibilidades de desarrollo personal y profesional de las personas, las encasillan en roles rígidos e inflexibles, y generan desigualdades y discriminaciones. Además, los estereotipos de género son una de las causas principales de la violencia de género”, apuntó González.

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