La madre del conocido chef Rodolfo Angenscheidt, más conocido como El Chapori, Myrtha Rodríguez, de 88 años, se casó hoy con Raúl dos Santos, de 94 años, tras compartir varios años de vida juntos.
Según se pudo observar en un video que compartió Mario Ferreiro, político y periodista paraguayo, los “tortolitos” consumaron su amor acompañados de sus conocidos, amigos, hijos, nietos y la gran familia que los rodea. Ferreiro fue maestro de ceremonia y DJ del casamiento.
“Muchas veces me preguntan por qué sigo trabajando como DJ y animador: este baile de recién casados de Raúl y Mirtha lo explica todo. Ser parte de los momentos más felices de la gente no tiene comparación con nada en este mundo. Gracias vida por esto”, expresó el exintendente de Asunción.
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Tal publicación generó muchas reacciones emotivas en los internautas. Una de ellas es la artista paraguaya de talla mundial Berta Rojas, quien recordó un tierno gesto de parte de los actuales esposos durante un recital en Europa. “Gracias por compartir Mario querido. Ellos fueron mis anfitriones en Londres y jamás olvidaré la gentileza de ambos y la cena deliciosa que la señora Mirtha preparó para recibirnos. Momentos únicos que gente linda de alma nos regaló. Te ruego les transmitas mi abrazo!”, escribió.
También el comunicador de GEN y Universo 970/Nación Media Toni Roberto Godoy comentó el video contando algo peculiar que la pareja realiza todos los fines de semana. “Emocionante, la pareja que se pasea todos los domingos en auto por el barrio”, dijo.
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Un punto de encuentro entre dos espiritualidades sonoras
- Jimmi Peralta
- Fotos: Gentileza
Envueltos de espiritualidad, admiración mutua y prestigio, la guitarrista paraguaya Berta Rojas y el músico argentino Gustavo Santaolalla grabaron una versión de “The Last of Us”, la música del popular videojuego y serie televisiva. Rojas habló con El Gran Domingo de La Nación sobre esta nueva colaboración, su búsqueda compartida con el argentino, su experiencia con el trabajo en equipo y más.
Los caminos que se trazan en las búsquedas de la identidad son finitos, como finito es el número que da cifra a la especie. El decir lo que se es, el nombrarse es una parada más de un viaje sin final. Estos caminos y estos decires no dibujan en el suelo líneas paralelas de un ejército guiado por su estrella polar, sino que, por su condición de esquivos, se trazan con garabatos, que al tiempo de buscar el destino lo crean andando para heredar nuevos surcos para los que vendrán, no sin antes cruzarse en el hacer.
La guitarrista paraguaya Berta Rojas, y el músico y productor argentino Gustavo Santaolalla lanzaron recientemente su último trabajo, “The last of us”, interpretado a dúo de guitarra y ronroco, que fue grabado en Los Ángeles, Estados Unidos.
Dos ávidos buscadores de la identidad de la música y el sonido de Latinoamérica a través de la creación y la interpretación se encontraron por primera vez para versionar la popular obra Santaolalla, con arreglos y producción de Sebastián Henriquez y Popi Spatocco.
El ronroco es el instrumento de cuerdas que Santaolalla rescató de la tradición del sur del continente y al cual hizo familiar al mundo a través de obras que llegaron al cine y al mundo de los videojuegos.
IDENTIDAD
Gustavo y Berta se interceptan en una búsqueda de ambos: tratar de nombrar a través de su sonido la identidad y, al mismo tiempo, recrearla en procura de nombrarse y de conectar con el continente.
Santaolalla es una figura fundacional del rock en Argentina y durante décadas fue productor de las bandas y los solistas más importantes de la música en habla hispana, persiguiendo el acento latinoamericano en cada proyecto.
Por su parte, Rojas, quien viene de presentar “Legado” en 2022 y de ganar con él su primer Latin Grammy para Paraguay, es emblema de la guitarra clásica paraguaya.
Aunque su travesía profesional en un primer momento la tuvo embanderada con la puesta en valor de la obra de Agustín Barrios, su obra es transversal al sonido del continente, con discos que rescatan obras guitarrísticas con ritmos del Brasil, Perú, Argentina, Centroamérica y el Paraguay. En este derrotero trabajó en colaboraciones inolvidables junto a grandes como Paquito D’Rivera, Juan Cancio Barreto y la Camerata Bariloche.
La grabación “The last of us” es el punto de encuentro entre dos espiritualidades que trazan una búsqueda en la metáfora del sonido, en el diálogo entre pueblos hermanos y vinculados por un mundo cultural como hogar común.
–¿Cuál fue el flujo de trabajo que abordaron con Gustavo respecto a los arreglos, ensayos, el tiempo de interacción para la grabación y qué sensibilidades los conectaron en el estudio, ya sea desde lo humano, lo profesional y sonoro?
–Trabajar con Gustavo fue un placer, ya que cuenta con una calidad humana notable. Nada más verlo llegar al estudio con flores acompañado de su esposa fue un gesto tan cariñoso como inesperado. Trabajamos en una jornada de grabación en Westlake Studios en Los Ángeles el pasado diciembre. Popi Spatocco y Sebas Henriquez estuvieron a cargo de los arreglos, nosotros teníamos un plan de acción muy bien trazado para optimizar nuestro tiempo en la sesión de grabación.
BÚSQUEDA
–¿Qué preguntas, inquietudes o certezas te deambulan actualmente?, ¿qué provocan, inspiran y/o acompañan estos nuevos trabajos?
–Este es un momento de mucha búsqueda en la bajada a tierra de un nuevo disco que vengo soñando desde hace tiempo y que cuenta muchas historias nuevas. En este momento estoy en plena tarea de estudio y descubrimiento, de muchas y extenuantes jornadas y de ese cansancio feliz que te da la satisfacción del trabajo bien hecho.
–Cuando hablamos de identidad muchas veces intentamos rastrear en el pasado un origen “puro”, que finalmente se diluye en mezclas anteriores.
–Somos los nativos americanos mezclados con los africanos esclavizados y los europeos que vinieron a hacerse también de un sueño en nuestras tierras. Somos todas esas mezclas y a su vez los europeos también cuentan con sus propios orígenes y ascendencias tan variadas que es imposible distinguirlas con precisión. Los latinoamericanos somos fusión de tantas culturas e identidades que han forjado lo que somos. La pureza no existe y es con el tiempo que estas fusiones van formando nuestra propia identidad.
–¿Qué tan conciente sos de que tu producción también forma parte de la identidad de la guitarra paraguaya y que sos un espejo para otros guitarristas de nuestro país?
–Nuestros orígenes son difusos y está bueno recordarlo, porque es así que podemos abrazar al hermano que llega buscando el amparo que como nación podamos ofrecerle, como también nuestros compatriotas van por el mundo buscando ser cobijados por otras culturas. Bien lo dice Jorge Drexler en una de sus canciones: “De ningún lado del todo y de todos lados un poco”. Y así vamos en un constante migrar hasta que finalmente en algún lugar nuestras almas quizá encuentren un hogar y un descanso. Si estas preguntas que me hago sirven para que otros jóvenes también se las hagan, siento que sí está bueno invitar a la reflexión. Hasta ahí el aporte que puedo hacer. Las respuestas que lleguen después son personales, como el arte mismo que hacemos. Ojalá, como decía el gran Agustín Barrios, “esté preñado de sinceridad”.
CONEXIÓN
–El trabajo de una instrumentista solista es un repetido ejercicio de esfuerzo individual. A contramano de eso, tu hacer lo venís desarrollando en equipo, pensando con otros y tocando con otros… ¿Qué relevancia tiene para vos esa interacción?
–Ese es el aprendizaje más lindo; el hacer música con otros, conectar con el otro a través del lenguaje de la música. Se abre un espacio de resonancia con el otro que de alguna manera te permite poner en ejercicio la empatía, tan necesaria en el mundo que vivimos hoy.
–La guitarra de Berta dialoga desde hace años con la música del continente. ¿Qué trascendencia tiene para vos que se “hermanen” las músicas y los sonidos de nuestro pueblo?
–Los latinoamericanos tenemos que transitar orgullosamente la música de nuestras tierras, porque allí es donde radica el sentido de pertenencia, ese algo tan fresco y estimulante intrínsecamente relacionado con lo que hablábamos antes sobre nuestra esencia, nuestras raíces (todas ellas), nuestras identidades. Hay una suerte de certeza cuando dialogamos con la música tan cargada de la identidad que hemos ido forjando con el tiempo. En ese espacio de encuentro con Gustavo a través de esa chacarera hay un 6/8 y un 3/4, compases que son afines a nuestra música paraguaya, pese a las diferencias en cuanto a las articulaciones que son muy particulares de esa forma. El 3 contra 2 resultante es la matriz de mucha música producida en nuestro continente. Gustavo dice con mucha sabiduría que “tenemos que tocar con nuestro acento”. La chacarera y la polca se encuentran con esa raíz común y así con tantas otras músicas de nuestra América Latina.
–Sé que del nuevo disco no se puede decir mucho aún, pero igual pregunto si se puede tener algún adelanto, ¿fecha?, ¿nombre?
–Muero de ganas de contarte sobre el disco, pero iremos de a poco, como quien va abriendo sin apuro un presente. Fue hermoso para mí compartir la grabación con Santaolalla, un moño hermoso de un paquete que poquito a poco lo iremos mostrando con el cariño que merece el oyente, que es el primer y gran receptor de lo que ya empezamos a soltar al viento.
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“The Last of Us” ya tiene un toque paraguayo
La guitarrista paraguaya Berta Rojas grabó una nueva versión del tema “The Last of Us”, nada menos acompañada por su propio autor, el reconocido músico argentino Gustavo Santaolalla. Este viernes se publicó el video de la sesión grabada en los estudios Westlake de Los Ángeles (Estados Unidos), el 14 de diciembre de 2024, en que la canción principal del videojuego y ahora la serie de HBO adquiere el toque paraguayo clásico de la concertista.
Pionero del rock argentino con la banda de rock folklórico Arco Iris (1969-1988) y ganador de dos Óscar a la banda sonora original por “Secreto en la montaña” (2006) y “Babel” (2007), Santaolalla comparte el audiovisual con la artista paraguaya ejecutando su composición instrumental en el ronroco, un instrumento de cuerda andino (similar a un charango), en momentos en que la segunda temporada de “The Last of Us” transita sus últimos capítulos.
“Es como entrar a un universo muy mágico, muy místico. Creo que es una persona que está como en otra dimensión, y desde ahí se comunica con nosotros, así que ha sido una experiencia realmente hermosa, de crecimiento musical y humano muy importante para mí”, afirmó Berta Rojas sobre esta colaboración, que es un adelanto de su próximo proyecto discográfico. La guitarrista obtuvo el Grammy Latino en 2022 por “Legado”, y nominaciones por “Día y medio” (2012), “Salsa roja” (2014) e “Historia del Tango” (2015).
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Por su parte, el compositor argentino declaró: “Conocer a alguien con esa capacidad de expresión y de virtuosismo, y que quiera tocar un tema mío y que quiera que toquemos juntos, me parece increíble. La combinación del ronroco y la guitarra es maravillosa”. Santaolalla creó la música para la franquicia de videojuegos, y compartió créditos con David Fleming para la adaptación como serie en 2023, siendo nominado a un Emmy por este trabajo.
“La música sintetiza de manera mágica lo que somos. A través de ella habla nuestra geografía, nuestras costumbres, nuestro hacer, nuestro universo. Así como la música nos permite ese viaje imaginario por América, estos instrumentos hacen esa síntesis y se convierten en un canal de comunicación. Toda nuestra identidad latinoamericana viaja a través de estas cuerdas”, afirmó Rojas sobre este nuevo hito en su gran trayectoria. En marzo pasado, la paraguaya fue elegida para integrar el Consejo Directivo de la Academia Latina de la Grabación, entidad que entrega los premios Grammy.
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Guitarrista paraguaya integra Consejo Directivo del Latin Grammy
La guitarrista paraguaya Berta Rojas, ganadora del Latin Grammy, vuelve a hacer historia, esta vez al ser elegida para integrar el Consejo Directivo de la Academia Latina de la Grabación, que se encarga el prestigioso galardón de la industria musical desde Miami, Florida (Estados Unidos). La artista asumirá la gran responsabilidad de ayudar a trazar el curso de la organización, junto a los demás miembros.
El portal del Latin Grammy informó este martes sobre los nuevos miembros del Consejo Directivo para los próximos tres años, incluyendo a Gabriel Abaroa Jr., Pedro Blanco; el múltiple ganador del Latin Grammy, Gustavo Borner; Rafael Fernández Jr., la doctora Chelsey Green y Jorge Hernández-Toraño, además de la concertista paraguaya.
“¡Nuestro más sincero agradecimiento a los pasados miembros del Consejo Directivo! Me siento honrado en darle una calurosa bienvenida al talentoso y diverso grupo de profesionales que se une a nuestro Consejo Directivo”, dijo Eduardo Hütt, presidente del Consejo Directivo de La Academia Latina de la Grabación.
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Berta Rojas es una de las guitarristas clásicas más reconocidas de Latinoamérica. Con una trayectoria de más de tres décadas, la artista nacida en Paraguay ha publicado 14 álbumes de estudio que le han permitido presentarse en algunas de las salas de conciertos más prestigiosas del mundo. Su excepcional talento la condujo también al ámbito académico en Berklee College of Music, donde se desempeña como profesora asociada, convirtiéndose en la primera docente latinoamericana invitada por el departamento de guitarra de la institución.
En 1992, Rojas obtuvo una licenciatura en música con mención en guitarra por la Universidad de la República de Uruguay, y posteriormente completó una maestría en música, especializada en guitarra, en Johns Hopkins University. Cuenta con cuatro nominaciones a los Latin Grammy y un galardón obtenido en 2022 al Mejor Álbum de Música Clásica por “Legado”. En 2023, la guitarrista recibió la Orden Nacional del Mérito en el Grado de Gran Cruz, la máxima condecoración civil y militar de Paraguay.
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Mario Ferreiro evoca ocho boliches históricos de las noches asuncenas
Maestro de varias generaciones en la escena nocturna, Mario Ferreiro hace un alto en su ajetreada rutina diaria y se sumerge en un viaje al pasado. Enfundado en su rol de DJ y animador de fiestas, guía a La Nación del Finde en un nostálgico recorrido por las discotecas que a su criterio se destacaron en la movida nocturna asuncena de los 70, 80 Y 90.
- Por Gloria Ocampos-Prieto
- gloria.ocampos@nacionmedia.com
- Fotos Néstor Soto y Mario Ferreiro
Hombre de muchas facetas, Mario Ferreiro es, aparte de comunicador, presentador y político, un DJ y animador connotado, figura emblemática para los melómanos y los amantes de las inolvidables veladas de otras épocas. Musicalizó y animó en las discotecas más exitosas de Asunción en un tiempo en que estos locales nocturnos arrasaban y eran el punto de encuentro por excelencia. Se codeó con los DJ pioneros de la escena, figuras de la farándula local y celebrities internacionales.
Haciendo flashback sobre sus inicios, cuenta que comenzó “poniendo música” en las fiestas de colegio a los 15 años. “Yo llevaba mis discos a las fiestas y el resto conseguíamos en cassettes que grabábamos de las radios o de amigos que tenían otros discos. Era muy primitivo todo, era difícil, pero daba gusto”, memora. Sus DJ de referencia eran Caio Skill, Beto Duarte y todos los disc-jokeys pioneros. “Michi Oliva me enseñó mucho también”, añade.
Lo de la animación comenzó a los 20, cuando empezó a hacer radio. Pero su pasión por la música ya nació en su más tierna infancia. “Yo escuchaba música de chiquito.
Todo el día enloquecido detrás de mis hermanos mayores, principalmente Rodolfo, Miki, que es el papá de Bruno Ferreiro de Flow y de Afi Ferreiro de Paiko. Ese fue el hermano que me influyó, me hacía escuchar todo el día Beatles. Y bueno, nunca más paré de escuchar música todos los días de mi vida”, dice.
Mario es hoy el protagonista de nuestro espacio Ellos Saben donde pone el foco en los ocho boliches más icónicos, sitios que marcaron su impronta en los 70, 80 y 90. Cada uno tuvo su estilo particular, su esencia, su mística. “Son apenas algunos de los muchos lugares mágicos de la noche de la ciudad. Cada uno tiene su propia historia. Todos nos regalaron años de mucha alegría y compañía”, expresa.
El gran furor de las discotecas duró hasta fines de los 90. “Luego el público fue migrando hacia los restó bailables, fiestas electrónicas y eventos especiales tipo off-sites. Es de destacar que gran parte del público de las discotecas de aquellos tiempos hoy llena las fiestas de El Retrovisor”, resalta el comunicador. Estos son sus ocho elegidos.
CASAPUEBLO
De Roberto Colmenares quien, en inicios de los 90, diseñó un nuevo concepto de boliche nocturno. “Comenzó como un bar de una cancha de pádel sobre la avenida Mariscal López. Luego se convirtió en el sitio más importante de la noche de Asunción. Después, Colmenares estuvo al frente de Capricornio La Barra, Acqua y otros proyectos”, cuenta Mario.
CARACOL DISCOTEC
Inaugurado en 1972 sobre la avenida Félix Bogado. Luego se convirtió en Caracol Club y más tarde en Dance. “Fue literalmente ‘La Catedral del Ruido’. Reinó por 3 décadas la noche de Asunción. Tuvo a los mejores DJ y trajo a una constelación de estrellas, desde Julio Iglesias hasta Virus, Mocedades y muchos más”, recuerda Mario. El Caracol volvió a fines de los noventa con la onda dance y cuando las chicas subieron a los parlantes.
MUZAK MALL
Aparece un poco después de Caracol. Vivió su etapa de oro en los 80. Tenía tres pistas y un diseño arquitectónico innovador. “Fue gran escuela de DJ y sonidistas de gran prestigio, desde Alan Wood y Carlos Cappello, uno de sus fundadores. Llegó a tener un stand de tiro en su subsuelo, y un tobogán para bajar a la pista de música rápida”, detalla el comunicador.
BLUES-BAR
Era una parada obligada entre 1991 a 1995. “Un emprendimiento mío y de Carlo Bortolami. Era un pub bailable ubicado en Sucre casi San Martin. Luego fue Coyote”, refiere Mario.
SAFARI’S
De los hermanos Johnny y Raúl Ibáñez, “primero sobre la avenida San Martín y luego a la vuelta”. También eran dueños del Kaktu’s en las cercanías. “Boliches de mucha onda y música extraordinaria.
Allí tocaba el legendario DJ Hugo Villa, fallecido en accidente de tránsito. De allí también salieron Beto Duarte y Caio Skill”, menciona. El reinado del Safari’s se prolongó entre los 70 y 80.
J&C
De Charles Recalde, otro de los pioneros. Principios de los 70, se instaló en el predio que hoy ocupa el estacionamiento del Súper Real Villa Morra. “Allí debutó en Paraguay como DJ Michi Oliva. En los 80 se convirtió en A Go Go. El J&C tenía una ambientación excelente, con mobiliario muy cómodo y gran sonido. Chingolo Silva, Jorge Barrett y otros eran sus DJ estrella. Allí fui con Fernando Allen a iniciarme en cabina, aprendiendo de los grandes”, señala.
SIDDHARTA - BAR DE JAZZ
Primero sobre Perú y De las Residentas, luego sobre San José casi José Berges. Abierto por Luis Acosta a principios de los 80. El primer pub dedicado 100 % al jazz en Paraguay. “Por allí pasaron desde Lobito Martínez y Carlos Schvartzann hasta Dexter Gordon y los Heath Brothers”, recuerda.
CAFÉ BOHEMIA
Abierto a mitad de los 90 con Graciela Fretes. Su primer local funcionó en Galería Colonial y luego en la hoy muy concurrida calle Senador Long. Tuvo 15 años de vigencia. Era un bar de música en vivo y DJ. Fue epicentro de la movida nocturna en Asunción en esa época. “Por allí pasaron Joaquín Sabina, Palito Miranda, Fito Páez, los Deliverance y muchos más”, evoca Mario Ferreiro en este fugaz repaso por las discotecas más emblemáticas de la Asunción de antaño.