La reina Letizia de España, considerada una de las mujeres más elegantes del mundo, no le teme a las prendas vintage ni a las piezas de segunda mano a la hora de escoger un atuendo para sus compromisos oficiales. En varias ocasiones así ya lo ha demostrado. Pero este lunes, sorprendió como en ninguna otra ocasión con un outfit retro bastante particular porque se trataba de un diseño que hace 44 años lo estrenara su suegra, la reina Sofía.
En la tradicional recepción al Cuerpo Diplomático que los monarcas españoles ofrecen cada inicio de año en el Palacio Real, la esposa del Rey Felipe VI apareció con un elegante look de la colección Alta Costura de Valentino Garavani que la reina emérita vistió en un viaje oficial a Alemania, en 1977.
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Aquella visita duró dos días y en la segunda noche, don Juan Carlos y doña Sofía ofrecían un concierto en honor a sus anfitriones, el entonces presidente Walter Scheel y su esposa, Mildred, en el Gymnich Castle, en el que la madre de Felipe daba cátedra de elegancia con el vestido escogido para la ocasión.
El vestido en cuestión está formado por cuerpo de organza, de escote redondo y mangas transparentes ligeramente abullonadas, con un delicado bordado de flores en color rosa y hojas verdes, del mismo tono de la falda, con pliegues en la parte superior. Lleva un cinturón de tres cordones de seda de color rosa bebé, cuyo diseño original terminaba con un lazo en el centro, pero Letizia optó por prescindir de dicho detalle.
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Complementando su estilismo, llevó su inseparable anillo dorado de Karen Hallam, un regalo de sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, del que nunca se separa; y unos pendientes colgantes de rubíes y esmeraldas de la marca Tous.
El hecho de haber lucido este vestido fue interpretado por la prensa española como un guiño de Letizia a la madre de su esposo, una prueba de la excelente relación que hay actualmente entre ambas mujeres, tras superar algunos episodios de tensión que protagonizaron hace unos años atrás.
Además, esto reafirma lo que se comenta en los pasillos del palacio: que la experiodista le tomó el gusto a visitar los armarios de su suegra, de donde ya rescató algunas que otras piezas. Y es que la reina Sofía siempre fue una mujer de muy buen gusto a la hora de vestir y en sus años de esplendor pudo coleccionar una gran cantidad de vestidos de celebrados modistos que hoy vuelven a cobrar protagonismo gracias a su nuera.