"Una despedida increíble, con risas y hasta llantos, por sobre todo valoro el cariño que me demostraron", escribió Fer en su cuenta de Instagram. Foto: Gentileza.
La divertida y original despedida de soltera de Fernanda Aguilar
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“Épica” fue como calificó la conductora de radio a su divertida despedida de soltera, organizada por sus amigas. Fernanda Aguilar es la novia y futura esposa de Óscar Elizeche, hijo de Bibi Landó, quien el fin de semana pasado disfrutó de una fiesta para despedir su soltería.
Así lo dio a conocer Fernanda a través de varias fotografías y videos que colgó en su cuenta oficial de Instagram. En las imágenes se ve cómo ella junto a sus amigas celebraron un evento único y muy especial, donde vivieron momentos muy emotivos.
Viendo el atardecer, con una extraordinaria vista a la ciudad, ya que el encuentro tuvo como escenario la terraza de un hotel, que fue ambientada con globos, copas y elementos alusivos al evento. En la ocasión, las organizadoras se vistieron todas de negro; mientras que la protagonista del cuento lució un outfit en blanco, igual a la de una novia próxima a casarse.
“Una despedida increíble, con risas y hasta llantos, por sobre todo valoro el cariño que me demostraron. Gracias a todas por ser parte de este momento tan especial e importante de mi vida” fueron algunas de las palabras de la conductora de radio.
La boda está prevista para el próximo sábado 20 de noviembre y se llevará a cabo en el Club Náutico San Bernardino (CNSB), según había señalado Bibi a La Nación. Cabe recordar que en el mes de febrero pasado, la pareja había protagonizado una pedida de mano muy particular, debido a que desde lo alto y lanzándose en paracaídas, se leía un enorme cartel en el suelo que decía: “Fer ¿te casarías conmigo?”. Al estar en tierra, Óscar le entregó flores y el anillo de compromiso a Fernanda, momento que fue inmortalizado con románticas instantáneas que luego fueron viralizadas en las diferentes redes sociales.
“¡Mucha adrenalina juntas! Lo más importante es que después de leer el cartel desde el cielo dijo que sí!”, posteó el novio. Por su parte, Fer expresó: “Me caso con el amor de mi vida. Sí, sí, sí, y mil veces sí. Llegaste a mi vida para hacerme mejor persona y cambiar totalmente mi vida”.
Boda comunitaria: 51 parejas unieron sus vidas en Asunción
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Este sábado, más de 50 parejas dieron el “sí, quiero” ante la ley del Estado en un matrimonio civil comunitario que se desarrolló frente al Patrón de los Héroes, en la ciudad de Asunción. Las parejas coincidieron que les costaba poder pagar la boda y que está fue una buena oportunidad para legalizar su amor.
Hoy en la calle Palma se vivió toda una fiesta donde 51 parejas celebraron la legalización de sus uniones ante la ley civil. El evento fue organizado por la Dirección General del Registro del Estado Civil (REC), en el marco de su aniversario 144 de creación, y fue apoyado por el Ministerio de Justicia.
Unas de las parejas conformadas por Lourdes y Miguel dijeron que están muy felices con esta iniciativa. Ellos están juntos desde hace seis años y este momento es muy especial para la familia. Era algo que tenían planeado, pero que no se podía concretar por situaciones que se fueron dando.
“Hace 6 años que estamos juntos somos de Areguá. Nos costaba un poco poder casarnos porque todo tiene un costo. Aprovechamos que se iba a dar esta boda comunitaria, luego queremos pasar a la boda religiosa. Era difícil proyectarnos para casarnos”, explicaron Alexis y Ruth a Unicanal.
María Joaquina y Édgar, una pareja de la ciudad de Capiatá, explicó que ya estaban viviendo juntos y pese a que ya tenían pensado casarse no pudieron cumplir ese deseo por varias razones. “Nos conocimos por unos amigos, desde ahí estamos juntos y esperamos estar así siempre”, detallaron.
“Hace 27 años que estamos juntos. Nos conocimos porque alquiló una pieza, en aquel momento se separó recién de su esposa y después nos enamoramos. Hace poco su ex falleció y desde ese momento quiso casarse, hoy es una realidad, estamos muy felices. Ahora ya somos marido y mujer”, dijeron, por su parte, Marina y Carlos.
A los 100 años, veterano se casó en Normandía en aniversario del “Día D”
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El veterano estadounidense Harold Terens, de 100 años, se casó este sábado con su prometida, Jeanne Swerlin, de 96, en un pueblo de Normandía, en el noroeste de Francia, cerca de las playas donde tuvo lugar el Desembarco el 6 de junio de 1944. Al son de “I will always love you”, “Ave María” y de gaitas, Terens y Swerlin se dieron el “sí, quiero” en la localidad de Carentan-les-Marais ante decenas de invitados, algunos en uniforme militar.
“Esperé 96 años para encontrar al hombre correcto y ahora estoy teniendo una boda que solo una reina y un rey pueden tener”, declaró Swerlin a la AFP antes de la ceremonia. Terens, vestido con un traje azul claro, entró en el salón de bodas local entre aplausos de sus amigos y familia, mientras su bisnieta esparcía pétalos de flores por el suelo.
Vestida de rosa satinado, Swerlin dijo “Oui!” cuando el alcalde de la localidad francesa, Jean-Pierre Lhonneur, le preguntó si deseaba tomar a Terens como esposo. “Estamos muy honrados de que el señor Terens haya elegido casarse aquí, en Carentan, donde en junio de 1944 se produjo la unión de las tropas aliadas que desembarcaron en las playas de Utah y de Omaha”, había dicho el alcalde.
Después de la ceremonia, el veterano debía celebrar el enlace “con sus familiares, en la intimidad”, declaró a la AFP Sarah Pasquier, encargada del Ayuntamiento de Carentan-les-Marais de los actos relacionados con el aniversario del “Día D”. Y luego, “dependiendo de si está cansado o no”, Terens, que vive con su pareja en Boca Ratón, Florida, podría participar en un desfile de veteranos, explicó Pasquier.
Por la noche, la alcaldía organizó un baile similar a los que se celebraban en la época de la liberación, en el marco de las conmemoraciones del “Día D”. “Los civiles están invitados a vestirse como en los años 1940 y los soldados de la base estadounidense de aquí cerca serán bienvenidos”, agregó. Terens, que fue condecorado en 2019 con la máxima distinción francesa, la Legión de Honor, fue homenajeado de nuevo el jueves junto a numerosos otros veteranos durante las ceremonias del “Día D”.
Después de la Segunda Guerra Mundial, Terens se casó con Thelma, su primera esposa, con quien tuvo tres hijos. Cuando esta falleció, quedó destrozado pero tres años después conoció a Jeanne Swerlin, quien también había enviudado, y desde entonces no se han separado. “Soy probablemente la persona más afortunada del mundo”, dijo Terens a la AFP a principios de mayo. “Lo tengo todo. Cien años y sigo adelante”.
En Concepción, 65 parejas dieron el ¡Sí, quiero! en boda comunitaria
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Este miércoles, en una emotiva ceremonia comunitaria 65 parejas del departamento de Concepción decidieron unir sus vidas ante la ley. En algunos casos ya se encontraban viviendo juntos hace años, pero siempre desearon poder legalizar su amor ante las autoridades del Estado.
La ceremonia se realizó en el teatro municipal de la ciudad de Concepción, donde se reunieron parejas de distintas localidades para el solemne acontecimiento. La jornada estuvo encabezada por el Ministerio de Justicia, desde la Dirección General del Registro del Estado Civil (REC).
“Se propició la boda de 65 parejas ante la ley civil, en una ceremonia colectiva organizada por la Coordinadora Departamental del REC y convocó a parejas de distintas localidades”, explicaron desde el Ministerio de Justicia.
Resaltaron que en su mayoría son parejas que ya pasaron gran parte de su vida juntos, pero que ante el alto costo de poder realizar una boda civil decidieron posponer la ceremonia. “Ahora tuvieron la posibilidad de formalizar legalmente el vínculo familiar”, apuntaron.
Las parejas dieron el sí ante oficiales registrales del citado departamento y se contó con la presencia de Rigoberto Zarza, director general de REC. Tras el emotivo evento, los contrayentes, acompañados por una multitudinaria asistencia de familiares y amigos, recibieron sus certificados de matrimonio civil.
La boda comunitaria fue organizada por la coordinadora departamental del registro civil, Celia Marizza Ferreira. De esta forma buscan fortalecer los lazos de legalidad entre las parejas y la consolidación de la familia como base fundamental en nuestra sociedad.
Los contrayentes se inclinan mutuamente en reverencia para expresar el compromiso de vivir 100 años juntos. La ceremonia se celebró en un parque-templo de la ciudad de Gimcheon-si
Paraguayo da el sí en una boda tradicional, en Corea del Sur
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La pareja conformada por el paraguayo Rodrigo Rotela y Jiyoung Park llegó al altar en el Parque Ambassador en Samyeong, Corea del Sur. El 27 de abril, los enamorados celebraron una boda tradicional coreana que congregó a unos 70 asistentes, incluyendo familiares, amigos y visitantes de otras naciones. Aquí te mostramos todos los detalles de este evento lleno de ritos y tradiciones ancestrales.
La joven coreana, quien flechó de amor al compatriota, es originaria de la ciudad Gimcheon-si. Ante esto, la boda de Rodrigo Rotela y Jiyoung Park se convirtió en la 78.ª ceremonia de boda tradicional organizada por la ciudad natal de la novia.
a ceremonia, organizada por la mencionada ciudad y el Centro Cultural, comenzó con una vistosa procesión en un palanquín (silla cerrada utilizada por las clases altas y nobles) desde el molino de agua de Samyeongdaesa. Acompañados por el grupo Gireuk-abeom y Pungmul (tradición de música folclórica coreana) los novios, transportados en un palanquín, recorrieron el camino hasta Choryecheong, ante Bukamru. Se realizó el baile de abanicos coreanos, para luego ver descender a la novia del palanquín.
Acompañados por sus padres en esta hermosa postal para la posteridad. Rodrigo es hijo de Alcides
Rotela y Mara Rotela
La boda fue dirigida por Song Gi-dong, secretario general del Centro Cultural de Gimcheon-si. Algunos de los rituales que realizaron fueron: el Chinyeongrye, donde el novio es recibido en la residencia de la novia; el Jeonanrye, en el que el novio presenta un ganso salvaje y hace una reverencia; el Gyobae-rye, el primer intercambio de alcohol entre los novios; y el Geun-bae-rye, donde ambos beben de una taza de calabaza, según informó el portal coreano Kimcheon.
Rotela (34) reside en Tokio, Japón, desde hace 8 años. Allí realizó un posgrado en Administración de Empresas; tras la maestría recibió una importante propuesta laboral en una empresa. Es jefe del Departamento de Ventas Internacionales de una compañía de ingeniería. En 2016 llegó a tierras japonesas coincidiendo con el arribo a ese país de quien hoy es su flamante esposa de 27 años, una ciudadana de Corea del Sur. Ella está en el Departamento de Marketing de una firma de cosméticos muy importante de Tokio. Se conocieron estudiando en una universidad japonesa y tras varios años de relación, decidieron dar un paso más en su compromiso.
Los novios Jiyoung Park y Rodrigo Rotela, ataviados con hanbok nupcial tradicional, lucen radiantes en su boda celebrada en Corea del Sur
PROMOCIÓN CULTURAL
“Nosotros celebramos nuestra boda tradicional coreana en un parque-templo de la ciudad natal de mi esposa Gimcheon-si. La ciudad apoyó nuestra boda como parte de las actividades de promoción cultural de la ciudad, al año apoyan unas cuantas”, explicó Rodrigo Rotela, en conversación con La Nación del Finde.
Hay que decir que unos 70 extranjeros, especialmente japoneses y paraguayos, participaron de la boda intercultural. Asimismo, tuvieron invitados locales de Gimcheon-si; también los visitantes del parque se sumaron al festejo, creando un ambiente cálido y festivo.
El paradisíaco Parque Ambassador, de ensoñadores jardines, albergó la ceremoniaEl cortejo nupcial llegando al escenario de la boda, arropado por una exuberante vegetación.
“Decidimos tener una boda tradicional coreana, ya que íbamos a tener muchos invitados de afuera (especialmente de Japón) y queríamos que experimenten y disfruten parte de la cultura coreana a través de nuestra ceremonia de bodas”, expuso Rotela.
El casamiento, que se compuso de ritos y tradiciones ancestrales de Corea, contó con un detalle nacional muy significativo. “Incluimos una bandera paraguaya, que estaba junto a una bandera coreana, en la mesa de recepción”, destacó.
“Últimamente en Corea acostumbran a celebrar las bodas en un estilo más occidental, entonces disfruté mucho los comentarios de los coreanos, jóvenes y no tan jóvenes, de que finalmente pudieron disfrutar de una verdadera boda tradicional coreana”, contó el compatriota.
La novia fue transportada en palanquín, siguiendo la milenaria tradición.El novio Rodrigo Rotela, durante el ritual del kireogi
RITUALES DE UNA BODA ANCESTRAL DE COREA
Previa: los festejos se realizan para amenizar el ambiente y como previa a la ceremonia principal.
Saludo a los padres: acto en el cual el novio va a la casa de la novia a buscarla. Cuando el padre de la novia recibe al novio en el jardín, se da por iniciada la ceremonia de boda.
Kireogi: acto en el cual el novio ofrenda un kireogi (gansos salvajes) a la familia de la novia. Luego, el novio realiza dos reverencias ante el kireogi, que simboliza varias virtudes que la pareja debe seguir en su vida matrimonial: fidelidad, armonía, etc. Luego la novia hace entrada.
Encendido de las velas: momento en que las madres de ambas familias encienden las velas. Este acto simboliza que el futuro de la pareja de recién casados estará brillantemente iluminado.
Reverencia: los novios realizan un gesto de reverencia mutuamente. Se lavan las manos para limpiar el cuerpo y la mente, y se inclinan mutuamente en reverencia para expresar el compromiso de vivir 100 años juntos.
Cierre: los novios intercambian alcohol desde una misma taza de calabaza. Los recién casados beben 3 veces de la taza de calabaza y se comprometen a vivir como marido y mujer ante los antepasados y las deidades del cielo y la tierra.
La bella Jiyoung Park es presentada por su madre y otro familiar, todas ellas enfundadas en trajes típicos de CoreaUna mesa con ofrendas y dos gansos salvajes (kireogi) que simbolizan las virtudes que la pareja debe fomentar en su vida matrimonialLa ceremonia fue dirigida por Song Gi-dong, secretario general del Centro Cultural de Gimcheon-si. La boda se enmarcó dentro de las actividades de promoción cultural de la ciudad
“Decidimos tener una boda tradicional coreana, ya que íbamos a tener muchos invitados de afuera, especialmente de Japón, y queríamos que experimenten y disfruten parte de la cultura coreana a través de nuestra ceremonia de bodas”.