En la noche de este viernes 31 de enero, desde el Poder Judicial informaron que en el proceso que se le sigue a Armando Javier Rotela, líder del clan Rotela, los fiscales Christian Ortiz y Luis Said solicitaron 21 años de cárcel más 9 años de medida de seguridad para para el acusado por hechos vinculados al tráfico de estupefacientes, estructura desbaratada en operativo denominado “Chacal”, desarrollado el año 2021. También su reclusión en un Centro Penitenciario de Máxima Seguridad.
En el mismo trámite judicial, los representantes de la Fiscalía también solicitaron pena privativa de libertad para otros integrantes del clan Rotela, como Vicente Chase, alias “Petiso”, por quien solicitaron 19 años de cárcel más 4 años como medida de seguridad. Además pidieron 10 años de reclusión para Carmen Ortiz, pareja de Chase, y 18 años para el guardiacárcel Chistian Medina.
Para Juan Javier Rodas, alias “Picholi”, los agentes de Ministerio Público pidieron 20 años de pena privativa de libertad, más 6 años como medida de seguridad.
La solicitud de cárcel también alcanzó a Fredy Pérez y Carlos González, para quienes pidieron 17 años de reclusión. Otro integrante del clan Rotela por el que pidieron prisión es Ronald Cantero, para quien solicitaron 15 años de encierro tras las rejas.
Preso hasta el año 2046
Hasta ahora, el Ministerio Público logró unificar las penas con medidas contra Armando Javier Rotela Ayala, sindicado como líder del clan Rotela, con lo que fue confirmado que permanecerá en prisión hasta el año 2046. El criminal fue condenado en dos causas por posesión, comercialización y tráfico de drogas peligrosas y posesión de armas de fuego, por lo que deberá compurgar una pena carcelaria de 31 años.
De acuerdo al informe emitido por la institución judicial, Rotela compurgaría inicialmente 23 años de cárcel y 8 años como medida de seguridad, hasta el 23 de julio del año 2038, y luego acumularía su medida de seguridad de ocho años, que llega hasta el año 2046.
Actualmente está recluido en una prisión con medidas especiales en Emboscada, tras ser trasladado en diciembre pasado desde Tacumbú por el operativo Veneratio, que desarticuló su grupo criminal en la penitenciaría.