El intendente de Ciudad del Este al parecer normalizó en su administración un esquema de repartija maniobrada de contrataciones entre leales que, después de los dos primeros sonados casos Tía Chela y Tajy, ya no sorprende a la opinión pública. Hoy día, denuncias en su contra trascienden como puras estadísticas que se traducen en chiste la serie de irregularidades, pese a las sobradas documentaciones que respaldan los perjuicios denunciados.
- Por Rossana Escobar M.
- rossana.escobar@nacionmedia.com
Muy pronto, la promesa de Miguel Prieto, aquel joven de Ciudad del Este que se perfilaba como el mesías que sacaría del pozo a la comuna esteña, sucumbió con el esquema de corrupción con festín de licitaciones, etc., que se consolidó en su administración.
Es el intendente más denunciado en la República del Paraguay, los cuestionamientos están plenamente documentados y están a la vista en los portales institucionales de los entes de control, pese a ello sigue campante en el cargo y hasta se perfila como el candidato más potable de una parte de la oposición. Actualmente acumula 41 denuncias en su contra en la Fiscalía, que por razones desconocidas quiso trasladar a Ciudad del Este. Nada le inmuta, continúa el mismo modus operandi en su gestión.
El esquema que Prieto implantó con su administración en Ciudad del Este es la discrecionalidad en la repartija de fondos de la municipalidad con las licitaciones, principalmente por vía de la excepción o de urgencia. Sistemáticamente aparecen favorecidos con contratos gente de su entorno, amigos leales y familiares de sus subordinados. Contrataciones Públicas había dictaminado inconsistencias en varias de las adquisiciones de la gestión Prieto, como la compra en 2019 de la clínica móvil catalogada como mau.
Contrataciones Públicas había dictaminado que las inconsistencias administrativas en la adquisición de la clínica móvil lesionan la ley de compras públicas.
La Contraloría General de la República también constató en su momento que el rodado adquirido por el intendente Prieto y que costó G. 299,5 millones no cuenta con las especificaciones técnicas establecidas en el pliego de bases y condiciones.
Cabe subrayar que Prieto había adjudicado la compra a la firma R&R ImportExport SA, de Aldo Rodrigo Galeano Recalde, cuñado de Valeria Romero, quien ingresó como concejala de la municipalidad por el movimiento del intendente. Sin embargo, los dos casos más escandalosos de adjudicaciones directas, por vía de la urgencia impostergable, estallaron en la pandemia, gracias a las insistentes denuncias ciudadanas e investigaciones de la prensa.
La compra de víveres a la pequeña despensita Tía Chela mediante una compra por vía de la excepción por G. 2.949 millones, pese a que no tenía disponible la cantidad de mercaderías ofertadas fue el inicio de una seguidilla de denuncias que llovieron contra Prieto. Investigaciones dejaron a la vista una competencia simulada entre oferentes que resultaron ser de una misma familia.
El esquema Tía Chela involucra a Prieto junto con varios funcionarios y Emili Vanessa Florentín Páez a quien ubicó como asesora jurídica en su administración. La Fiscalía sindica a Florentín Páez como parte del esquema de facturación ficticia para encubrir la falta de entrega de mercaderías en el marco de la emergencia sanitaria por el covid-19 y que generó un perjuicio económico estimado en G. 2.130 millones.
Con el caso Tía Chela también salió a la luz la adjudicación por compra de 50.000 kilos de harina, además de una larga lista de víveres a Tajy Servicios Generales, que en la realidad se dedica a la perforación y mantenimiento de pozos artesianos. La firma pertenece a don Buena Ventura Morínigo, un humilde constructor de pozo artesiano, coincidentemente tío de Vanessa Florentín que en entrevista nos había dicho que no tenía idea del negocio; sin embargo, facturaron G. 306.188.500 en su nombre.
Este modus operandi de Prieto se fue repitiendo a lo largo de su administración y los hechos denunciados son cada vez más escandalosos. Se enfocó a contrataciones de empresas de sus amigos, familiares de leales, aportantes de su campaña (ver infografía).
En la gestión Prieto reciclaron un club nocturno y lo convirtieron en constructora de la noche a la mañana.
Es así que SCDE vinculada a Lumma Silva Battochi, funcionaria municipal, y su hermanastra Samara Aguirre comenzó a acopiar contratos con la comuna esteña y en dos años se alzaron con más de G. 14.000 millones.
Prieto también favoreció con millonarios contratos a MB Constructora de su amigo Elvio Mareco Barrientos, un fuerte operador y aportante de su campaña para la intendencia.
Los citados más arriba, como el rosario de contrataciones denunciadas como direccionadas hicieron llegar por parte de la Contraloría Ciudadana de Ciudad del Este hasta el Ministerio Público carpetas enteras de documentos que presumen fraude, lesión de confianza, uso de documentos públicos de contenido falso, asociación criminal, cohecho pasivo agravado, etc., por 41 casos sospechosos de corrupción que siguen sin esclarecerse.