Detrás del destape de la red de oenegés montadas por el clan Núñez-Defelippe, ahora salta que varios de sus miembros, leales y empleados que han administrado la empresa del esposo, Koga, se ubicaron en ministerios clave, unidades de ejecución de proyectos millonarios con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Manejan programas de emprendedurismo del Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicación (Mitic) que han sido articulados por Defelippe, en los que se beneficiaron con capital semilla otros amigos de la rosca de oenegeístas y en los que se generan jugosas consultorías.
- Por Rossana Escobar M.
- rossana.escobar@nacionmedia.com
- Por Santiago Rodríguez
- santiago.rodriguez@nacionmedia.com
Sin pasar por Contrataciones Públicas u otros estamentos de control como cualquier potencial oferente que quiera hacer negocios con el Estado, el esposo de Soledad Núñez, Bruno Defelippe, pareja de candidatos por la Concertación Nacional encontró la clave para justificar millonario financiamiento que recibió del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con contrapartida local y mover millones detrás de proyectos públicos.
En este esquema creó una red de oenegés satélites de su empresa Koga Impact Lab que debía reportar desempeño en el marco del aporte de US$ 1,6 millones, de los cuales US$ 900 mil corresponden al BID y US$ 700 mil salieron de Paraguay; sin embargo, pese a la mina de organizaciones no gubernamentales que incubó tuvo varios resultados insuficientes, según se puede observar en documentos publicados en el portal del organismo multilateral.
Varios de los amigos oenegeístas, esposas, leales, también empleados, mentores de Koga pasaron a puestos clave en instituciones de influencia del clan Núñez-Defelippe, entre los que trascienden el Ministerio de Tecnología de la Información y Comunicación (Mitic) y el de Urbanismo, en su momento Secretaría de la Vivienda y el Hábitat (Senavitat) cartera que tuvo como ministra a Soledad Núñez en la anterior administración estatal. En el Mitic ocupan puestos sensibles de ejecución de millonarios proyectos en los que Defelippe tuvo interferencia. (Ver Infografía de las páginas siguientes).
Hasta el viceministro del Mitic, David Ocampos Negreiros, aparece en el plantel directivo de la ONG de Defelippe, en este caso Red de Inversión Ángel. (Ver documento).
La pareja de candidatos por la Concertación critica el clientelismo político y sus operadores arremeten con violencia contra los seguidores, funcionarios públicos, principalmente colorados, pero se desentienden de los cargos que Núñez otorgó, por ejemplo, a María Alejandra Del Puerto Bellasai, esposa del incondicional peregrino de sus oenegés, Diego Sosa Maciel, y a miembro del staff de Koga que luego se ubicó en Mitic. Entre otros casos, no se acuerdan de la administradora de Koga, María Inés Mignaco, que pasó al Mitic como directora general del programa Agenda Digital de US$ 130 millones, que financia varios programas, concursos de emprendimiento digital.
Entre algunos miembros de la red de oenegés de Defelippe están también contratistas del Estado a los que se les cuestionan convenios de manera directa o por la vía de la excepción.
MODUS OPERANDI
El modus operandi consiste en lo siguiente: Defelippe, junto con un grupo cerrado de amigos en los que se destacan sus socios en Koga; Federico González, Rodrigo Weiberlen, Camilo Guanes, estos dos últimos con millonarios contratos en publicidad en su haber a través de Itaipú, Yacyretá, también en licitaciones públicas, fueron industrializando oenegés que reciben miles de dólares del extranjero, se valen de proyectos públicos con los que mueven millones sin pasar a competir o pasar por el filtro de entidades de control.
Koga creó una docena de oenegés que lo alimentan y que se mencionan en su reporte al BID. Girls Code, por ejemplo, es una de ellas. En esta organización estaba nada menos que la directora de TICs de Senatics, Leticia Romero, quien tuvo que dejar el cargo por supuesto título falso, por esta razón en el informe se consigna que: “Girls Code ha tenido dificultades con el equipo de emprendedoras, debido a un problema legal de una de ellas, cabe el riesgo de su desaceleración o desaparición”.
Astrid Sanz, salió en varias publicaciones como una de las voluntarias de Girls Code, es decir de la ONG impulsada por Defelippe en el marco del financiamiento de su empresa. Meses después ya aparecía como funcionaria de Senatics, firmando como parte del comité de evaluación de una licitación junto con la ex directora que salió de la institución por supuesto título falso. Experimentó un importante ascenso como directora de uno de los proyectos estrella del Mitic, Innovación y Emprendimientos, conocido como Innovando Py, y actualmente es directora general de innovación Productiva y Economía Digital en esta institución.
No hay que olvidar que Innovando Py es un proyecto de emprendimientos digitales que surgió con la articulación de Koga, es decir Bruno Defelippe y Mitic entregó capital semilla de entre G. 50 millones y G. 95 millones por cada emprendedor y en los anuncios institucionales se mencionan G. 20 millones para mentorías (consultoría), comunicación e infraestructura, servicio que precisamente estaba a cargo del oenegeísta. Unos US$ 344 mil en capital semilla entregó el Mitic en los últimos 7 años, sin embargo, no se sabe cuánto realmente fue para las mentorías, debido a que la institución no provee la información.
En una amena y extensa reunión con el ministro Fernando Saguier, el viceministro David Ocampos, Astrid Sanz y María Inés Mignaco, encargados de estos proyectos de emprendimiento digital, se comprometieron a comprometieron a proveer la rendición de cuentas, así también los programas en los que Koga involucra al Mitic mediante financiamiento del BID, pero a más de 10 días de aquel agradable encuentro, no remiten la información, ya no nos responden llamadas ni mensajes y con todo lo señalado, se pueden entender las razones.
Un dato no menor es que la mayoría de los sueldazos, repartija de cargos en Mitic que se pueden observar en la infografía de la página continua, fueron en año de pandemia.