La empresa Neuralink, del millonario fundador de Tesla Elon Musk, informó esta semana que fue autorizada por la Administración estadounidense de Medicamentos y Alimentos (FDA) a ensayar sus implantes cerebrales en humanos.

  • Texto y fotos: AFP

“Es un primer paso impor­tante que un día permitirá a nuestra tec­nología ayudar a muchas per­sonas”, indicó en su cuenta de Twitter la empresa con sede en California, y agregó que “las selecciones para los ensa­yos clínicos todavía no están abiertas”. Neuralink diseña dispositivos con el fin de que el cerebro interactúe directa­mente con ordenadores.

En principio,estos aparatos deben servir para ayudar a personas con parálisis o que sufren de enfermedades neu­rológicas.

“Trabajamos duro para estar listos para nuestro primer (implante) humano y obviamente queremos ser extremadamente cuidado­sos y estar seguros de que funcionará bien antes de poner el dispositivo en un humano”, dijo Musk en una presentación de Neuralink en diciembre.

La empresa busca que dichos implantes sean suficiente­mente seguros y confiables para ser utilizados en ciru­gías electivas (que no son de emergencia) y que los inte­resados paguen algunos miles de dólares para dotar a su cerebro de una capaci­dad informática. Para Musk, estos implantes deben per­mitir a la humanidad llegar a una “simbiosis con la IA(in­teligencia artificial)”, según un discurso dado durante una conferencia anual de la empresa en 2020.

Musk ha advertido en repe­tidas ocasiones sobre los peligros de la IA y ha hecho públicos sus temores de que rebase al ser humano y tome el control.

“TRABAJAR MÁS RÁPIDO”

En marzo de este año, el mul­timillonario fundó X.AI, una nueva empresa dedicada a la IA, probablemente para com­petir con Open AI, creadora de Chat GPT, un programa de IA generativa capaz de inte­ractuar con humanos y de producir toda clase de textos.

A finales de noviembre, Musk tuiteó: “Estamos ahora con­fiados en que el dispositivo de Neuralink esté listo para los humanos, el calendario depende del proceso de apro­bación de la FDA”.

Por ahora los prototipos, del tamaño de una moneda, han sido implantados en cráneos de animales. Varios prima­tes fueron capaces tanto de “jugar” videojuegos como de “tipear” palabras en una pan­talla solo con seguir el movi­miento del cursor, según pre­sentaciones de Neuralink.

En 2022, Musk pidió a sus empleados de Neuralink tra­bajar más rápido. “Estare­mos muertos antes de que se produzca algo útil”, dijo en una reunión de la compañía, según la agencia Bloomberg. Synchron, otra empresa que trabaja en el control mental de ordenadores, anunció en julio de 2022 haber implantado la primera interfaz cerebro-má­quina en Estados Unidos.

“Construimos una tecnolo­gía capaz de difundir direc­tamente el pensamiento de personas que han perdido la capacidad de moverse o de hablar por una lesión o una enfermedad”, explicó su fundador, Thomas Oxley, en un video en su sitio web. Varios pacientes ensayan el implante, insertado en los vasos sanguíneos, con el fin de poder redactar correos o navegar en internet gracias a sus ojos y a su cerebro.

Un parapléjico vuelve a caminar gracias a la combinación de dos tecnologías

Un parapléjico volvió a caminar de manera natural gracias a la combinación innovadora de dos tecnologías que permitió restablecer la comunicación entre el cerebro y la médula espinal.

“He recuperado la liber­tad”, aseguró en una rueda de prensa el neerlandés Gert-Jan (no quiso dar su apellido), quien se benefició de esta inno­vación tecnológica en una hos­pital suizo en Lausana.

Gracias a ella, este paciente, de 40 años, vuelve a mover un pie detrás del otro por primera vez desde que sufrió hace unos diez años una lesión en la médula espinal, a la altura de las vértebras cervicales, debido a un acci­dente en bicicleta.

“Era incapaz al principio de poner un pie delante del otro”, explicó la cirujana suiza Jocelyne Bloch, profe­sora en el Centro hospitala­rio universitario de Vaud, en Lausana, durante la presen­tación de un estudio publi­cado este miércoles en la prestigiosa revista Nature. Antes de él, otros parapléji­cos ya habían logrado andar gracias a instrumentos tec­nológicos, pero en su caso se trata de la primera vez en que controla gracias a su cerebro el movimiento de sus piernas y el ritmo de sus pasos.

Esta hazaña ha resultado posible gracias a la combi­nación de dos tecnologías implantadas en el cerebro y en la médula espinal, explica a AFP Guillaume Charvet, investigador en el Comisa­riado de la Energía Atómica (CEA), un importante labora­torio francés de investigación científica e industrial.

PUENTE DIGITAL

Dos laboratorios, uno francés y otro suizo, se encuentran detrás de este avance cientí­fico, logrado después de diez años de investigación con­junta.

A Gert-Jan le implantaron unos electrodos, desarro­llados por el CEA, en la zona del cerebro que se encarga del movimiento de las piernas.

Este dispositivo sirve para descodificar las señales elec­trónicas del cerebro cuando se piensa en andar y también está conectado con un campo de electrodos ubicado en la zona de la médula espinal que sirve para controlar el movi­miento de las piernas.

Gracias a los algoritmos que funcionan a partir de una inteligencia artificial, se des­codifican en tiempo real las intenciones de movimiento del paciente.

Y luego sus voluntades se con­vierten en una secuencia de estimulación eléctrica de la médula espinal, que se encarga de activar los músculos de las piernas para moverse.

Los datos entre la tecnología integrada en el cerebro y la de la médula espinal se transmi­ten gracias a un sistema por­tátil que se puede llevar en una mochila o en un andador.

Hasta ahora, solo se había logrado que parapléjicos volvieran a caminar gracias al implante en la médula de un sistema de estimulación electrónica. Pero estos no lograban controlar sus movi­mientos de manera natural.

En el caso del paciente neer­landés, el puente digital creado entre el cerebro y la médula no solo le permite andar, sino también con­trolar voluntariamente sus movimientos y su amplitud.

“LARGO PERIPLO”

“Es muy distinto de lo que habíamos visto hasta ahora”, destaca el neuro­científico francés Grégoire Courtine, profesor en la Escuela politécnica federal de Lausana. “Los pacien­tes precedentes andaban haciendo un gran esfuerzo, ahora él puede hacerlo solo pensando en que quiere dar un paso”, añade.

Gert-Jan, que fue operado dos veces para que le colo­caran los implantes, reco­noce haber pasado por “un largo periplo” para ponerse de nuevo de pie y andar durante varios minutos seguidos. Otro avance sig­nificativo fue que, tras seis meses de entrenamiento, parece haber recuperado una parte de sus faculta­des sensoriales y motoras incluso cuando el sistema está desactivado.

“Estos resultados sugieren que el establecimiento de un vínculo entre el cerebro y la médula espinal favorece una reorganización de los circui­tos neuronales en la zona de la lesión”, asegura Charvet.

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