Luego de la entrevista de Oprah Winfrey a los Sussex, Harry y Meghan, en la que hablaron de racismo de la familia real hacia ella, de pensamientos “suicidas” de la actriz cuando vivía en Inglaterra y del abandono de su padre hacia él, de Harry, surgieron respuestas, como un comunicado oficial de la Corona. El príncipe Carlos vuelve a ser el “malo” y Guillermo sale a decir que ellos no son una familia racista. ¡Escándalo tras escándalo!

¿EL MALO DE LA PELÍCULA?

¿Cómo se ha convertido el príncipe Carlos de Gales (futuro rey de Inglaterra) en el malo de la familia real británica para Meghan Markle, Diana de Gales y hasta “The Crown”? Aunque las acusaciones que han lanzado Meghan y Enrique sobre racismo no dicen un nombre, Carlos es señalado como culpable. La verdad es que nadie se esperaba un ataque tan directo y decidido a la familia real, responsable según la pareja de no haber protegido de los ataques a la duquesa de Sussex. Ha impactado el daño, entre otras cosas, por la mención directa a Kate Middleton y al príncipe Carlos. Este puede ser el más damnificado. Una vez más, se enfrenta a una crisis de su reputación que preocupa más aún ahora que su madre es muy mayor y él se estaba preparando para llevar la corona. Harry ha dicho cosas terribles de su padre, como que no le respondía las llamadas telefónicas y que al anunciar ellos que iban a dejar de pertenecer a la Corona y se mudaban le cortó todos los fondos “vivimos de lo que heredé de mi madre” y hasta le pidió que se comunicaran “por escrito” y se mostró dolido por la supuesta indiferencia y desamor de su padre. “Me siento realmente decepcionado porque él ha pasado por algo similar, sabe cómo se siente el dolor y Archie es su nieto”, le dijo a Oprah, Enrique. “Al mismo tiempo, siempre le querré. Pero hay mucho dolor, y arreglar esa relación seguirá siendo una de mis prioridades”, algo que pone muy mal al príncipe como padre. De hecho, conecta directamente con la otra gran crisis reputacional que ha vivido el Príncipe de Gales y que le costó muchos años remontar: las acusaciones de crueldad de Diana de Gales, quien en su propia entrevista en televisión le acusó de adulterio, desatención, aislamiento y una crueldad emocional que la llevó a la bulimia, a la depresión y a autolesionarse. Se dice que el príncipe Carlos ha expresado a algunos amigos un profundo dolor y que está “en un estado de desesperación” por las palabras que le ha dedicado su hijo en televisión. Según Meghan, mientras ella estaba en Londres, su aislamiento era tal que le retiraron las llaves y el pasaporte y le negaban el permiso para salir a almorzar con sus amigas. ¿Quién puede ser el instigador de los comentarios racistas y del encierro de Meghan Markle? El príncipe Enrique solo ha dado una pista: no ha sido ni la Reina ni el Duque de Edimburgo. Se abren las apuestas.

LA “GUERRA DE LOS WINDSOR”

Lejos de tomar las cosas como si nada y mantener el proverbial silencio ante las cuestiones fami­liares ventiladas por la prensa, esta vez, la reina Isabel II respondió en un comunicado oficial a la extensa nota que le hiciera Oprah a los Sussex en su casa de Los Ángeles. Las fuertes declara­ciones en las que no faltaron las acusaciones de “racismo” por parte de la familia en contra de Meghan y su supuesto sufrimiento que la habría empujado a creer que era mejor “no estar viva” por el desprecio hacia su persona y lo que contara Harry que salió con su familia para que a su esposa no le ocurriera lo mismo que a su madre Diana, todo explotó como una bomba de neu­trones en Buckingham. En el comunicado de la Reina, afirma que “la familia entera está entris­tecida luego de enterarse cuán desafiantes fueron los últimos años” para los duques de Sussex, que actualmente viven en Los Ángeles. “Las cuestiones planteadas, en particular la racial, son preocupantes. Si bien algunos recuerdos pueden variar, se toman muy en serio y la familia se ocupará de ellos en privado”, indicó; además de aclarar que “Harry, Meghan y Archie siempre serán miembros de la familia muy queridos”, añadieron. Harry le pidió a Oprah que aclare que ni la Reina ni su esposo Felipe fueron los que hablaron del color de piel de Archie, pero sí otros que se negaron a nombrar.

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La duquesa de Sussex, de 39 años, que espera una niña, dijo a Winfrey que hubiese querido que su hijo tenga el título de príncipe “por seguridad”, pero sugirió que se lo negaron por un pre­sunto racismo en la realeza británica. Sin embargo, mientras muchas referentes del mundo de Hollywood y de famosos de EEUU apoyaron públicamente a Meghan, en Inglaterra las aguas están muy divididas porque de acuerdo a las leyes vigentes, el hijo de los duques no puede ser príncipe (es bisnieto de la Reina) hasta que no sea su abuelo, Carlos, el que sea rey, y consideran que no todo lo que dijo la pareja famosa, que cobró por la exclusiva unos cuantos millones, es verdadero. Muchos británicos se sintieron molestos por el abandono de Meghan y Harry del país en momentos de crisis y especialmente por la vida de lujos que pretenden seguir llevando como miembros de la familia real, pero sin las obligaciones que eso conlleva. Lo cierto es que el escán­dalo continuará por mucho tiempo...

“NO SOMOS RACISTAS”

Por su parte, el hermano del prín­cipe Harry, Guillermo de Cambri­dge, también rompió su silencio sobre la entrevista que dieron los Sussex a Oprah Winfrey y fueron sus primeras palabras: “No somos una familia racista”. La guerra de la familia real británica generada por las explosivas declaraciones de los duques a Oprah Winfrey sigue sumando protagonistas. Ahora es el turno de Guillermo de Cambri­dge, marido de Catalina de Cam­bridge, quien ha querido dejar claro que ellos no son los racistas a los que todo el mundo “anda bus­cando”. El vendaval que levantó la entrevista sigue en su máximo apogeo y tiene muchos daños cola­terales. Aunque el comunicado ofi­cial de la casa real británica puso los puntos, es ahora Guillermo de Cambridge, el hermano de Harry, quien salió a responder al embro­llo que comenzó cuando Meghan Markle dijo que alguien de la fami­lia se había mostrado preocupado por lo oscura que podría ser la piel de Archie, el hijo de la pareja. En un acto público, el jueves los periodistas le preguntaron a Gillermo si había hablado con su hermano luego de que este diera la entrevista, a lo que él ha contestado que no, pero que lo haría. Y aseguró que la familia real no es una familia racista. Todavía falta esperar a ver cómo se resuelve el asunto, si salen a la luz los nombres que todo el mundo trata de averiguar o si la joven pareja formada por Meghan y Harry decide tomar la mano tendida que la abuela Isabel II les ha dado en el comunicado oficial y deciden enterrar el “hacha de guerra”.

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